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 La
Alianza presentó ayer sus propuestas para aislar a la economía de la crisis brasileña.
Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide destacaron la gravedad de la situación
y reclamaron al gobierno tomar acciones inmediatas. El documento, que se autoproclama en
defensa del empleo, la producción y el Mercosur, sugiere implantar aranceles transitorios
a las importaciones brasileñas, fomentar las exportaciones y eliminar impuestos internos.
La semana pasada, los líderes aliancistas destacaron que no le pondrían “palos en la rueda” al gobierno y ayer acercaron sus propias sugerencias para enfrentar el efecto caipirinha. “No queremos alarmar más de lo necesario, pero hay que poner el máximo del esfuerzo, convocando a todo aquel que tiene algo que aportar en la búsqueda de soluciones, para que no se pierdan empleos en la Argentina”, subrayó Fernández Meijide, quien hizo hincapié en el peligro de que la crisis dispare la tasa de desocupación. Los economistas que participaron en la elaboración de las propuestas fueron Pablo Gerchunof, Guillermo Rozenwurcel, Adalberto Rodríguez Giavarini, Arnaldo Bocco, Aldo Ferrer y Enrique Martínez. No estuvieron los dos principales candidatos a ministro de Economía en caso de triunfar De La Rúa, José Luis Machinea y Ricardo López Murphy, quienes se encuentran fuera del país. El plan de la Alianza apunta tanto al frente interno como al Mercosur. En el primer caso, se reclama al gobierno que cumpla con la devolución automática del IVA a los exportadores, para fomentar las ventas externas. En este sentido, también se pide dinamizar las líneas de financiamiento a las exportaciones a través de los bancos oficiales. Por último, sugiere “reducir la presión impositiva sobre las empresas”, mediante la “suspensión transitoria del impuesto a los activos”. En cuanto a las negociaciones con Brasil, De la Rúa destacó que las acciones que tome la Argentina deben ser consensuadas con ese país, ya que debe “protegerse al Mercosur”. La principal medida alentada por los aliancistas es la “aplicación de un arancel transitorio a las exportaciones brasileñas intra-Mercosur”, vigente durante todo el año. El nivel de ese impuesto “debe ser equivalente al arancel externo común” del bloque regional, que promedia el 12 por ciento. “Los recursos provenientes de esa fuente podrán utilizarse para otorgar reembolsos a las ventas dirigidas a Brasil, con excepción de los commodities que pueden derivarse a terceros países”, se recomienda. Las demás medidas apuntan a que Brasil desmantele sus programas de fomento a las exportaciones y a que “priorice a los socios del Mercosur en las compras de las empresas y organismos estatales”.
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