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 “Pienso
en mí misma como una artista de performances. Odio que me llamen estrella pop”,
declaró Madonna en el programa del entrevistador-estrella de la CNN, Larry King. La
cantante fue la invitada del lunes al ciclo nocturno de entrevistas, y allí resumió
algunos de los hitos de su carrera. Y, de paso, hizo a 600 millones de televidentes
testigos de su reciente metamorfosis. Según contó, adoptó su nuevo estilo –pelo
oscuro y lacio, labios rojos, ojos sin maquillar– después de leer Memorias de una
geisha, de Arthur S. Golden. “Cambio constantemente, y es por eso que digo que soy
una artista de performance. Me apropio de las ideas del cine, la música o la
literatura”, justificó.Comenzó elogiando a su competidora por la mejor artista femenina del año, en las nominaciones  de los premios Grammy. “Si no pudiera
votar por mí para álbum del año, lo haría por Lauryn Hill. Es asombrosa.”
Después ofreció la versión Madonna del perfil bajo. “Lo peor de la fama es no
tener intimidad. Lo mejor, la ropa gratis”, puntualizó la artista, haciendo crujir
la campera de cuero de diseño que llevaba puesta, como para enfatizar la idea. Pero, como
sucedió a lo largo de toda la entrevista, no perdió el control. “¿Qué se siente
no tener necesidades económicas? No lo sé. Soy demasiado reservada para gastar de un
modo decadente. Debe tener que ver con mi crianza en una familia de clase media baja ... a
veces me olvido de que tengo dinero”, agregó.Aunque no se habló de política, Madonna no perdió oportunidad de opinar sobre el caso que ocupa el interés de los estadounidenses. “Apoyo al presidente Clinton cada vez que hablo sobre el tema. Creo que le tocó lo peor de esta situación, ya que no es el primer presidente en tener una relación adúltera. Por otra parte, la gente está enferma de esto”, comentó, y más tarde no se privó de ironizar sobre la falta de habilidades de la ex becaria. La filmación de Evita fue uno de los temas en los que King parecía especialmente interesado. En varias entrevistas, la cantante había aludido a la incomodidad que le causó filmar la película de Alan Parker. Y ésta no fue la excepción: “Hacer Evita fue muy difícil en todos los niveles. Filmamos en la Argentina, donde Evita era una figura muy controvertida. Y hacía calor, estaban los miles de extras, y yo estaba embarazada ... Además, todos estábamos haciendo algo que no sabíamos bien qué era: fue un riesgo”. “Me gustaría ser recordada como una buena madre”, dijo Madonna cuando una televidente le pidió que expresara un deseo. Los instintos maternales de la cantante se llevaron gran parte del reportaje. “Tuve una relación de dos años con Carlos antes de casarme, y estaba locamente enamorada de él. Los comentarios que insinúan que yo sólo buscaba alguien con quien tener un hijo son muy injustos”, comentó, en alusión a Carlos León, su guardaespaldas y padre de su hija Lourdes. También le dio a King consejos sobre cómo criar a un chico: “Hay que tener disciplina. Hay un par de cosas por las que Lourdes hace berrinches. Por supuesto, no las consigue así”, explicó, y reconoció que su hija no estaba viendo el reportaje porque tiene prohibido ver televisión. “No quiero que se vuelva adicta a la TV: a Lourdes le gusta leer, usar su imaginación”, dijo, y reconoció que era una tradición familiar: “Yo tampoco veía televisión cuando era chica”. “¿Dejaría trabajar a su hija como becaria en la Casa Blanca?”, quiso saber después una televidente. “Absolutamente”, respondió Madonna, reiterando su confianza en Clinton. Y agregó: “Estoy segura de que mi hija nunca se involucraría con un hombre casado. La mataría si lo hiciera”.
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