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Ofrecen pruebas de las pinchaduras a De la RUa
Mirando a los muchachos del Señor 5

Ariel Garbarz, contratado por el Gobierno, porteño sostiene que la SIDE está en
el medio. La causa judicial no se mueve.

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De la Rúa tiene los teléfonos pinchados.
La denuncia fue hecha hace más de un año.

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Anzorreguy apeló al FBI para demostrar inocencia.
Pero un técnico de Telefónica apunta a la SIDE.


Por Irina Hauser

t.gif (67 bytes) La Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) está en carrera por sacarse de encima cualquier responsabilidad en las escuchas ilegales al jefe de Gobierno Porteño, Fernando de la Rúa. Preocupado por tomar distancia, Hugo Anzorreguy le deslizó a “Clarín” que el organismo recibió una carta del FBI que decía que el aparato utilizado para pinchar los teléfonos de la jefatura de Gobierno son accesibles a cualquier persona y se pueden comprar por Internet. Esta teoría pretende descalificar el diagnóstico que realizó para De la Rúa el ingeniero Ariel Garbarz después de chequear sus líneas telefónicas. El consultor dice que el espionaje se practicó con un aparato al que sólo acceden los gobiernos. Y ayer agregó otra prueba que, a su entender, lo respalda: “un documento obtenido por un técnico de Telefónica de Argentina que muestra que las líneas de De la Rúa están ‘chupadas’ con el método usado para las intervenciones oficiales”. Lo cierto es que estos cruces de acusaciones no hubieran sido necesarios si el juez Alberto Baños, que lleva la causa judicial desde hace un año, hubiera avanzado en la pesquisa.
La primera denuncia sobre pinchaduras telefónicas al jefe de Gobierno Porteño se remonta a un año atrás. La causa, en la que De la Rúa acusaba a Eliseo Roselló (un radical aparentemente resentido) de espionaje quedó a cargo del juez Baños, a quien en Tribunales curiosamente identifican como amigo del titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy. A mitad de año, cuando se conocieron las escuchas a los hijos de De la Rúa y se los acusó de utilizar su apellido para aprobar materias, la demanda cobró nuevo impulso. Por entonces, el ahora candidato a presidente, contrató a Garbarz para que fiscalizara sus teléfonos. El ingeniero explica que el aparato con que aún están interferidas siete líneas de la jefatura de Gobierno se llama STG-TDM 9990 y sólo puede obtenerlo y usarlo el Gobierno Nacional.
La Side (supuestamente apuntalada por el FBI) hizo trascender entonces que ese artefacto es accesible a cualquier mortal y basta ver, ejemplificaron, la dirección de Internet glassguard.com que exhibe catálogos y permite hacer encargos on line. El secretario de Gobierno porteño, Enrique Mathov, dijo enardecido a este diario: “El Estado es responsable de cualquiera de estos aparatos. Carlos Menem es quien debe aclarar quién espía a cualquier habitante. No esperamos una respuesta de la SIDE sino del Estado”.
De este modo, el cruce de acusaciones entre los unos y los otros no hace más que poner de manifiesto a un gran ausente que preocupa a los abogados que cuidan los intereses radicales. “La causa judicial no avanza”, señaló a Página/12 Fernando Díaz Cantón y dio como ejemplo que no se hizo ninguna pericia oficial, la única forma (al margen de los informes hechos por Garbarz) de rastrear a los autores materiales e intelectuales de las escuchas. “Si llegan a aparecer informes que tengan fiabilidad como prueba pero se contradigan ahí sí el juez va a estar obligado a ordenar peritajes. Por lo pronto parece que la SIDE está tratando de evitar desprestigiarse”, planteó el abogado.
Días atrás, De la Rúa puso todos los datos recabados por Garbarz en conocimiento del juez. Pero ayer el ingeniero agregó otro que, dijo a Página/12, le suministró un técnico de la empresa Telefónica de Argentina que prefirió el anonimato. “Esta persona rescató de la central telefónica de Telefónica que presta servicio a las líneas de la jefatura de Gobierno, un documento que muestra que la línea 342-3139 está pinchada con el método que se usa para intervenciones provenientes de orden judicial. Encontró el protocolo técnico que lo demuestra: “MONTI: SNB=3423139;:ORDERED :CON; MONITORING ESTABLISHED”. Esa es la clave que evidencia que la línea está siendo monitoreada”, explicó Garbarz.
“Se está utilizando la red oficial de cables instalados a partir del decreto 333 del Poder Ejecutivo”, afirmó el ingeniero, también consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y profesor de la UBA y la UTN. El técnico de Telefónica aseguró que halló “un cable por el que viajan 32escuchas telefónicas simultáneas desde el edificio de Telefónica de Argentina de Corrientes 707 hacia el de la SIDE de Billinghurst entre Melo y Las Heras. Todo esto confirmaría que el Gobierno Nacional es el autor mediato de las escuchas ilegales”.
“¿Está por haber elecciones en Argentina?”, preguntó entre risas un hombre que dijo llamarse Gustavo Troncoso y ser presidente de Glassguard Corporation, con sede en Panamá. Desde la ciudad centroamericana, Troncoso trataba de explicar por qué aumentó en los últimos meses la demanda argentina de máquinas para interferir teléfonos. Dijo que no vende el STG (“que son sólo para Estados Unidos”) pero que ofrece modelos equivalentes que oscilan entre 25 mil y 75 mil dólares que los puede comprar cualquiera, incluso sin revelar su identidad, y promete mandarlo por correo.

 

Pinchaduras oficiales

El ingeniero Ariel Garbarz, consultor del Gobierno de la Ciudad, sostiene que existe documentación que avalaría que una de las líneas telefónicas de Fernando de la Rúa está pinchada con el método que usan los servicios.
–Pero usted hasta ahora sostenía que el equipo STG-TDM 9990 no estaba conectado a la red oficial de cables –le señaló Página/12.
–Es cierto que se puede conectar mediante cualquier enlace digital. Yo corroboré el tipo de equipo, pero no puedo detectar desde dónde se hacen las pinchaduras. Sí lo hizo el especialista de la empresa telefónica.
–La SIDE dice que el FBI le ha informado que cualquiera puede adquirir el aparato para pinchar teléfonos. Usted ha dicho lo contrario.
–El STG-TDM no se vende al público ni se publica en Internet. El catálogo de la empresa que lo comercializa en Estados Unidos (Surveillance Technology Group) dice que sólo está destinado “a uso exclusivo de oficiales y agentes pertenecientes a agencias legales y fuerzas de seguridad y sólo en respuesta a requerimientos gubernamentales”. Con todo, nadie podría usarlo más de 24 horas porque el equipo demanda una llave virtual que se transmite a diario desde los Estados Unidos.
–La Glassguard Corporation (mencionada como ejemplo por la SIDE), dice que tiene máquinas iguales a la STG-TDM para interferir teléfonos fijos que no necesitan ninguna llave electrónica y se pueden usar sin problema.
–El que mi equipo detectó en las líneas de De la Rúa usa esa llave.

 

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