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Pinochet entre la inmunidad, la prisión y siete lores en pugna

Las audiencias sobre el caso Pinochet
en Londres pueden terminar esta semana, pero nadie se anima
a vaticinar el fallo de los siete lores que deben decidir sobre su inmunidad o su prisión. Esta nota explica el delicado y enigmático balance del que depende
su suerte.

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Por Marcelo Justo
Desde Londres

Página/12   
en Gran Bretaña


t.gif (862 bytes)  A casi dos semanas de iniciada la apelación, con los alegatos de la Fiscalía y la defensa de Pinochet prácticamente concluidos, la atención se centra cada vez más en los siete jueces lores que decidirán si el senador vitalicio regresa a Chile o si continúa su larga estadía en Gran Bretaña. Los pálpitos, las intuiciones y los rumores abundan pero nadie se atreve a predecir el resultado de una apelación que muy probablemente se defina por un margen tan ajustado como el pasado 25 de noviembre. Los pronósticos serían más sencillos si se juzgara la conducta de Pinochet en el poder, pero estando en juego la interpretación misma de la ley británica sobre inmunidad de un ex jefe de Estado la balanza puede inclinarse en ambas direcciones.
Según coinciden fuentes de la defensa y de la fiscalía, los ocho días de audiencias han producido definiciones de los tres jueces lores que son totalmente nuevos en la causa. En contra de conceder inmunidad a Pinochet en su condición de ex jefe de Estado, se encuentran Lord Nicholas Phillips y Lord Peter Millet. En los pasillos de la Cámara de los Lores, el primero tiene una bien ganada reputación de ser el más “liberal” (progresista) del panel. El caso Pinochet es su debut como juez lord y las preguntas que formuló siempre apuntaron a cuestionar la inmunidad del general y a rescatar la universalidad de los derechos humanos de los muchas veces oscuros tecnicismos legales.
Lord Millet está sentado al lado de Lord Phillips en esa suerte de semicírculo divino que forman los jueces lores al frente de la sala. Millet es conocido como el Lord masón, y fue uno de los que más atacó la estrategia de tierra arrasada seguida por la abogada defensora Clare Montgomery, quien puso en duda que el Derecho Internacional calificara a la tortura de crimen de lesa humanidad. En el otro extremo geográfico e ideológico del panel se sienta Lord Mark Saville, considerado antes de la apelación como un moderado, pero que a partir de la tercera audiencia, y en especial, desde el comienzo del alegato de la defensa el lunes pasado, se inclinó claramente por el lado pinochetista, facilitándole en más de una ocasión una vía de escape ante las incisivas preguntas que le hacían Lord Phillips o Lord Millet.
Las predicciones y pálpitos se detienen acá. El hecho de que los otros cuatro jueces lores formaran parte del panel de cinco que el pasado 17 de diciembre anuló de forma unánime el histórico fallo del 25 de noviembre no proporciona ninguna indicación sobre el modo en que dictaminarán esta vez. Algunos observadores opinan que Lord Robert Goff mostró esta semana una clara simpatía por los puntos de vista de la defensa. Otros, sin embargo, lo consideran un moderado de gran calibre intelectual, especializado en ética legal, que puede pronunciarse hacia un lado u el otro.
Lord James Hutton ha sido por el momento una de las sorpresas. Considerado desde un principio como un conservador, juez durante mucho tiempo en la atribulada Irlanda del Norte y miembro permanente de la lista negra del IRA, Lord Hutton hostigó continuamente a la defensa de Pinochet, sobre todo con la Constitución chilena de 1925, que prohíbe expresamente la tortura y que podría cerrar la rendija legal de la inmunidad por ex jefe de Estado o por retroactividad, al ser una clara muestra de la universalidad de la tortura como crimen de lesa humanidad para la época del golpe. Por su parte Lord James Hope, otro moderado, pareceríainclinarse por los antipinochetistas aunque a lo largo de las ocho audiencias se ha mostrado extremadamente neutral.
El presidente del panel, y el juez lord más veterano de Gran Bretaña, Lord Nicholas Browne-Willkinson, es quizás el gran enigma. Patrono del Instituto Británico de Derechos Humanos, considerado un pragmático liberal
y de indudable carisma y liderazgo ante el resto de los jueces lores ha interrogado concienzudamente a ambas partes y ha desplegado un excelente sentido del humor a lo largo de las audiencias. Según fuentes legales consultadas por Página/12, Browne Willkinson parece frustrado por la dificultad de llegar a una definición clara y tajante de los argumentos legales del caso.
El impacto que tenga el alegato del gobierno de Chile, que apenas empezó el jueves por la tarde y que se desplegará en todo su alcance mañana, podría inclinar la balanza en una u otra dirección. Se calcula que las audiencias durarán hasta el miércoles o jueves pero en cuanto a pronósticos es probable que hasta segundos antes del fallo convenga dar la célebre respuesta del líder chino Chou En Lai a un periodista norteamericano. Interrogado sobre su evaluación de la Revolución Francesa de 1789, el premier chino indicó que “todavía es muy prematuro para tener una adecuada evaluación de los hechos”.

