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 Con una
sonrisa de oreja a oreja Ramón Saadi llegó ayer por la mañana a la residencia
presidencial de Olivos e inmediatamente se ofreció para trabajar por la reelección de
Carlos Menem a través de un plebiscito. El riojano agradeció el ofrecimiento pero poco
después afirmó, desde Punta del Este a donde se trasladó para almorzar con su hija
Zulemita, que perdió las esperanzas de luchar por un tercer mandato: “Es totalmente
imposible reformar la Constitución Nacional porque no hay tiempo”. Sin embargo, y en
una típica maniobra que caracteriza al primer mandatario, en la costa marplatense
dirigentes ultramenemistas, con Alberto Lestelle a la cabeza, inundaron la ciudad con
mesas donde recolectan firmas a favor de la reelección del riojano y se entregan miles de
souvenirs con la inscripción “Menem 1999”.Ramón Saadi está al tanto de la opinión de Menem sobre la imposibilidad de un nuevo mandato por impedimento constitucional, al menos es lo que el riojano siempre dice a la prensa, y aun así no dudó en proponerle a Menem la consulta popular para saber qué piensa la gente. El catamarqueño le dijo al Presidente que la mejor fecha para el plebiscito es el 11 de abril y le prometió que “realizará todos los planteos judiciales que correspondan para hacer factible esta iniciativa”. Menem escuchó la promesa junto a 40 dirigentes peronistas de Catamarca que prácticamente a coro le aseguraron que “Ramoncito”, como llaman a Saadi, ganará las elecciones el 21 de marzo y será la continuidad de los triunfos de La Pampa y Córdoba: “Contrató a la consultora brasileña que lo hizo ganar a De la Sota”, justificó el optimismo uno de los dirigentes catamarqueños. Como contrapartida el riojano les dijo que visitará la provincia para apuntalar la campaña electoral. Poco después el Presidente voló hacia el balneario uruguayo donde almorzó con su hija. Allí aprovechó los micrófonos de la prensa para negar una vez más que intentará repetir el mandato. “Materialmente no hay tiempo para reformar la Constitución”, dijo el riojano. Pero como nunca cierra todas las puertas inmediatamente reiteró que le gustaría candidatearse nuevamente, aunque indicó que “modificar la Carta Magna no es una cuestión de un día para otro”. Dijo también que esta situación le hizo perder la esperanza de continuar siendo presidente, tras lo cual, y con una sonrisa en su rostro, aclaró que “la esperanza de una elección exitosa en el 2003, eso no la pierdo”. Mientras Menem bajaba el tema, a pocos kilómetros de allí, en Mar del Plata, los turistas fueron virtualmente acosados por unas 150 personas que entregaban el cotillón re-reeleccionista más variado de los últimos tiempos. La cara del riojano y la premonición reeleccionista incluía remeras, relojes infantiles, platos voladores y los conocidos billetes “Menem-truchos”. Detrás de toda esa parafernalia estaba el ex secretario de Lucha contra el Narcotráfico, Alberto Lestelle, quien señaló que todo este material fue proporcionado por el titular de Casa de Moneda, Armando Gostanian. “Nosotros lo único que hacemos es sondear en la gente la aceptación de una reforma constitucional para que el Presidente continúe al frente del país”, aseguró Lestelle y luego agregó que “tratamos de esclarecerle al pueblo que el tema de la re-reelección no es un capricho de un grupo de gurkas, es la necesidad del país”. El ex funcionario no se quedó contento con todo lo dicho y arremetió contra los precandidatos: “Ninguno de los que se postulan por el justicialismo están a la altura de las circunstancias como para suceder al presidente Menem”. Poco después, el ultramenemista intentó despegarse del cuestionamiento que le hicieron algunos periodistas sobre quién financia el cotillón reeleccionista y dijo que “la plata la pone nuestro compañero Gostanian y empresarios amigos suyos, así que es a él que le deben preguntar por el dinero del cotillón”. Mientras en la costa todo era reelección, en el bunker duhaldista todo era calma y seguridad. Los hombres del gobernador bonaerense se muestranconfiados porque sostienen que el arreglo entre su jefe y el riojano está firme. Según informó este diario ayer, ambos dirigentes peronistas se comunicaron telefónicamente cuando Menem aún estaba en Estados Unidos. Desde la capital del país del norte, Duhalde escuchó que su antiguo compañero de fórmula no insistirá más con la re-re y a cambio de ello apoyará a Ramón Ortega como su hombre en la interna que probablemente se concrete el primer domingo de junio.
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