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EL CHOQUE DE DOS BARCOS LIBERO VARIAS TONELADAS DE PETROLEO
Una mancha que navega por el río

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El choque fue a 23 kilómetros de la costa y se habrían liberado unas 250 toneladas de petróleo.
El impacto le provocó una abertura al buque “Estrella Pampeana”, de la empresa Shell.

Un barco de Shell chocó con un carguero cerca de Magdalena. La mancha de petróleo tiene unas diez hectáreas. Tratan de aislarla.

t.gif (67 bytes)  Una mancha de petróleo de diez hectáreas se movía anoche hacia la desembocadura del Río de la Plata después del choque de dos buques, uno de ellos con 30 mil toneladas de crudo de la empresa Shell Capsa. El accidente, en el que no hubo víctimas, ocurrió poco antes de las dos de la tarde, entre Magdalena y Punta Indio, cuando las embarcaciones se cruzaron en el canal intermedio de acceso al río, la vía obligatoria de salida y entrada para los barcos que esperan ingresar al puerto de Buenos Aires o seguir por el Paraná. Cuando se encontraban a 23 kilómetros de la costa, un barco carguero con rumbo a Brasil embistió en el costado izquierdo al petrolero “Estrella Pampeana”, con bandera de Liberia y le provocó una abertura redonda por donde en cinco minutos salió una cantidad de petróleo que ayer fuentes extraoficiales calculaban en 250 toneladas. Prefectura Naval y la empresa Shell comenzaban recién pasada la medianoche las tareas para bordear la mancha con flotadores y telas que aíslen el crudo. De la efectividad de ese operativo dependerá, según los especialistas, el impacto ambiental del accidente.
Ayer a la tarde el “SEA Paraná”, de bandera alemana, había salido del puerto de Buenos Aires con una carga de containers rumbo a Brasil. El petrolero “Estrella Pampeana”, un gigante de 228 metros de eslora por 30 de ancho, en cambio, entraba al río desde el puerto de Caleta Olivia, en Santa Cruz. Los técnicos de la Prefectura especulaban ayer con una maniobra equívoca por parte del “SEA Paraná” como motivo de la catástrofe en el kilómetro 93 del canal interior, a 13 millas náuticas de la costa, unos 23 kilómetros. Desde la costa de Magdalena o Punta Indio, los lugares más cercanos al choque, no se llegaba a percibir la mancha de petróleo. Sí era visible desde el aire. Antes de las cuatro de la tarde, cuando se realizó el primer vuelo de técnicos de Prefectura sobre la zona, todavía podía verse a los barcos el uno metido en el otro. El petrolero estaba ubicado en paralelo a la costa y como clavado en sus costillas aún permanecía el carguero de bandera alemana.
A esa hora, según lo que habrían transmitido las autoridades del “Estrella Pampeana” a Prefectura, ya habían logrado frenar el derrame. El sistema para transportar materiales líquidos tóxicos es llevarlos en una serie de contenedores, de manera que si se daña uno, el daño tiene un límite. Los petroleros deben llevar también tanques vacíos y si hay un accidente utilizando bombas se trasvasa el petróleo de los tanques averiados a los sanos. “Ya se ha controlado la pérdida, se trasvasó el petróleo que podía seguir saliendo hacia el lecho del río”, le aseguró a Página/12, cuando eran las siete de la tarde, el subprefecto Miguel Bartorelli, jefe de la División Contaminación y Mercancías Peligrosas, de la Prefectura Naval. A esa hora se realizó un segundo vuelo en helicóptero sobre la zona con los medios de prensa. Los barcos ya habían sido separados. Ambos se dirigían hacia el apostadero de La Plata donde iban a ser inspeccionados para evaluar las circunstancias del accidente. En la zona del desastre ya se percibía el movimiento de la mancha. “El impacto depende también de las condiciones climáticas. Hasta ahora el viento nos favorece y la mancha se retira hacia la desembocadura del río”, le dijo a este diario el oficial Martín Ruiz, jefe de la División Salvamento y Buceo de Prefectura.
A esa altura la silueta negra sobre el marrón del río ya era un rectángulo medio deforme, y tras la mancha se veían estelas de petróleo que iban quedando separadas del resto. Poco después de las ocho de la noche dos remolcadores llevaban, en la mitad del camino, los flotadores y las bombas para realizar las maniobras de aislamiento de la mancha de crudo.
A esa misma hora, un vocero de la empresa Shell le dijo a Página/12 que la mancha había sido “rápidamente controlada” y que las barreras “ya estaban colocadas” aunque estarían evaluando la situación para minimizar consecuencias. Consultada sobre la responsabilidad de la empresa en lapreservación ambiental y ecológica en la zona, el vocero aseguró: “no sabemos si vamos a remediar un daño que todavía no sabemos si existe”.
Fuentes de la Prefectura Naval admitieron ante este diario que en este tipo de accidentes deben recurrir al alquiler de equipos para aislar los derrames. Anoche la mancha se movía a una velocidad de una milla en cinco horas. El viento seguía siendo benéfico. El accidente y los medios para controlarlo jugaban con ese premio.

 

El impacto según expertos

Tres especialistas consultados acerca del impacto ambiental y ecológico que provocará el derrame de petróleo en las aguas del Río de la Plata coincidieron en que los efectos dependerán del grado de efectividad con que trabajen los técnicos para controlar la expansión de la mancha y absorber el crudo desparramado lo más rápido posible y de la dispersión de la corriente.
“Frente a una contingencia de estas características, el plan de acción a implementarse debería apuntar, por un lado, a detener la causa de la pérdida y, por el otro, a controlar lo que se perdió”, sostuvo el biólogo Gustavo Zuleta, profesor de Ecología y Desarrollo de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. En este sentido, el especialista dijo a Página/12 que las barreras flotantes son efectivas para controlar la expansión de la mancha y evitar que empeore aunque, según indicó, “la efectividad de la acción variará según el equipo que se utilice y el modo en que coloquen las barreras en función de las corrientes y los vientos predominantes”.
“De todos modos –consideró Zuleta– los efectos serán mayores cuanto más tiempo pase sin que se contenga el derrame”. Víctor Bravo, de la Fundación Bariloche, coincidió en que el impacto disminuirá cuantitativamente si la mancha de petróleo se absorbe rápidamente. Y sostuvo que “el daño ocasionado va a depender del comportamiento del río, de la magnitud del derrame y de las características del crudo que se dispersó. Pero si impacta sobre determinadas costas, inevitablemente va a provocar problemas en la flora y fauna que se encuentre en esa zona”.
En el mismo sentido apuntó Oscar Daniele, profesor de Geografía de la UBA y consultor ambiental. El especialista indicó que el derrame “provocará un impacto en el ecosistema acuático”, aunque aclaró que dependerá de la capacidad de control de la mancha y de la dispersión de la corriente.

 

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