Por Raúl Dellatorre
No son
simples matices los que separan lo que el Ministerio de Economía está dispuesto a dar,
para compensar el impacto de la devaluación brasileña, de lo que le reclaman los
sectores industriales y los diputados. Ayer, Roque Fernández admitió que podrían llegar
a aplicarse cupos a la importación de productos brasileños, pero sólo en caso de
una invasión de productos por razones transitorias y coyunturales, como puede ser
un tipo de cambio fuera de equilibrio. La industria y los diputados en bloque
(incluidos los justicialistas) reclaman la ejecución inmediata de medidas:
licencias previas a la importación, cuotas al ingreso de productos brasileños y
reestablecimiento de reembolsos a la exportación. La diferencia entre aplicar las medidas
previamente o una vez producida la invasión puede significar la vida o la muerte para
varias empresas fue la advertencia que ayer escuchó el gobierno nacional.
El maratón de encuentros realizados ayer en el Congreso para debatir los caminos a seguir
para cubrirse de la devaluación del real incluyó las visitas a la Comisión de Industria
de la Cámara baja del secretario de Industria, Alieto Guadagni, dirigentes de la UIA,
directivos de las cámaras de automotrices (Adefa), autopartistas (AFAC), metalúrgicos
(Adimra y CIMA) y fabricantes de maquinaria agrícola. Por separado, la UIA visitó a
Guadagni en su despacho.
El titular de Industria insistió, por la mañana, en darle bajo perfil a su reunión en
Brasilia con Celso Lafer, secretario de Desarrollo e Industria del vecino país, del que
sólo recogió en concreto el compromiso de volver a encontrarse en 30 días. Por la
tarde, frente a la UIA, manifestó que en esa nueva cita Brasil informará la eliminación
de los subsidios a sus exportaciones al Mercosur. Guadagni señaló que la información le
había sido transmitida telefónicamente, ayer, por Lafer. En realidad, esa alternativa ya
había sido aprobada en Brasil el jueves 21, luego del encuentro de Lafer con Jorge
Campbell, titular de Relaciones Económicas Internacionales. Incluso, se definió entonces
que los productos alcanzados por la medida serán los automóviles, vehículos de carga,
autopartes, minerales de hierro, aceros laminados planos y polímeros (insumo
petroquímico para la industria plástica).
La medida no conforma a la industria, frente a una devaluación que ya rebasa el 35 por
ciento. Las cámaras empresarias, junto a los distintos bloques de diputados, reclaman
otras medidas urgentes del lado argentino: el reestablecimiento de reembolsos
para las exportaciones, aplicación de licencias previas a las importaciones provenientes
de Brasil y, eventualmente, imposición de cupos.
Algunos plantearon aplicar aranceles extra a los productos brasileños, pero con
esta devaluación permanente terminan licuándose, explicó a Página/12 Emilio
Martínez Garbino, titular de la Comisión de Industria de la cámara. Es más
válido controlar el volumen ingresado, agregó. Al ser consultado sobre la
recepción que tuvo la propuesta por parte de Guadagni, como representante de Economía,
respondió: Ellos prefieren esperar que Brasil tome la iniciativa de recortar los
subsidios. Agregó luego que parecería que el ministro (Fernández) quiere
dejar que pase la oleada, sin tener que tomar medidas.
El secretario de Industria informó a diputados y empresarios que se está haciendo un
monitoreo, día a día, sobre el ingreso de mercaderías brasileñas por 200
posiciones arancelarias representativas del 72 por ciento de las ventas a Argentina.
Como dato, es bueno, pero para lo único que sirve es para tomar medidas a
posteriori, cuando ya el daño se haya producido, comentó Martínez Garbino, quien
refirió que cuando Economía termina de evaluar el daño, las empresas ya
cerraron.
La reunión con los distintos sectores permitió constatar lo que era una sospecha: las
jornadas reducidas, vacaciones anticipadas y suspensiones de personal no sólo se
verifican en la industria automotriz. En tanto, Roquesigue meditando qué medidas aplicar.
Que, de todos modos, aclaró que no serán inminentes.
Suspendidos por 11 meses
Fiat Auto Argentina acordó con el sindicato de mecánicos (Smata) un programa de
suspensiones rotativas, que abarca a 2800 operarios, que se pondrá en práctica a partir
del lunes próximo y llegará hasta el 31 de diciembre. La decisión fue justificada por
la empresa en la coyuntura desfavorable en los mercados, tanto a nivel nacional como
internacional. La medida se suma a la anteriormente aplicada por Ford Argentina
sobre 1400 trabajadores de su planta, pero en este caso se trata de suspensiones plenas
por un lapso que alcanzaría a 15 meses. La cámara del sector, Adefa, solicitó ayer al
Congreso volver a impulsar el mecanismo de venta por leasing alquiler con opción a
compra, para tratar de reactivar el alicaído mercado interno. El Plan Canje,
próximo a ponerse en marcha, no será suficiente remedio para la actual enfermedad. |
Frigeri reclamó
medidas para evitar cierres
Deberían aplicar aranceles
Rodolfo Frigeri, del Bapro.
Lo peor es no hacer nada. |
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Por R.D.
