|
|
|
|
|
|
|
|
|
 En el proceso
de paz colombiano, ahora todo parece depender de Fidel Castro. En la primera visita de un
presidente de Colombia a la isla que cumplió 40 años de revolución, Andrés Pastrana
tratará con el líder cubano cómo hacer jugar en una triangulación la influencia de
éste sobre las guerrillas marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
con las que el gobierno de su país ha abierto el jueves un diálogo histórico. La
contracara de este tema es el narcotráfico, en el que ya están las bases de una
triangulación que los dos gobiernos procuran aniquilar. En Colombia, los paramilitares
derechistas continúan sumando víctimas en su vigorosa campaña de boicot al proceso de
paz. El Ministerio de Defensa anunció una Central de Inteligencia para combatirlos. Tras décadas de promover las guerrillas izquierdistas en América latina, Fidel Castro podría ayudar a desactivar las que persisten en Colombia, cuyo presidente Andrés Pastrana llega hoy a La Habana con este propósito. La visita de Pastrana tiene como centro discutir dos temas insoslayables, en los que descuenta la colaboración de Fidel: los diálogos iniciados la semana pasada con las FARC y el decomiso, a principios de diciembre pasado en Cartagena, de siete toneladas de cocaína que iban a ser enviadas a Europa pasando por la isla caribeña. Al comentar la visita oficial, el canciller colombiano Guillermo Fernández enfatizó que “no podemos dejar de señalar la importancia del presidente Fidel Castro y su eventual influencia frente a los grupos insurgentes de Colombia”. Castro ya manifestó el año pasado su apoyo al proceso pacificador iniciado por Pastrana en ocasión de la cumbre sudafricana del Movimiento de los Países No Alineados, y lo reiteró en Oporto durante la Cumbre Iberoamericana. Fue invitado como “facilitador” en las negociaciones cara a cara del gobierno con las FARC, en las que, dijo Pastrana, el ideal cubano tiene todavía mucha influencia. La segunda guerrilla en importancia en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), nació en la década de 1960 inspirada en el ideario revolucionario del Che Guevara y de la revolución cubana. Ya en 1996, Castro había intervenido con éxito en la mediación con un grupo guerrillero para obtener la liberación de Juan Carlos Gaviria, hermano del ex presidente colombiano César Gaviria. Los analistas políticos ven con los mejores ojos la expectativa del gobierno colombiano. “Castro es un interlocutor legítimo para la guerrilla y uno podría esperar que ella esté interesada en escucharlo y dejarse aconsejar de él”, dijo la directora del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes, Arlene Tickner. Según demostraron las declaraciones de líderes guerrilleros, la cuestión de la legitimidad recíprocamente reconocida es fundamental al momento de elegir los interlocutores. Aunque el programa oficial no contempla un encuentro entre Castro, Pastrana y el presidente electo de Venezuela Hugo Chávez, un portavoz de la Cancillería colombiana reveló ayer que en esa reunión el presidente de Colombia intentará construir un “eje pacificador”. Chávez, que asumirá el poder el 2 de febrero, reiteró muchas veces el argumento de que “la paz de Colombia es la de Venezuela”. El ministro de Defensa colombiano, Rodrigo Lloreda, anunció ayer la creación de una Central de Inteligencia para combatir de “manera conjunta” a los grupos paramilitares de derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que desde el inicio del diálogo de paz organizaron una caravana de la muerte que ya cuenta casi 200 víctimas entre asesinados y desaparecidos. Sin embargo, admitió que “no será fácil, porque los paramilitares no se enfrentan a la fuerza pública sino que atacan y se esconden como lo hacían en la década pasada los narcoterroristas del Cartel de Medellín”. El desmantelamiento de las paramilicias, a las que sospechan apoyadas logísticamente por el ejército, es una de las más urgentes prioridades en la agenda de las FARC. Pastrana se ha mostradodispuesto a conversar con los miembros de las AUC, aunque “en mesas separadas”, pero ha negado la posibilidad de otorgarles status político.
|
