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 Desde hace
unos 20 meses, los neonazis argentinos decidieron volver a la vida pública, luego de un
ostracismo de más de un lustro. Y, emulando a sus colegas del Primer Mundo, comprendieron
que el futuro no sólo pasaba por la acción en el mundo “real”, sino que gran
parte de sus esfuerzos debían concentrarse en la “batalla virtual”.Así, empezaron a multiplicarse las páginas de web de grupos xenófobos argentinos y latinoamericanos, en muchos casos editadas por viejos lídVGeres como Alejandro Biondini, y por quienes parecen decididos a arrebatarle protagonismo, Alejandro Franze y su Partido Nuevo Orden Social Patriótico. Hay dos aspectos de este “retorno a la vida pública” que quisiera destacar: en primer término, el altísimo perfil que han buscado y conseguido, y la pretensión de conformar una red que agrupe a las distintas organizaciones ultraderechistas del Cono Sur. Por lo pronto, visitando algunos de estos websites encontramos vínculos entre grupos de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay. Justamente, de acuerdo con investigaciones de autoridades uruguayas, estos últimos estarían vinculados con los tres atentados con explosivos cometidos en Montevideo desde el 1º de enero. Desde el Centro Simon Wiesenthal entendemos que no se puede permanecer pasivos frente a estos grupos que, a través de su prédica de odio contra las minorías, intentan destruir las bases de la convivencia democrática. Nuestra actividad pretende no sólo brindar una respuesta a posteriori, sino, especialmente, prevenir. En este marco, hemos lanzado una campaña en base a un corto de un minuto de duración, titulado SkinHitler, que realizamos gracias a la colaboración ad honorem de Dreyfus Comunicaciones y La Produ. En el corto, se ve a un actor caracterizado como Hitler, que se afeita la cabeza y el bigote con una navaja, se arranca el uniforme y queda desnudo con su cuerpo tatuado con esvásticas y símbolos nazis. El cierre del corto es con tres placas de texto que condensan el mensaje no sólo de la película sino también del trabajo que nosotros estamos realizando: “El monstruo no murió” “Está mutando” “No lo dejemos crecer” Todavía estamos a tiempo de prevenir. No nos quedemos esperando el momento de apagar el incendio. |