Argentina debería
aplicar aranceles diferenciales sobre las importaciones de Brasil, o alguna medida
extraarancelaria, para protegernos transitoriamente de los efectos de la devaluación del
real, opinó ayer, consultado por Página/12, el diputado nacional Rodolfo Frigeri,
titular además del Grupo Bapro. Es cierto que el mercado con el tiempo se va a
acomodar a las nuevas condiciones, pero mientras tanto me pueden cerrar varias empresas
por algo tan atípico como un aumento del 52 por ciento (hasta el martes) en el precio del
dólar en reales, refirió.
El diputado justicialista señaló que Argentina tiene dos alternativas frente a
esta coyuntura: esperar a que Brasil termine su ajuste o tomar medidas. Si toma medidas,
hay que conversarlas con el gobierno de (Fernando Henrique) Cardoso, que lo va a entender,
porque cuidar al Mercosur también es evitar que alguno de los socios quede demasiado
golpeado; si Brasil se demora en encontrar un nuevo equilibrio, no está mal, mientras
tanto, armar nuestra propia defensa ante esta asimetría: lo malo es quedarse de brazos
cruzados.
Frigeri consideró, además, la necesidad de aplicar otras medidas para mejorar la
competitividad de la producción argentina. En tal sentido, consideró que
bajar los aportes previsionales es bueno, y si es necesario por razones
presupuestarias, está bien empezar primero por los bienes transables, tal como lo
resolvió el gobierno nacional. Si se agiliza la devolución del IVA a los
exportadores, mejor, agregó.
Pero, además, juzgó conveniente recortar partidas presupuestarias como punto de partida
para subsidiar créditos a las pequeñas y medianas empresas. Bajarle cinco puntos
porcentuales en la tasa representaría un costo no demasiado significativo: en la
provincia de Buenos Aires lo vamos a implementar en los próximos días, y creo que a
nivel de la Nación también podemos hacerlo, estimó.
La reacción del gobierno nacional ante la crisis provocada por Brasil sólo alcanzó a la
aplicación de medidas pendientes de resolución desde antes de la devaluación del real.
La rebaja de aportes previsionales estaba prevista en el Presupuesto Nacional, pero ante
la emergencia se decidió anticipar el cronograma de entrada en vigencia. El Plan Canje,
para la renovación del parque automotor de más de una década de antigüedad, busca
apuntalar a uno de los sectores más castigados por la caída de las importaciones
brasileñas. Frigeri indicó que esa medida podría complementarse con otras orientadas en
igual sentido. Por ejemplo, un plan para renovar la flota de taxis, propuso.
La alternativa de aplicar aranceles a las importaciones brasileñas era resistida por las
autoridades de ese país, al menos en sus declaraciones hasta la semana pasada, cuando el
dólar todavía no había superado el valor de 1,70 reales. Y tampoco era vista con
simpatía por Roque Fernández, quien prefería esperar a que Brasil, voluntariamente,
renunciara a los incentivos que benefician a sus exportadores. Frigeri manifestó a este
diario que, ante situaciones atípicas como la actual, las medidas correctivas deben
tomarse, porque ya no existen los países más sanos que otros que puedan considerarse al
margen de estas crisis.
Opiniones
sobre la dolarización |
No es seria ni madura
Mario Brodersohn, economista de la Alianza
El proyecto de asociación monetaria
que ha hecho el Gobierno a través del presidente del Banco Central no es una propuesta
seria, responsable ni madura. Implicaría la extranjerización total del sistema
financiero. Ya no tendría sentido tener bancos argentinos. Y además implicaría un golpe
muy fuerte al Mercosur. Ya los funcionarios brasileños la consideran una insensatez. El
Gobierno, en plena escalada de devaluación de Brasil, quiso poner de relieve que no va a
hacer lo mismo que Brasil. Que no va a devaluar. El Gobierno tendría que ocuparse de
otras cosas. Por ejemplo, de proteger la industria, tarea en la que hasta ahora no hizo
nada. El equipo económico está corriendo de atrás a los acontecimientos. Roque
Fernández tiene una exagerada lentitud. Se puso el piloto automático en medio de una
tormenta muy fuerte. Me parece que en este momento la gente quisiera escuchar un poco más
de políticas activas. La devaluación del real hay que compensarla con un arancel
transitorio a las importaciones desde Brasil. Y usar los recursos obtenidos para dar
reembolsos a las exportaciones que van a Brasil.
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Moriría el Mercosur
Rosendo Fraga, analista político
En estos momentos hay tres debates en
la política argentina que han sido generados por la crisis económica de Brasil: 1) la
dolarización; 2) la relación con Brasil, y 3) aumentar la protección o bajar los costos
para competir con Brasil. La dolarización es una medida que divide las aguas en el campo
político. Menem y el equipo económico de un lado, y el resto del otro. Brasil es un tema
más complejo. Quienes proponen la dolarización están diciendo que si tengo que
optar entre Estados Unidos y Brasil, me quedo con Estados Unidos. Ese es el mensaje
político de la dolarización. En esa opción, la Alianza se queda con Brasil. Después
está el tercer debate: protección o bajar costos. La CGT y la UIA han planteado que
Argentina tiene que cerrar su economía frente a la crisis. Esto obliga a los hombres de
la política pensar el rumbo de largo plazo de la Argentina. Brasil hoy rechaza
rotundamente es que la Argentina ponga barreras arancelarias a su producción, lo cual
sería terminar con el Mercosur. Hay dos cuestiones que pueden producir el fin del
Mercosur: la dolarización y que Argentina ponga barreras de protección. |
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