Cani canta y no quiere morir
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Por Carlos Stroker Claudio Caniggia llegó ayer a Buenos Aires. Lo hizo solo y por la mañana con la finalidad de reunirse hoy o a más tardar mañana con el vicepresidente de Boca, Pedro Pompilio. El veloz delantero quiere resolver su situación contractual y si el acuerdo no aparece está dispuesto a entrenarse en el club para ponerse a punto. En tanto, en la tranquila intimidad de Tandil, el entrenador Carlos Bianchi les avisó a algunos allegados que si el futbolista llegaba y decidía seguir en el club, su destino era la reserva, con Carlos García Cambón. Es más: si el director técnico en algún momento observa una cierta presión dirigencial para que Caniggia se entrene con la Primera, no descarta recostarse sobre su capital de resultados y amenazar con la renuncia. Caniggia dice tener ofertas una del América de México, otra de Francia que a Boca no llegaron. Aunque aquí también ya levantaron el teléfono Oscar Ruggeri, de San Lorenzo, y Ricardo Gareca, de Talleres de Córdoba. Pero la determinación de Caniggia de negociar personalmente su pase se debe a que, además, el responsable de las selecciones nacionales, José Pekerman, habló con él en diciembre pasado para interiorizarse de su situación y le dijo que si jugaba tenía las mismas posibilidades que el resto. Cuando Caniggia decidió irse a Miami, nunca imaginó que la puerta de Boca se le cerraría de esta manera. El jugador de 32 años desea regresar al fútbol y se entusiasmó mucho más cuando el nuevo responsable de las selecciones nacionales lo llamó a Estados Unidos. Le confesó su admiración pero también su preocupación por el hecho de que el jugador no tiene equipo. Su cuñado Gonzalo Nannis y algunos hombres cercanos al jugador, como el ex socio de Settimio Aloisio, Jorge Di Capua, y el ex volante de San Lorenzo Darío Siviski comenzaron a moverse y así aparecieron algunos contactos: México, Francia y ahora Argentina. La cuestión es que el 30 por ciento del pase de Caniggia le pertenece a Boca y el veloz delantero reclama que el valor de ese porcentaje no exceda los 500 mil dólares. Boca lo valoró en 2,5 millones y no piensa aflojar mucho. Roberto Digón fue el contacto para tratar de encontrarle una solución al conflicto, que recién hoy empezará a tratarse. Caniggia no quiere jugar en Boca, pero ante un cierre definitivo de las negociaciones, podría hacerlo. Claro que chocaría con las ideas de Carlos Bianchi, quien no lo quiere en el equipo y ayer, en la Posada de los Pájaros, trascendió que hizo saber que si algún dirigente le llega a sugerir que Caniggia debería entrenarse con el plantel, no descarta amenazar con la renuncia. Es que Bianchi está sumamente fuerte tras la conquista del Apertura. Claro que Caniggia nunca pensó que Bianchi iba a tomar semejante posición. Hace seis meses, en una confitería de París, los dos estaban tomando café. No estaban solos, ya que los acompañaba otro ex jugador, y hablaron de Boca. Caniggia no había decidido irse y Bianchi había resuelto firmar. Caniggia estuvo ayer con algunos de sus colaboradores y habló por teléfono con Digón para conocer detalles del pensamiento de Macri. El de Bianchi ya lo conoce y cree que le daría un buen dolor de cabeza si decide jugar en Boca. Pero si se queda en Buenos Aires podría elegir otro club. Oscar Ruggeri cree que lo puede convencer y el director técnico de Talleres de Córdoba piensa lo mismo. Por las dudas, Caniggia tiene reservado un hotel en Córdoba. Una vez más ha llegado el Pájaro a Buenos Aires. Aquí está Caniggia una vez más, después de larga ausencia. Esta vez, dispuesto a resolver su contrato con Boca. Quiere seguir su carrera. Habrá que esperar para conocer dónde lo hace. Si bien es cierto que mira hacia México o Europa, en la intimidad sabe que debe resolver su continuidad con Boca y Boca no piensa aflojar. LOS DIRIGENTES CREEN QUE VIENE SOLO A
PRESIONAR Por Facundo Martínez
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