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A dos días de cumplirse el segundo aniversario del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, el gobernador Eduardo Duhalde cree que es absurdo hablar de impunidad en este caso, ya que están presos y confesos sus asesinos. También puso en duda que Alfredo Yabrán haya sido la persona que ordenó matar al periodista que apareció calcinado y con un balazo en la cabeza la madrugada del 25 de enero de 1997 en una cava cercana al exclusivo balneario de Pinamar. Por más que un sector del periodismo quiera pretender que este crimen quedó impune, me parece que plantearlo así es absurdo, aseguró ayer Duhalde. Al ser consultado sobre el curso de la investigación, respondió: se ha avanzado en un 80 por ciento ya que en este crimen están presos y confesos los que participaron en el mismo. Se refería al ex oficial de la policía bonaerense Gustavo Prellezo, y los denominados horneros Héctor Retana, Sergio González y Carlos Braga, acusados de ser los autores materiales del hecho. Según Duhalde habrá que esperar a que termine el juicio para saber cual fue el móvil del asesinato. Dijo que acá se ha avanzado en lo central, y sugirió que posiblemente nunca se conozcan los motivos del homicidio. Si el secreto se lo llevó alguno a la tumba, no lo vamos a saber, pero lo importante es que los homicidas están (identificados). De todos modos el gobernador cree que la razón del asesinato de José Luis era precisamente su profesión, a lo que se sumó un sentimiento de impunidad con el que se manejaban algunos personajes de la sociedad argentina. Pero curiosamente no mencionó entre esos personajes a Alfredo Yabrán, sindicado como el autor intelectual de la muerte del periodista. Me parece increíble, me parece raro que Yabrán haya dado la orden, dijo. Para Duhalde la hipótesis surgió del periodismo, a mi me parecía que no había ningún motivo... me parecía, dudó el gobernador. A los pocos días del homicidio, el empresario postal comenzó a ocupar el lugar central entre los sospechosos debido a que Cabezas lo había fotografiado mientras caminaba por una de las playas de Pinamar en traje de baño. Sacarme una foto a mi es como pegarme un tiro en la cabeza, había declarado Yabrán. Yo agregó el gobernador nunca creí, ni creo que Yabrán lo haya mandado a matar. Quizá se trató de un final no querido donde necesariamente la orden no debe ser vaya a matarlo, sino vaya a darle una paliza. De todos modos el juez de Dolores que llevó la instrucción de la causa, José Luis Macchi, entendió que Yabrán estaba seriamente comprometido en el asesinato y dictó la captura del empresario quien logró escapar de la Justicia para después volarse la cabeza de un escopetazo el 24 de mayo del año pasado en su estancia en Entre Ríos. Duhalde estará en Pinamar el próximo lunes 25, cuando se cumpla el segundo aniversario del asesinato del fotógrafo y pese a sus declaraciones pareció mostrarse emotivo al asegurar que esto es lo que a veces no me tiene bien en Pinamar, porque realmente el recuerdo de aquellos días es para mí muy doloroso.
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