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"El gobierno argentino no debe  compensar la devaluación del real"

En un reportaje exclusivo con Página/12, Milton Friedman aconseja a Roque, su ex alumno, cómo enfrentar la crisis brasileña. "Si yo fuera argentino no diría que hay que dolarizar", afirma.

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Por Maximiliano Montenegro

t.gif (67 bytes)  Milton Friedman es el más célebre de los premio Nobel de Economía. Creador de la escuela monetarista, la que dominó la academia norteamericana en las últimas dos décadas, Friedman fue profesor, en la Universidad de Chicago, de Roque Fernández y buena parte de su equipo. Con 86 años cumplidos, también se cuentan entre sus alumnos más de la mitad del staff de funcionarios del Fondo Monetario y del Banco Mundial. Cuando Página/12 lo contactó telefónicamente en su casa en las afueras de Chicago, empezó el diálogo mostrando estar bien informado: "Sigo de cerca la crisis en Brasil. También sé que el gobierno argentino está preocupado por sus consecuencias y que está considerando la posibilidad de dolarizar completamente la economía en lugar de usar un sistema de convertibilidad", afirmó.

--¿Cuál es su opinión sobre esa idea?

--Creo que la presente caja de conversión (la convertibilidad) es un muy buen arreglo al cual Argentina se tiene que aferrar. Si Argentina no puede aferrarse a la convertibilidad, dolarizar no va a mejorar las cosas. Si existe la decisión política para dolarizar, entonces también se debe tener la decisión política para sostener el presente sistema. El sistema de convertibilidad en Argentina es el equivalente a la dolarización. Déjeme ponerlo en estos términos: como norteamericano yo tal vez esté a favor de dolarizar, pero si fuera argentino no creo que diría que hay que dolarizar. Dolarizar es una decisión extrema, muy dura.

--¿Cómo evalúa la situación de Brasil?

--Lo que pasó en Brasil era inevitable. Brasil tenía el mismo sistema monetario que tuvo Argentina cuando sufrió grandes debacles económicas. Tratar de fijar el tipo de cambio cuando al mismo tiempo se mantiene un Banco Central independiente es una receta para el desastre. Pero no sólo en Brasil: trajo problemas en Inglaterra, en Tailandia, en Malasia y en muchos otros países. La adopción por parte de Brasil de un tipo de cambio flotante es una decisión correcta.

--Pero ahora van soportar una fuerte recesión.

--No hay forma de evitar la recesión. Pero esta recesión es la consecuencia de la mala política aplicada hasta la semana pasada.

--¿No cree que, después de la devaluación, la inflación volverá a resurgir en Brasil?

--La única forma de detener un rebrote de la inflación en Brasil es frenar la impresión de dinero. Y la única manera de detener la impresión de dinero es recortar los gastos del gobierno. Ahora necesitan realizar un fuerte ajuste fiscal. Ustedes conocen bien el tema en Argentina: lograron frenar la inflación no simplemente porque adoptaron un sistema de convertibilidad sino porque además instrumentaron un ajuste fiscal que permitió dejar de imprimir dinero.

--¿Brasil debe seguir con una política cambiaria de flotación libre del real?

--Así es. Hay sólo dos acuerdos cambiarios que tienen sentido. Uno es el argentino, de tipo de cambio fijo, pero con un sistema de convertibilidad que inhibe al Banco Central de emitir dinero. La alternativa es un tipo de cambio flotante, con un Banco Central con la posibilidad de hacer política monetaria. Es el caso de Japón, Nueva Zelanda, Australia o Estados Unidos. Una fórmula intermedia sólo puede traer problemas.

--¿Es viable un Mercosur teniendo a Brasil con un tipo de cambio flotante mientras Argentina permanece con el peso fijo contra el dólar?

--No veo ningún inconveniente. Si Brasil tuviera un tipo de cambio fijo, ahí sí habría problemas, porque Argentina viviría a la espera de la explosión brasileña. Pero con un tipo de cambio flotante no habrá problemas, porque la paridad se adaptará automáticamente, haciendo la política interna de Brasil consistente con las políticas en Argentina.

--La competitividad de Argentina se redujo mucho en relación a Brasil lo que impactará seriamente sobre los sectores productivos locales.

--La competitividad de Argentina depende de la productividad de la economía argentina, no de la devaluación nominal del real.

 

--¿El Gobierno debería aceptar la devaluación en Brasil sin hacer nada?

--Absolutamente, ¿qué más podría hacer?

--Por ejemplo, aplicar un impuesto a las importaciones brasileñas, como está evaluando el equipo económico argentino.

--Esa sería una muy mala idea. Sería algo estúpido. Tal vez parezca que ayuda en el corto plazo, pero hará mucho daño a más largo plazo en términos de menor crecimiento y empleos. El futuro de la Argentina depende de su integración a la economía mundial, por eso tiene que reducir las barreras comerciales no aumentarlas.

--Pero Argentina tiene un nivel de desocupación muy alto que, se teme, aumente todavía más con Brasil en recesión y con el real devaluado.

--Para evitar un salto abrupto del desempleo tienen que flexibilizar más el mercado laboral. No hay otra salida.

--Es decir que en el corto plazo hay que tener la decisión política suficiente para soportar una alta tasa de desocupación.

--No. Hay que tener la decisión política para flexibilizar el mercado laboral y hacer que el desempleo se reduzca de una manera genuina. Un alto desempleo es una indicación de que el Gobierno está fallando. Pero no puede ser resuelto con una receta fácil. Hay que hacerlo al viejo estilo: haciendo todo el sistema económico más flexible. Argentina no puede cometer hoy el mismo error que en el pasado al querer combatir el desempleo en el corto plazo con políticas fiscales y monetarias, que sólo llevarían a la hiperinflación.

--En países como Argentina no sólo hay mucho desempleo sino también mucha pobreza. Flexibilización laboral significa flexibilización salarial y si los sueldos siguen bajando la pobreza será mayor.

--Para reducir la pobreza se necesita una sociedad más productiva. Y para tener una sociedad productiva hay que tener una sociedad más flexible, dejando que el mercado trabaje. No se pueden obtener resultados sin esfuerzo. En economía no hay almuerzos gratis.

--¿La volatilidad financiera en el mercado mundial continuará?

--Creo que habrá cada vez más crisis en el futuro. Los gobiernos en el mundo están haciendo lo incorrecto al tratar de controlar las corrientes de capitales. Y el FMI es parte del problema no de la solución. Muchas de las crisis financieras recientes hay sido producidas por el FMI. El Fondo Monetario Internacional debería ser abolido: hace más daño que bien en la economía mundial.

--Pero en este caso el FMI ayudó a Brasil a sobrellevar la crisis.

--En el caso brasileño, el FMI ayudó a Brasil para insistir con una política de tipo de cambio fijo cuando no estaban dadas las condiciones para sostenerla. De no haber insistido por ese camino, Brasil hubiera hecho el ajuste antes y los costos ahora serían menores. ¿Qué ganó Brasil y el mundo con que Brasil pospusiera el ajuste? Ahora me preocupa que el gobierno brasileño insista en diseñar un nuevo plan con la ayuda del FMI.

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