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GRAVE SITUACION DE LOS CARENCIADOS

Pobres los pobres

El 20 por ciento más pobre del país, más de siete millones de argentinos, dispone de un promedio mensual de ingresos de 64,11 pesos. En San Salvador de Jujuy, los ingresos están entre los peores del mundo.

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Por Diego Schurman


t.gif (67 bytes)  Más de 7 millones de argentinos disponen de 64,11 pesos para afrontar los gastos de un mes, lo que representa apenas 2,1 pesos por día. La cifra surge del promedio de ingresos del 20 por ciento de la población más pobre del país. Y revela cuán remota es para ese segmento la posibilidad de acceder a los bienes y servicios de una canasta familiar, que ronda los 1000 pesos mensuales. La crisis de ingresos es tan profunda que en aglomerados como San Salvador de Jujuy, Concordia y Gran Resistencia los sectores carenciados presentan un umbral de entrada per cápita por debajo de Nepal, una de las naciones más pobres del mundo.

Los datos surgen de un trabajo de la consultora Equis (Equipos de Investigación Social) en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Indec del primer trimestre del año 1998 sobre distribución nacional de ingresos.

 

 

Peor es nada

 

Si bien los 64,11 pesos mensuales --o los 2,1 diarios-- representan un promedio, en la desagregación ninguno de los 7.315.672 habitantes que integran el 20 por ciento de la población más pobre dispone de más de 98 pesos mensuales.

Esa mejor disponibilidad de dinero se observa en Ushuaia. En la Patagonia los sueldos suelen ser más altos que en el resto del país, ya que se considera "zona desfavorable", aunque el valor de la canasta familiar también está por encima del de otras regiones.

En el extremo opuesto de la curva se ubica San Salvador de Jujuy, donde el segmento más pobre accede a unos escasos 33 pesos mensuales. Es decir, a 1,1 peso diario. En cambio, en el Gran Buenos Aires, el mayor aglomerado urbano nacional, la disponibilidad mensual asciende a 72 pesos.

Héctor Valle, ex titular del Indec y actual titular de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), ya había revelado el sábado a Página/12 la existencia de aglomerados con disponibilidad de ingresos "de 60 y 70 pesos al mes".

 

 

Eramos tan pobres

 

Antes de viajar a Estados Unidos, Carlos Menem consideró que la situación económica argentina "es puesta como ejemplo del mundo". El Presidente rechazó de esa manera que la reciente presencia de personas en supermercados pidiendo comida --tal como informó este diario-- sea producto de la notoria baja en la calidad de vida.

 

La Argentina y Nepal no tuvieron históricamente puntos de comparación social y económica. Pero el sostenido empobrecimiento de los sectores medios, que se suman a los denominados pobres estructurales, produjo un sorprendente acercamiento entre los países.

El Informe sobre Desarrollo Humano, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), considera que una manera útil de comparar los ingresos en el plano internacional consiste en considerar el 20 por ciento más pobre de cada país.

La mayor intensidad de la crisis de ingresos nacional impacta sobre la población de San Salvador de Jujuy, Concordia, Gran Resistencia, donde los segmentos más pobres disponen de promedios de ingresos anuales per cápita menores que la misma proporción de población de Nepal. Según el PNUD, Nepal está en el puesto 151º del ranking de satisfacción decreciente de 174 países, con ingresos per cápita anuales de 464 pesos (ver gráfico).

 

 

La vida es una moneda

 

El sociólogo Artemio López, investigador de Equis, señaló que el fenómeno socio-económico tiene una explicación: la profundización del empobrecimiento por ingresos entre los pobres estructurales, además de la expansión de la pobreza hacia otras franjas comunitarias aún no pobres. Así, los hogares impactados por la pobreza ahora han declinado desde ella hacia la indigencia, como se encuadra a aquellos grupos familiares con ingresos inferiores a los 280 pesos mensuales.

A este fenómeno no son ajenos el desempleo y los cambios de las condiciones laborales. El 80 por ciento de los nuevos empleos son temporarios --no estables-- y de bajas remuneraciones.

Los índices de desocupación del último lustro fueron reducidos gradualmente a través de la proliferación de esos empleos transitorios, que promediaron una remuneración de 176 pesos.

El Indec considera que el primer perceptor del hogar pobre aporta el 83,9 por ciento del ingreso familiar. Tomando esa cifra como el único ingreso y calculando la existencia de 4,5 personas por hogar pobre --según datos oficiales-- ese dinero representa un ingreso mensual de 39,11 pesos.

 

 

En caída libre

 

"Este es un trabajo hecho sobre población total y no la perceptora de ingresos como hace el Indec. Las personas que integran el hogar requieren de disponibilidad de ingreso sean o no perceptoras", explicó López sobre la metodología del estudio que revela los novedosos datos.

Dicho de otro modo, del ingreso total de un aglomerado por habitante para saber cuánto le toca al 20 por ciento más pobre hay que saber con cuánto participa. Esa participación hay que dividirla por la cantidad de personas que integran el 20 por ciento más pobre.

Las últimas cifras del Indec sobre niveles de ingresos correspondientes a octubre de 1998 revelan que el promedio de la franja del 10 por ciento de personas más pobres ocupadas en Capital y Gran Buenos Aires es de 110 pesos. En los datos del Indec no se toma el componente familiar del perceptor, sean estos hijos o cónyuges.

Aun así, la cifra del Indec revela una caída de hasta 37 por ciento de los ingresos respecto de lo que percibía en 1994.

 

 

Sin el pan y sin la torta

 

La magnitud del desequilibrio en la distribución de ingresos también está expresada en el plano internacional. "Hoy en día, el activo de las 358 personas más ricas, es decir, de los multimillonarios en dólares, es igual al ingreso combinado del 45 por ciento pobre de la población mundial, 2300 millones de personas."

Los números no dejan lugar a segundas lecturas. En la Argentina el perceptor más rico recibe en la actualidad 25 veces más que la franja más pobre. En 1991 ganaba 15 veces más.

En ese proceso se generaron las puestos de trabajo precarios: se forzó así una baja de salarios nominales para salir de la recesión, lo que se traduce en un empeoramiento de la distribución del ingreso.

La torta está concentrada cada vez en menos manos y los pobres ven prácticamente como un milagro la posibilidad de acceder a una canasta familiar. En la Argentina, ésta varía de acuerdo con la región. Es más alta en la Patagonia y más baja en las provincias del noroeste. Muchos la promedian en mil pesos. La FIDE la considera de 1035.

 

INGRESO PER CÁPITA ANUAL

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Ingreso per cápita del 20 por ciento más pobre

Fuente: Equis/datos INDEC PCNUD, ONU.


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