La industria sufrirá por la caída en las ventas a Brasil y las
mayores compras a ese país. Las automotrices preparan despidos
masivos por el desbalance comercial. Reclaman medidas urgentes.
Por David Cufré
La devaluación del
real tendrá un efecto inmediato en el intercambio comercial con Brasil. De acuerdo a
estimaciones de especialistas en el tema, las exportaciones se derrumbarían hasta un 35
por ciento, mientras que las importaciones crecerían 20 puntos. Las previsiones del
gobierno son ligeramente menos catastróficas, pero reconocen la gravedad de la
situación. La primera evidencia del impacto que ello traerá aparejado sobre el empleo es
el anuncio inminente que harían varias terminales automotrices de 2400 despidos, sangría
que no se detendría allí. La Cancillería convocó para hoy a una reunión urgente con
las cámaras industriales que agrupan a los sectores más Brasil-dependientes
en sus exportaciones.
Los empresarios reclaman un aumento de los aranceles, a fin de contener la avalancha en
las compras al país vecino, y mayores reintegros para las ventas externas. El equipo
económico comparte la preocupación del sector privado, puesto que estima en 1100
millones de dólares el descenso en las exportaciones. Por eso, en secreto, Roque
Fernández planea la aplicación de medidas en línea con las demandas de industriales y
exportadores (ver página 3).
Argentina sólo mantiene superávit comercial con el Mercosur. Entre enero y noviembre de
1998, el saldo fue positivo en 1149 millones de dólares. Sin embargo, este año
finalizaría con un déficit cercano a los 1500 millones, según calculó Raúl Ochoa,
economista que asesora al bloque justicialista de diputados. La industria superó el
efecto Tequila gracias a las exportaciones a Brasil, pero ahora, ante el mismo escenario
recesivo, carece de una posibilidad semejante, señaló el especialista.
Automotores, neumáticos, textiles, calzados, bienes de capital, plásticos y papel son
los sectores industriales que más sufrirán por la merma de sus envíos a Brasil. Todos
ellos son altamente dependientes de las exportaciones a ese país (ver cuadro), y tienen
escasas posibilidades de encontrar mercados alternativos. La baja en las ventas a aquel
destino que ya se evidenció en noviembre, cuando las exportaciones retrocedieron un
16 por ciento obedece a que dichos sectores compiten directamente con la producción
brasileña. Por lo tanto, además de las menores ventas, las empresas argentinas temen una
inundación de productos del principal socio del Mercosur.
Durante el efecto Tequila resultaron más perjudicadas aquellas actividades
vinculadas con la demanda interna. En este caso, los principales afectados serán aquellos
sectores que destinan buena parte de su producción al mercado brasileño, y que no pueden
reorientar sus ventas hacia otros rumbos, puntualiza un informe de la Fundación
Capital. El cóctel de menores exportaciones y más importaciones será explosivo para el
empleo en la industria. El presidente de la Unión Industrial Argentina, Alberto Alvarez
Gaiani, se manifestó seriamente preocupado, mientras que el número dos de la
Cámara de Exportadores, Alberto de las Carreras, afirmó que esta situación es
extremadamente grave, y el gobierno debe aplicar medidas urgentes.
|