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Ramón Saadi triunfó en los comicios internos en los que se eligió al candidato a gobernador del peronismo y volvió a demostrar que el PJ catamarqueño continúa moviéndose de acuerdo a su pulso. Saadi derrotó al empresario Fernando Rivera, al conseguir el 67 por ciento contra el 33 por ciento de los sufragios emitidos en las internas, aunque dejó abierta la puerta a la posibilidad de bajarse la fórmula y que el candidato peronista en los comicios provinciales, que se realizarán el 21 de marzo, sea alguien con una imagen más potable. Saadi logró comunicarle el resultado que entregaban las encuestas a boca de urna al presidente Carlos Menem, a quien le garantizó que el justicialismo triunfará en las elecciones provinciales. Para despejar dudas acerca del recelo que despierta su candidatura, Saadi le aseguró a Menem que después de su victoria el justicialismo de Catamarca se encuentra unido y movilizado. Respecto a la posibilidad de bajarse la fórmula, Saadi dijo que su posición era favorable pero lo dejó en manos del congreso partidario que se reunirá el próximo domingo para consagrar a los candidatos. Es prioridad del justicialismo acordar todas las acciones para recuperar el gobierno de Catamarca, porque en la comunidad se advierte un hartazgo del Frente Cívico y Social que solamente gobierna para unos pocos y marginó a la clase más necesitada, dijo Saadi, mientras celebraba su victoria. Después de cuatro años de querer entrar al Senado y soportar el rechazo de justicialistas y aliancistas, Saadi resolvió intentar la reconquista de la gobernación catamarqueña que perdió en 1991 a manos del Frente Cívico y Social, luego de que la muerte de María Soledad Morales pusiera al descubierto una maraña de impunidad, corrupción y clientelismo político que su padre, Vicente Leónidas Saadi, había edificado desde mitad de siglo. Con 11 causas judiciales abiertas en su contra y con una alta imagen negativa, Saadi desoyó las voces de miembros del Consejo Nacional Justicialista y resolvió colocarse a la cabeza de la fórmula que lo postuló junto al diputado Jorge Moreno. Como rival, surgió el empresario Fernando Rivera, quien ya había sido postulante a la intendencia de la capital catamarqueña y perdió. A Rivera lo acompañó el intendente de Tinogasta, Néstor Cerezo. Ante la presiones que llegaban desde Buenos Aires para que el justicialismo presentará una fórmula en la que no estuviera Saadi, el ex gobernador catamarqueño dijo estar dispuesto a bajarse de la fórmula para que el peronismo se ponga de pie y recupere en el gobierno. Esta posibilidad de renunciamiento de Saadi generó una serie de conjeturas sobre la alternativa de que su esposa, la diputada nacional Pilar Kent, integrara una nómina con Rivera, e inclusive el mismo Saadi habló acerca de esta fórmula. Pero ayer al mediodía cuando se le consultó sobre esta posibilidad, mientras votaba, Saadi dijo que la fórmula entre su esposa y su rival interno, podría ser para el año 2003. Yo, en ningún momento dije que fuera para los comicios de marzo. Por la noche, con las cifras que lo declaraban vencedor en la mano, Saadi consideró necesario que la dirigencia del peronismo catamarqueño se siente en una mesa a conversar para delinear la estrategia de un peronismo unido para ganar las elecciones provinciales. Fernando Rivera reconoció la victoria del hombre fuerte del peronismo catamarqueño. Para Rivera, enfrentar a Saadi fue dificultoso, a pesar de que contó con el respaldo del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo. Impugnaciones, renuncias de candidatos y cambios de sublemas fueron algunos de los escollos que debió superar el empresario, que apenas consiguió arrancarle la minoría al saadismo. Barrionuevo trasladó desde Buenos Aires a veedores y fiscales para ocupar las 275 mesas habilitadas en toda la provincia para controlar los comicios, pero la llegada de los visitantes provocó el primerinconveniente al abrirse los colegios electorales, ya que los fiscales saadistas se negaron a que los enviados de Barrionuevo fiscalizaran el comicio. El sector de Rivera y el de Saadi elevaron sus quejas a la Junta Electoral, que laudó en favor de Saadi, por lo que los veedores debieron permanecer en la puerta de las escuelas, donde algunos recibieron amenazas de adherentes al ex gobernador catamarqueño.
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