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Por Mónica Flores
Correa
Después de demorar dos horas para reanudar el proceso, debido a las dudas acerca de cómo continuar con los procedimientos, el senador Byrd presentó su prometida moción de sobreseimiento. En este contexto, sobreseimiento (dismissal) significa, lisa y llanamente, rechazar los cargos de perjurio y obstrucción, y dar por concluido el juicio. En el caso de un impeachment presidencial, el caso no se puede reabrir ni hay apelación. Aunque destinada en apariencia al fracaso, la Casa Blanca y los fiscales tuvieron dos horas para argumentar a favor y en contra de la propuesta del demócrata Byrd frente a los cien senadores. Desde la mañana, el futuro del sobreseimiento parecía negativamente signado. Luego de una reunión de senadores republicanos a puertas cerradas, Trent Lott, líder de la bancada, anunció que contaba con suficientes votos conservadores como para bloquearlo. En una curiosa interpretación de lo que los norteamericanos vienen diciendo en las encuestas, el senador sostuvo que "el pueblo norteamericano no estaría de acuerdo". Joe Lockhart, vocero de la Casa Blanca, criticó a los republicanos por rechazar la moción que "con una base bipartidaria podría concluir el caso en forma expeditiva". Fuera del recinto de la Cámara alta, las negociaciones acerca de la incorporación de testigos continuaron. En las primeras horas de la mañana, los fiscales se reunieron para dar los toques finales a la lista de testigos y enviarla al senado. El domingo, los congresistas habían interrogado "informalmente" a Monica Lewinsky, la protagonista del 'affaire' sexual con Bill Clinton. Si se aprueba la moción de llamar testigos, el Senado se abocaría a escucharlos y el juicio se prolongaría por un período indeterminado. En cambio, si la votación en el Senado no es favorable a esta propuesta, el juicio entraría en la fase final con una última ronda de argumentos por parte de los fiscales y la defensa, y la votación de los artículos (o cargos) del 'impeachment'. Algunos observadores optimistas opinaron que no es del todo probable que la moción para el llamado de testigos sea aprobada. Estas opiniones se fundan en que hay republicanos que parecieran inclinarse por no alargar un juicio que ya es notablemente impopular. El senador demócrata Richard Durbin señaló que "existe la impresión de que si los fiscales logran lo que se han propuesto, nosotros (los senadores) nunca vamos a llegar a una decisión bipartidista". Y este ultimo tipo de resolución es exactamente lo que el Senado quiere para evitar caer en la ferocidad facciosa que se vio en la Cámara de Representantes cuando discutieron el impeachment.
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