 

Garzón en estado de alerta
En un signo de que la importancia que puede tener la semana que viene en el caso Pinochet, Baltasar Garzón, el juez español que instruye el caso, canceló ayer su participación en el 29º Foro Económico de Davos, que iba a concretarse mañana lunes. Garzón, clasificado como “Líder global del mañana” por los organizadores de la cumbre de Davos, tenía previsto participar en el debate sobre “justicia global” junto a otras personalidades como Elie Wiesel, premio Nobel de la Paz, y Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. En lugar de acudir a esa cita, Garzón permanecerá en Madrid en previsión de novedades desde Londres, donde la Cámara de los Lores británica está debatiendo la inmunidad o extradición del ex dictador chileno. Garzón participó como oyente de dos de las audiencias de los Lores, para luego regresar a Madrid.

VERONICA DE NEGRI, VICTIMA Y EXILADA
“Chile está jugando sucio”

Por M.J.

t.gif (862 bytes) Verónica De Negri no pudo encontrarse frente a frente con el embajador chileno en Gran Bretaña Mario Artaza, pero sabe exactamente qué le quiere decir. “¿Te acuerdas de Rodrigo? Eso quiero decirle. Porque cuando mataron a Rodrigo tú llorabas y me preguntabas qué puedo hacer”. Rodrigo Rojas De Negri es su hijo de 19 años quemado vivo por soldados y miembros de la policía secreta chilena a plena luz del día en 1986. Exiliada desde 1977 en Estados Unidos, Verónica De Negri vino a Londres para asistir a la apelación ante la Cámara de los Lores y reencontrarse uno a uno con sus fantasmas. “Espero que Pinochet tenga lo que nunca nos dio: justicia. Será un modo de cerrar lentamente las heridas”, indicó a Página/12.
—¿Qué piensa de la participación del gobierno chileno en esta causa?
–Es increíble lo que es capaz de hacer la gente para conservar sus puestos. Es un juego sucio que hace el gobierno chileno. Desde que vino la elección y se crea esta “democracia” que no existe porque no se avanza, se está creando una farsa porque sin justicia no se puede progresar en la reconciliación.
–¿Qué significa justicia en su caso particular?
–Mire, a mí me desaparecieron en el ‘75 y me torturaron y violaron, a veces introduciéndome ratas vivas. Me voy al exilio en Estados Unidos en el ‘77 y allí vivo con mis dos hijos. Rodrigo decide volver porque quería ver a su familia chilena, porque quería saber. El era fotógrafo desde los 6 años y medio y cuando fue a Chile a los 19, en 1986, quería hacer un libro de fotos con la realidad de Chile. Un día que hubo un paro nacional de dos días, él estaba tomando fotografías en una población, como lo hizo siempre en Washington. Rodrigo fue arrestado, brutalmente torturado y quemado, y como no lo atendieron murió a los cuatro días. Yo llegué, gracias a la ayuda del Departamento de Estado, a asistir a su muerte. En el funeral de Rodrigo se cometió otro crimen porque se reprimió brutalmente a la gente que había venido de todas partes de Chile a rendirle homenaje. El mismo embajador de Estados Unidos Harry Barnes fue reprimido en esa ocasión. Lo de Rodrigo produjo un gran cambio en Chile. El mismo Elliot Abrams, que era el encargado de Asuntos Hemisféricos de Reagan, me dijo que el presidente había cambiado de opinión y que su trabajo ahora era cambiar la realidad chilena. No estoy de acuerdo en cómo lo hicieron porque yo nunca he aceptado transar una vida.
–¿Qué espera que pase ahora en los Lores?
–Los Lores tienen una responsabilidad frente a la humanidad. Si se deja libre a Pinochet, no sólo se lo deja libre y se sigue golpeando a los chilenos que hemos sido torturados y desaparecidos, sino que es un crimen en contra de la humanidad. Es dejar salir a un criminal impune.

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