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La imparable devaluación del real amenaza con esparcir una profunda recesión en las economías regionales, muy dependientes de las ventas al socio mayor del Mercosur. Según informes del Ministerio de Economía y de consultoras privadas, además de la hecatombe del complejo automotor, radicado en Córdoba, peligra una serie de agroindustrias mano de obra intensivas a lo largo y a lo ancho del país. Mañana, Roque Fernández y Carlos Corach recibirán a doce gobernadores de las provincias más afectadas para según dijo el ministro del Interior tomar medidas preventivas frente a la crisis brasileña y la producción regional de cada una de ellas. Sin embargo, a juzgar por los magros resultados en las negociaciones con Brasil, todo indica que no habrá forma de evitar que la crisis haga tambalear al interior. Las áreas más afectadas serían Córdoba, base de operaciones de la industria automotriz; el Nordeste (Chaco, Corrientes y Entre Ríos), productor de algodón y arroz; el Alto Valle, exportador de manzanas y peras a gran escala a Brasil; Mendoza, donde se desarrollaron en los últimos años dinámicas agroindustrias con miras al Mercosur (ajo, cebolla, conservas); Buenos Aires, por su producción de trigo y papa; y las provincias patagónicas, que habían encontrado en Brasil un atractivo mercado para el pescado. Más aún, hasta la provincia del presidente Menem acusará el impacto: el 90 por ciento de las exportaciones de aceitunas de La Rioja se dirige a Brasil. De acuerdo a un estudio de la Fundación Andina, siete provincias (Corrientes, Formosa, San Luis, Mendoza, La Rioja, Neuquén, La Pampa), más la ciudad de Buenos Aires, tienen una muy alta dependencia en sus exportaciones de Brasil, ya que más del 35 por ciento de sus ventas al exterior se dirige a ese mercado. Otras cinco provincias (Buenos Aires, Tierra del Fuego, Entre Ríos, Río Negro y Santa Cruz) presentan una alta dependencia de Brasil, ya que la proporción de exportaciones orientadas al socio mayor superan el promedio nacional del 29 por ciento. En tanto, cinco provincias tienen una dependencia moderada y sólo para cuatro provincias hay una baja dependencia (ver cuadro). Esta clasificación no siempre refleja correctamente la magnitud que tendrá el Efecto Caipirinha sobre la producción local. La razón, obviamente, es que no en todas las provincias las exportaciones tienen el mismo peso sobre el nivel de actividad local. Por ejemplo, aunque Córdoba figura como una provincia de dependencia moderada, es una de las que más sufrirá el impacto debido al derrumbe de la industria automotriz, que vende el 40 por ciento de su producción en Brasil. Lo mismo se puede decir por sector: algunas ramas productivas exportan casi exclusivamente a Brasil. Sin embargo, las exportaciones tienen muy poca relevancia en términos de la producción local: es el caso de los lácteos, donde las exportaciones sólo representan el 4 por ciento de la producción. El caso automotor fue el más difundido en los últimos días a partir de las suspensiones de personal que decidieron varias terminales. Pero existe una serie de explotaciones primarias y producciones agroindustriales muy dependientes de Brasil que, de entrar en una fase recesiva, no sólo desarticulará a las economías del interior. Además, provocará un fuerte saldo de la desocupación, ya que muchas de ellas son mano de obra intensivas. Este es el panorama que describen los informes oficiales y privados: u Hortalizas: según la Fundación Andina, el 70 por ciento de los casi 90 millones de ajo que se producen, fundamentalmente, en Mendoza se destina a Brasil. Al socio mayor también se dirige el 93 por ciento de los 75 millones que se exportan anualmente de cebolla. Los principales productores, en este caso, son Mendoza y Buenos Aires. Córdoba y Buenos Aires también sufrirán por la alta dependencia de las exportaciones de papas (alrededor del 45 por ciento del total) al mercado brasileño. u Algodón: el principal productor es Chaco. El 76 por ciento de los 323 millones que exportan se destina a Brasil. Se espera una caída fuerteporque la demanda es muy sensible al precio, dicen en el Ministerio de Economía. u Arroz: a Brasil se dirige el 95 por ciento de los 155 millones exportados. Es un elemento indispensable en la dieta de los brasileños y Brasil es deficitario en este producto, así que continuarían los envíos, afirman en Economía. Pero advierten que si la devaluación del real continúa habrá un ajuste en las compras. Las provincias más perjudicadas serían Corrientes y Entre Ríos, que de hecho ya están buscando otros mercados (ver aparte). u Frutas frescas: el 36 por ciento de los 129 millones exportados de manzanas se coloca en Brasil. En peras la dependencia es todavía mayor: el año pasado se vendió en ese mercado el 43 por ciento de los 177 millones exportados. En ambos casos, se pronostica una fuerte caída en las ventas, lo cual golpeará a todo el Alto Valle de Río Negro y Neuquén. u Aceitunas: el 90 por ciento de los 53 millones exportados el año pasado se colocó en Brasil. Las mayores productoras son Mendoza y La Rioja. Se espera un recorte importante en la demanda. u Pescados: el 41 por ciento de las exportaciones totales de filet de merluza (223 millones de dólares al año) y el 40 por ciento de las ventas totales de merluza congelada (97 millones) se dirigen a Brasil. Mar del Plata es el principal centro de fileteo. Pero también quedarían afectados los envíos desde las provincias patagónicas.
BUSCAN UNA RESPUESTA A SUS RECLAMOS DE
PROTECCION Por Cledis Candelaresi
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