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DENUNCIAN A LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Nasrim se quedó sola

El defensor oficial Luis Cayuela presentará hoy la denuncia ante el juez federal de turno por "abandono de persona". Mientras se trata de imputarla, nadie paga los gastos de la iraní y están a punto de desalojarla.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (67 bytes)  La Defensoría Oficial denunciará hoy a la Corte Suprema por abandono de persona en el caso de la iraní Nasrim Mokhtari. En principio, la denuncia se hará ante el juez federal de turno o incluso ante la propia Corte y tendrá la forma de un amparo judicial. El defensor oficial, Luis Cayuela, presentará el escrito en Tribunales y reclama que alguien se haga cargo de la mujer que fue detenida por el máximo tribunal en relación con los atentados ocurridos en la Argentina. Lo cierto es que la Corte se fue de vacaciones, Mokhtari está a un paso de ser desalojada del hotel en el que vive y nadie toma decisiones para mantener a la mujer. Al mismo tiempo, las debilidades de la investigación hacen imposible despejar las dudas sobre la relación de la iraní con el grupo que supuestamente realizó los ataques (ver aparte).

El juez Juan José Galeano, los fiscales y la Brigada Antiterrorista trabajan contra reloj para encontrar alguna prueba que les permita imputar judicialmente a Mokhtari. Lo único existente en la causa judicial es que el ex amante de la iraní, el brasileño Dos Santos, prenunció el ataque contra la AMIA y dijo que lo supo por sus diálogos con Mokhtari quien --según él-- tenía contactos con el grupo terrorista.

Lo cierto es que nunca quedó claro por qué Dos Santos anticipó el atentado. Las hipótesis son tres: que el brasileño se haya enterado porque era parte de un servicio de inteligencia del Brasil o porque él mismo tenía relación con los que hicieron el atentado, o efectivamente porque Mokhtari se lo dijo. Como nada de esto se pudo determinar, hasta el momento ni la Corte ni Galeano pudieron exhibir nada contundente contra ella. Es decir, que hay sospechas, pero no elementos para imputarla.

Mientras el impasse continúa, la mujer vive en forma tumultuosa en un modesto hotel céntrico, manteniendo epopéyicas peleas con conserjes, dueños y empleados. El pago del albergue vence mañana y los encargados del hotel no quieren saber más nada. Aunque aducen que temen ataques de supuestos comandos judíos, la realidad es que los dueños del hotel están cansados de la pelea por dinero, llamadas telefónicas o servicios de comida. Esta es la razón de la denuncia judicial que se hará hoy: "si la Corte la mandó a detener y no le permite salir del país, que se haga cargo. Nosotros llamamos a la Corte, hicimos pedidos, pero no escuchan ni una palabra. Tienen la puerta cerrada por vacaciones", le relató a este diario un hombre de la Defensoría. Llama la atención que el organismo tenga que lanzarse tan frontalmente contra el máximo organismo de la justicia argentina.

Para los investigadores del atentado contra la Embajada y el ataque contra la AMIA, dejar en libertad a Mokhtari y permitirle que se vuelva a Europa significará un costo altísimo. Durante cuatro años dijeron que ella y Dos Santos eran piezas claves de la pista iraní, pero cuando se los detuvo no pudieron exhibir prueba alguna. El asunto terminaría en un blooper y sobre todo dejaría en evidencia las debilidades de la pesquisa. "Estamos trabajando. Es difícil", le dijo anoche a este diario uno de los investigadores que aún en la madrugada de este lunes busca afanosamente algún elemento contra la mujer.

 

Una historia poco clara


Por R.K.

Nasrim Mokhtari aparece vinculada a los atentados por el testimonio de su ex amante, Wilson Dos Santos, quien declaró en la causa en noviembre de 1994. Desde ese entonces, por las debilidades de la investigación, siguen sin saberse datos clave de la historia:

* ¿Quién es Wilson Dos Santos? Algunos sostienen que trabaja para un servicio de informaciones del Brasil, otros aseguran que es taxiboy y otros aseguran que vive de vender pasaportes falsos. Fue Dos Santos el que anticipó el ataque contra la AMIA, de manera que saber quién es era y es un elemento clave de la investigación.

* A Wilson Dos Santos le faltan cuatro dedos de una mano. Las versiones hablan de que fue por manipulación de explosivos, un accidente de moto, que es congénito o que le cortaron los dedos en Irán por estafador. Este dato elemental nunca se terminó de averiguar.

* Mokhtari y Dos Santos estuvieron en un negocio de la calle Pasco, propiedad de iraníes, donde --dicen-- se organizó el atentado. Sobre los dueños del negocio se ha dicho que se fueron a vivir a Estados Unidos, que eran terroristas muy buscados o que se trataba de inmigrantes que se volvieron a Irán. En cuatro años, la investigación no pudo determinar con nitidez quiénes eran esas personas.

 

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