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Rodolfo Terragno no podía ocultar ayer su entusiasmo por la forma en que el ministro del Interior de Alemania, Otto Schilly, recibió a Fernando De la Rúa. A quien quisiera oírlo, repetía que Schilly le había dicho al precandidato presidencial de la Alianza: Me dicen que usted es el futuro presidente de la Argentina. Pero la satisfacción de Terragno trocó en sorpresa al ver, después, que el mismo De la Rúa sacudía su mano en un gesto negativo para aclarar: Debe haber sido un error de traducción. Desde la Casa Rosada continuó la polémica por las declaraciones del candidato aliancista sobre los créditos de organismos internacionales. El jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez sostuvo que esas afirmaciones son una vergüenza. La entrevista con Schilly fue una de las actividades que desarrolló De la Rúa durante el segundo día en Alemania y entre las que se destacó su reunión con el presidente de ese país, Roman Herzog. El encuentro tuvo lugar en la Villa Hammerschmidt, la residencia de Herzog en Bonn. Cordial y afectuosa, fueron los calificativos en los que coincidieron De la Rúa y Terragno para describir la charla en la que Herzog confirmó -también lo hizo la Cancillería en Buenos Aires que el próximo 1º de marzo llegará de visita a la Argentina. El presidente alemán escuchó a un animado candidato presidencial de la Alianza hablar de la expectativa que genera su arribo al país. De la Rúa comentó que también dialogaron sobre la importancia de las inversiones alemanas en la Argentina, así como de sus deseos de incrementar las relaciones económicas y culturales con Alemania, y dijo que Herzog se interesó por el proceso electoral de octubre próximo. Mientras De la Rúa cumplía su agenda en Alemania, desde la Casa Rosada salió la réplica a la denuncia que en ese país formuló ante los presidentes del Banco Mundial, James Wolfensohn, y del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, sobre el manejo discrecional que el Gobierno hace de los créditos de organismos internacionales. Es una vergüenza que el señor éste (por De la Rúa) esté haciendo política a nivel de los organismos internacionales, tratando de crear un manto de dudas sobre las acciones del gobierno de todos los argentinos, retrucó el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez. La respuesta no llegó por boca de De la Rúa, sino de su compañero de fórmula. Lo que es una vergüenza es que el Gobierno use con fines políticos fondos destinados a los desocupados, apuntó Carlos Chacho Alvarez. El candidato presidencial de la Alianza criticó a su vez al Gobierno por responsabilizar a los extranjeros indocumentados por el incremento de la violencia. De la Rúa sostuvo, después de su entrevista con Schilly, que el ministro del Interior (alemán) coincidió con nosotros en el peligro de alentar xenofobias y, cuando le explicamos el problema que tenemos en la Argentina con este tema, dijo que no hay que señalar a un sólo sector por el aumento del delito, sino que la ley debe actuar para todos. De la Rúa también se reunió con autoridades y diputados del Partido Liberal Demócrata alemán y aseguró que la Alianza no pretende reemplazar los vínculos que existen con los Estados Unidos por los de Europa, sino tener buenas relaciones con todos. Con quien negó haberse encontrado en Bonn fue con el gobernador cordobés Ramón Mestre y desmintió así las versiones sobre una conversación que ambos habían mantenido en esa ciudad para analizar la forma de acelerar la coalición con el Frepaso en Córdoba.
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