HOY CAMBIAN TODOS LOS TELEFONOS |
Por Horacio Cecchi Hola, ¿vieja? ... Nnno... Perdón, ¿no está la vieja? Vieja tu abuela... ¿quién te creés que sos? Mi abuela salió... Hoy, a partir de las 24 horas, la fluidez de las comunicaciones entre los argentinos pasará por una especie de clímax, quizás caótico, quizás promisorio en cuanto a las relaciones humanas, cuando se dé por iniciado el Nuevo Plan Fundamental de Numeración Nacional. La cuestión es sencilla: básicamente desde hoy usted le tiene que agregar un 4 a su número de teléfono. Pero no en cualquier lugar: delante de todo. Si quiere llamar a otra localidad deberá agregar además un 1, 2, o 3 antes del código de larga distancia según dónde quiera llamar: Capital Federal y alrededores, Región Interior Sur o Región Interior Norte. Espere, espere, no corte. Lo de Capital Federal y alrededores es una forma de decir. En realidad son algunos alrededores, no todos, los que llevan el 1. Hay otros que llevan el 2 y otros el 3. Además, los celulares no van como iban. Su número en Internet tampoco, ni los 0-800, que deberán repetir el... hola... hola... Después de poco más de dos años de proyectos, consultas y pruebas, finalmente el anunciado cambio de numeración telefónica llegó a su hora. Desde diciembre del 96, los hombres del secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath, comenzaron a analizar la forma de ampliar la capacidad de líneas telefónicas, teniendo en cuenta la desregulación del mercado y el lógico crecimiento de demanda de líneas de parte de los usuarios. En 1990 teníamos 3 millones de líneas instaladas y hoy hay más de 7.600.000, dice a Página/12 el ingeniero Pedro Sequeira, coordinador del Area de Planeamiento de Telecomunicaciones de la CNC. Si sumamos los operadores de pager (radiomensaje), celulares, y demás, la cifra sube hasta los 11 millones. La posibilidad que había era decir: no hay más líneas o avanzar con el Nuevo Plan. La capacidad de numeración está en relación directa con la cantidad de dígitos. En el país los números tienen entre 5 y 7 dígitos según la localidad y la cantidad de población. Al incrementar un dígito se multiplican geométricamente las posibilidades. Esto es tentador no sólo para la población sino también para las empresas de telecomunicaciones. No en vano han invertido decenas de millones de pesos en el asunto. En principio hay que saber que el 4 se ha transformado en una especie de obsesión cabalística. Tiene algunas razones técnicas que lo explican, pero podría haber sido cualquier otro número, sostiene Sequeira. El 4 pasa a ser, de ahora en más, el primero de todos los dígitos de todos los teléfonos argentinos. Para llamadas locales. Obvio. La cosa se complica en larga distancia. El código pasa a agregar un 1, 2 o 3 según la región geográfica (ver recuadro). Además del 4. Obvio. Si desde Buenos Aires quiere llamar a algún pariente en Tinogasta, Catamarca, deberá tomarse un ratito para marcar a partir de hoy lleva 11 dígitos y un rato más largo para entender cuál es el número que quiere marcar. En el caso de los celulares hay que saber cuál es la empresa y tener algún conocimiento de geografía aplicado a las comunicaciones. Los celulares de Capital y algunos alrededores llevan el clásico 15 seguido por el susodicho 4, más el viejo número. En interior se complica (ver recuadro). Aunque desde la Secretaría Nacional de Comunicaciones consideran que es una cuestión de costumbre En dos o tres meses la gente va a estar habituada, asegura Sequeira, previendo algunos problemitas instalaron el 120, totalmente gratuito y sin el consabido 4, donde un contestador telefónico intenta aclarar semejante galimatías. Una voz femenina, muy agradable, para nada prepotente aunque algo metálica, se anticipa sugiriéndole: Tenga a mano lápiz y papel, y prosigue explicando las diferentes variantes, cómo es el nuevo número al que quiere llamar, y recomienda cómo prepararse ante el cambio con consejitos tales como modifique sus agendas, papelería comercial, actualice el mensaje de bienvenida en su memobox, comunique rápidamente a sus parientes, amigos, clientes.... Hasta ayer no había complicaciones para acceder al 120. A partir de hoy está a prueba. Elegimos el 24 porque la última semana de enero es la de menos tráfico de comunicaciones y porque es domingo -explica Sequeira. Los usuarios van a tener tiempo de practicar jugando un poco con el teléfono. El juego no es gratis. Obvio. Si alguien llama al número viejo, la central puede llegar a derivarlo automáticamente o indicarle que marque de nuevo. En cualquiera de los dos casos, la comunicación errada se cobra. Nene... ¿sos vos? Sí, vieja contesta a la madre su hijo, en Nueva York. No me llames más. ... ¿Qué pasó? Nada, nada... nene. No te preocupes. Te mando una carta y te explico lo del cuatro le dice la señora evitándose media hora de pulsos... ¿Cómo están los chicos?... Bien, vieja, bien... ¿cómo era lo del cuatro?...
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