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| Por Elio Bratt Desde Neuquén 
Aunque moleste, el apellido está indisolublemente unido a la historia de la provincia.
Porque en estos paisajes patagónicos nombrar a la familia Sapag es, para muchos, lo mismo
que decir Neuquén. Y treinta y ocho años después de haber fundado casi en forma
familiar un partido que no perdió ninguna contienda electoral desde entonces --el
Movimiento Popular Neuquino (MPN)--, la noticia de la semana fue el renunciamiento
público de Felipe Sapag a ser reelecto -–por sexta vez en su vida-- como gobernador
provincial. Pero por un curioso enfrentamiento partidario de hermanos, primos, tíos y
sobrinos, los cuales ostentan todos el mismo apellido y se dicen herederos de él, la
realidad política de esta provincia patagónica muestra que no le va a ser fácil zafar
de ese estigma histórico que la marca hace cuatro décadas y un año, momento en que un
simple y casi desconocido carnicero, hijo de inmigrantes siriolibaneses que llegaron a
Zapala para afincarse, fue elegido por primera vez intendente de Cutral-Có. Hasta la abdicación pasaron desde entonces dos períodos inconclusos (1963 y 1973), uno de facto (1972), uno completo (1983) y este último de despedida desde 1995. "Me retiro por una realidad biológica, ya que estoy por cumplir en estos días 82 años" argumentó Felipe Sapag, pero muchos sospechan que el paso al costado de "Don Fe" fue más por los costos políticos que sigue pagando a diez meses de culminar su, ahora sí, último gobierno. Las dos revueltas en el pueblo que lo catapultó a la política, el asesinato en una de ellas de la trabajadora doméstica de Plaza Huincul Teresa Rodríguez, más un enfrentamiento casi ininterrumpido desde hace tres años con los gremios estatales más poderosos (ATE y los docentes de ATEN) por el ajuste económico suenan más convincentes a la hora de explicar el porqué de una decisión esperada y no por eso sorprendente.
Es conocida la interna que domina el mayor partido provincial de la Argentina –-el MPN tiene poco más de cien mil afiliados-- desde hace una docena de años. Jorge Omar Sobisch es el hombre que, a pesar de haber crecido políticamente bajo su ala como intendente capitalino en el período 83/87, se atrevió a enfrentar por primera vez el liderazgo de Felipe en el partido. Incluso llegó a ganarle por única vez una elección interna, si se toma como tal el triunfo que obtuvo en el '91 cuando le ganó al hijo mayor de Felipe, Luis Sapag, quien aparecía a los ojos de todos como el candidato a heredar el poder de su padre. Y justamente es en torno de quien fuera a la sazón gobernador de Neuquén entre los años '91 al '95 donde se ubican y enfrentan como nunca la decena de personajes políticos que tienen el apellido Sapag como distintivo ancestral neuquino. Con Sobisch se vuelve a ubicar Jorge Sapag (hijo del político que fuera legislador más años en la historia argentina, el senador nacional Elías Sapag, hermano de Felipe), esta vez no como su último y más duradero ministro de Gobierno y Justicia, sino como su compañero de fórmula para alcanzar la gobernación neuquina este año. Sobisch apela nuevamente a un Sapag para ganarle a otro Sapag que tiene el mismo nombre que su tío y que lo conoce muy bien de otras lides y otros tiempos. Y es que Felipe "Pipe" Sapag (actual senador nacional, reemplazante de su padre Elías desde el '93) fue quien lo acompañara hace ocho años en la fórmula que le ganó al hijo de su tío, el mismo Felipe que hace cuatro días lo ungió como "el próximo gobernador de los neuquinos". Debe tomarse nota y no confundirse: los hermanos de Pipe, Luz María, Elías Alberto "El Gringo" y Nuno están con Jorge y, por tanto, alineados con Sobisch y enfrentados a su tío. Esto no sería curioso si no se tomara en cuenta que la actual reelecta intendente de San Martín de los Andes, Luz María Sapag, fue la principal responsable de la pérdida por parte de Sobisch en la última interna que proclamó a Sapag para llegar a ser por quinta vez gobernador de su provincia natal: apenas una semana antes del comicio del '95, Luz se pasó al bando de su tío y Sobisch perdió la interna por apenas dos mil votos, la misma diferencia que Sapag le sacó en San Martín.
Pero veamos quiénes se alinean por detrás de los "Felipes" (Pipe y el actual mandatario): Daniel y Edgardo Sapag, hijos de un hermano de Felipe, Amado, y virtuales dueños del segundo distrito provincial: Zapala, en la cual Edgardo es su intendente reelecto. Aquí no dejan de ser curioso los enroques que hubo en el tiempo, ya que Daniel (quien fuera en la gestión Sobisch director de Vialidad Provincial) fue su candidato a diputado nacional cuando la interna del '95 y ahora vuelve a estar alineado bajo el ala protectora de su tío, junto a su primo Pipe. Y desde ya que los dos hijos que le quedan a Don Felipe -–Enrique y Ricardo fueron asesinados por los militares en la dictadura del '76 por participar en la organización Montoneros-- responden absoluta e inequívocamente a su padre. Silvia, flamante senadora nacional junto a su primo Pipe, y Luis, el mayor de todos, titular de una de las constructoras más exitosas en la vida del Neuquén, ex empresario periodístico del desaparecido El Diario del Neuquén y actual funcionario del invento más preciado de todos los sapagistas: el Copade, Comisión Para el Desarrollo del Neuquén, principal arma de Felipe para delinear sus proyectos de gobierno. En el medio de este concierto que lleva como instrumento principal un solo y recurrente apellido, se encuentran un ex gobernador y más veces ministro de Economía provincial, Pedro Salvatori, y un ex vicegobernador y actual legislador provincial, Horacio Forni, quienes insisten en enfrentarse internamente ya no sólo con Sobisch sino también con el mismísimo Felipe, luz y llama de toda su inspiración política en otros tiempos. Pero por detrás de todos ellos, remando silenciosa y despaciosamente se encuentra quien fuera miembro del Tribunal Superior de Justicia provincial en la época de Sobisch y diputado nacional en la época de Sapag, cargo que lo vuelve a encontrar en este momento. Se llama Oscar Massei y es el candidato a gobernador por la Alianza de Neuquén, sobre quien recae la enorme posibilidad de ser quien corte una racha de victorias del MPN ininterrumpidas de los últimos cuarenta años en la próxima elección. Eso sí, a pesar de que el repetitivo apellido no está en su fórmula (lo acompaña el ex diputado nacional por la UCR Rodolfo "Popo" Quezada), nadie descarta que algún Sapag aparezca en algún cargo, si es que Massei llega al gobierno. Hay tantos en la provincia que uno nunca sabe.
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