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Carlos Menem defendió ayer por segundo día consecutivo su derecho a presentarse como candidato del PJ para un nuevo período presidencial. Si se reforma la Constitución, no veo por qué no puedo aspirar a competir por un nuevo mandato, se preguntó ayer en Chapadmalal ante una docena de periodistas. Y agregó que esta posibilidad despierta terror y pánico, no sé por qué, entre sus adversarios políticos. De todos modos no cree que una nueva modificación constitucional llegue a progresar en el Congreso de la Nación, y agregó que la Corte Suprema no puede llevar a cabo la reforma, pese a los recursos presentados en tal sentido. Si bien Menem dijo que no le gusta hablar de este tema, reconoció con una humorada que no le desagrada quedar en el centro de la escena. Remera roja con bordes azules, distendido y seguro del tema que iría a predominar en la rueda de prensa a la que convocó ayer, Menem llegó al comedor del chalet presidencial de Chapadmalal como más le gusta, instalado en el centro de la escena política nacional desde que confesó sus intenciones reeleccionistas después de haberlo negado en más de una oportunidad. Dicen que estoy mal en las encuestas, que la gente no me quiere, entonces, ¿por qué tanto temor en reformar la Constitución?, se preguntó el Presidente quien agregó: yo no veo por qué no puedo tener aspiraciones de competir en el marco de la Constitución por un nuevo mandato. Sin embargo Menem cree que una nueva reforma constitucional convocada a los efectos de modificar el artículo que le impide presentarse como candidato para un tercer período presidencial consecutivo es poco probable. Se requiere de los dos tercios de la Cámara de Diputados y de Senadores para poder convocar a una Convención Constituyente. Pero no está en el ánimo de los legisladores ni de los partidos políticos este tipo de propuesta, anticipó. El Presidente también desestimó el camino judicial. La Corte Suprema no puede reformar la Constitución, dijo, ya que la reforma se hace a partir de los mecanismos establecidos en la misma Constitución, donde no figura la intervención del Poder Judicial. Sin embargo fue evasivo cuando le preguntaron por qué, entonces, seguían adelante una media docena recursos de amparo presentados en diversos juzgados, incluso ante la Corte, con el objeto de lograr su habilitación como candidato. Yo ya pedí que los retiren, pero no puedo ser un dictador en la materia ni estar controlando todo el país, dijo. Después de despacharse a gusto sobre el tema que convirtió en su mejor herramienta para desgastar la candidatura de Eduardo Duhalde, conservar el control sobre el Justicialismo, y obligar a la oposición a no dejar nunca de hablar sobre él, Menem dijo que es víctima de otros. Que fue instalado en esta polémica debido a las preguntas de los periodistas y que se armó este petit escandalete que lo volvió a colocar en el centro de la escena y guiñando un ojo agregó que esto sucede contrariamente a lo que yo quiero. Todos festejaron con risas la picardía. Después el clima se puso más serio, fue cuando las preguntas comenzaron a incursionar el tema que hoy más preocupa al Gobierno: el contrabando de armas. No hay ningún argentino involucrado en eso, los intermediarios son los responsables de la maniobra, respondió Menem en un nuevo intento por desvincular a los hombres de su gabinete en la causa del desvío de armas a Croacia y Ecuador. Entre ellos el canciller Guido Di Tella, el ministro de Trabajo Antonio Erman González, y el jefe del Ejército, Martín Balza. Todos ellos fueron involucrados en la investigación que lleva el juez Jorge Urso por el fiscal Carlos Stornelli, quien logró el respaldado de la Cámara Federal. El Presidente desechó seguir con el tema: El viaje a Inglaterra (y los acuerdos limítrofes con Chile) fueron prácticamente olvidados por este asunto y no quiero hablar más del mismo, concluyó. Menem también eludió pronunciarse sobre la fecha de las elecciones internas del justicialismo en las que se elegirá a su candidato presidencial. Pese a que Alberto Kohan se pronunció públicamente a favor de una postergación de la fecha prevista, el 11 de abril, el Presidente hizo como que miraba para otro lado. Hoy, casualmente, se dice en los medios que para ganar tiempo (e intentar su habilitación) yo pretendo postergar las elecciones internas. Es una tremenda mentira, y agregó es un tema de los involucrados en este proceso, es decir de los precandidatos entre los que no se contó. Si deciden hacerla el 11 de abril o postergarla, es cuestión de ellos y aceptaré lo que ellos dispongan. El encuentro con la prensa terminó deportivo. ¿Quién es el riojano más famoso: Ramón Díaz o usted?, preguntó un futbolero. Somos tres riojanos famosos: Ramón Díaz, Walter Gaitán que se fue a jugar al exterior, y por supuesto, el más humilde de todos que es el Presidente de la Nación.
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