|
Por Eduardo Videla Burlar los controles migratorios en la Argentina puede asimilarse a una travesura de niños. Lo demostró un chico de 12 años, de nacionalidad uruguaya pero residente en Buenos Aires, que hace una semana viajó a Montevideo como polizón, eludiendo a los inspectores de Migraciones que controlan la documentación en el puerto, pero también a los empleados de Buquebús: con una mochila, un walkman y un par de rollers, el chico se confundió entre otros pasajeros y cruzó el charco de contrabando. Se había escapado de su casa y quería visitar a su hermana. Lo descubrieron horas después, cuando deambulaba con rumbo perdido en la Ciudad Vieja. Ayer, la Justicia de menores del Uruguay lo devolvió a su madre, que lo trajo de vuelta a Buenos Aires. Mientras la dirigencia política debate sobre si perseguir o no a los inmigrantes ilegales, los pasos fronterizos en este caso, el puerto de Buenos Aires se asemejan a un colador. Ricardo A. los puso a prueba el miércoles 13, cuando embarcó en el Buquebús que partía hacia Montevideo, mezclado en el montón, junto con otros chicos, según el relato que hizo el chico a Ana María Cerdeira, titular de la Comisaría del Menor de Montevideo. El menor pasó sin problemas el control aduanero uruguayo y esquivó a la Prefectura oriental. Solo, se encaminó a la Ciudad Vieja, con un domicilio impreciso que llevaba en la memoria. Medio perdido, pidió auxilio a un agente de la policía, en Plaza Zabala y Washington. Dijo que había extraviado los documentos y el dinero, y que buscaba la casa de su hermana. Vive pasando el puente Carrasco, decía. El policía lo llevó a la seccional. Desde allí intentaron reconstruir el teléfono de la hermana, pero fue imposible. Entonces, se le dio intervención al juez de Menores. El chico pasó la noche en la Comisaría del Menor, donde estuvo unas 12 horas. Estaba bien vestido. Llevaba una mochila buena, con una muda de ropa, unos walkman y un par de rollers. No tenía signos de maltrato, relató Cerdeira a Página/12. Ricardo les contó a los policías que su padre lo maltrataba. Dijo que le echaban la culpa de cosas que hacían unos amigos y lo castigaban, recordó la oficial. También contó que ésta era la quinta vez que se iba de la casa, que en una ocasión había ido a Córdoba, pero que era la primera vez que salía del país. Para él era toda una aventura, agregó la mujer. El jueves, Ricardo fue internado en el Hogar Garibaldi, dependiente del Instituto Nacional del Menor (INAME). A partir de ese momento se tomó contacto con los padres. La semana pasada vino la madre a buscarlo, pero no trajo la partida de nacimiento. Hoy (por ayer) la presentó, se hizo la consulta a Interpol y se le entregó el menor, dijo a Página/12 la titular del INAME, Stella López Beltrán. ¿Por qué lo devuelven a sus padres si hay de por medio una denuncia de maltrato? preguntó este diario. Es una decisión de la jueza. Pero, si hubo maltrato, no corresponde a nuestra jurisdicción sino a la Justicia argentina investigarlo respondió López Beltrán. Según informaron fuentes de la policía uruguaya, los padres del menor viven en la avenida Congreso y Cuba. El padre es plomero y la madre se dedica a hacer labores. Ambos son de nacionalidad uruguaya. Ahora la Justicia investiga supuestas irregularidades en el control migratorio uruguayo y en la empresa Buquebús, que no detectaron al pequeño polizón. Fuentes de la Dirección de Migraciones de la Argentina admitieron la laxitud del control de entrada y salida de pasajeros al país. Recién en octubre, merced a un contrato con la empresa Siemens, el sistema va a estar informatizado y habrá mayor control, dijo a este diario un funcionario de esa cartera. En el caso de Ricardo, la falta es grave porque los menores no pueden salir del país sin autorización de sus padres y con documentos de identidad. Respecto de los supuestos malos tratos, la coordinadora de la Defensoría de Niños y Adolescentes del gobierno porteño, Noris Pignata, dijo a este diario que la denuncia debe hacerse ante la Defensoría de Menores, en Tribunales o a la línea 102, del Consejo Nacional del Menor.
|