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Por Cecilia Bembibre  La familia almuerza
un asado modesto en el patio. Parten el pan, mastican con la boca un poco abierta,
escuchan el partido del domingo. Sólo una cumbia que suena de fondo permite adivinar que
esta vez los personajes no son campeones ni gasoleros, sino los protagonistas de
“Salvajes”, uno de los recientes estrenos de Azul Televisión, aspirante a
recrear el mundo de la movida tropical a través del surgimiento de la banda que da nombre
al ciclo. “Salvajes” (lunes a viernes a las 20) es el primer intento televisivo
por dar cuenta, desde la ficción, del fenómeno de la música bailantera en los últimos
años, que alcanzó su pico de masividad cuando desbordó sus circuitos tradicionales y
llenó los teatros de la calle Corrientes, y que hoy mantiene un bastión televisivo en
“A pleno Sábado” (América). El elenco del programa está encabezado por Valeria Lynch. La cantante debuta como actriz, aunque con la experiencia de haber conducido “Más te vale”, en América, y “Vale Valeria”, un sketch en el programa de Marcelo Tinelli. Envuelta en falsos leopardos y con una larga cabellera platinada, Lynch caracteriza a la Loba, quien en otros tiempos fue una popular cantante de bailanta, y hoy es responsable de transformar a un grupo de chicos aficionados a la cumbia en “Salvajes”, un producto exitoso dentro del circuito de la música tropical. No todos los “Salvajes”, sin embargo, son devotos de las melodías bailanteras. Pero la división que se hace en el programa no escapa al estereotipo: en la novela, los ricos recorren decorados barrocos con una mueca de desprecio hacia los jóvenes artistas, mientras que éstos se rodean de pósters de Gilda y otros iconos de la bailanta local. Juan Martín Mercado, Javier Aníbal, Rodrigo Aragón, Mariano Britos y Norberto Spinelli son los integrantes de la banda. Aníbal y Spinelli tienen experiencia: el primero lleva 5 discos editados como solista, y el segundo fue guitarrista del grupo Koraje. Un background que el guión no dejará de aprovechar, y no sería extraño que uno de estos días se anuncie el lanzamiento de la banda de sonido de la novela, aunque Lynch -intérprete de la canción de los títulos– ya descartó su participación en ese proyecto. El elenco se completa con Raúl Lavié, Alejandra Da Passano, Héctor Calori, Patricia Etchegoyen, Jorge Sassi, Rubén Stella, Silvina Rada, Noemí Morelli, Antonio Ugo, Soledad Pávez y Mónica Galán. La presencia de Diego Kaplan junto a Jorge Montero, en la dirección, hacían suponer un producto más innovador que el que se ve en pantalla, especialmente si se tiene en cuenta que Kaplan fue el gestor del atípico “Son o se hacen”. Como en toda telenovela que se precie, la trama gira en torno a identidades falsas, paternidades no reconocidas, y, en primer plano, el romance de la Loba con Nahuel, uno de los músicos veinteañeros. Y, aunque se trata de un culebrón, el programa no escatima esas escenas costumbristas que se proponen como el nuevo paradigma de la televisión verdad. En uno de los primeros episodios, y sobre los restos del asado dominical, el padre (Raúl Lavié), le da a su hijo lo que a todas luces considera una lección de vida: intentando convencerlo de que la necesidad de que se case con la vecina (a quien dejó embarazada), expone: “te bajaste los pantalones, ahora te tenés que casar”. Previsiblemente, al chico se le atraganta el almuerzo. De acuerdo con las mediciones de audiencia, los estrenos de Azul Televisión no son suficientes para resucitar al canal. Entre ellos, “Salvajes” es uno de los más vistos, y aún así, no llega a los cuatro puntos de rating diarios. “A pleno sábado”, en tanto, alcanza por momentos los nueve puntos. Está claro: el público tropical prefiere a los artistas consagrados. Y frente a ellos, “Salvajes” no tiene nada nuevo que agregar.
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