Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


LA ONU APOYO EL PLAN PARA KOSOVO
Diez, nueve, ocho...

El Consejo de Seguridad de la ONU apoyó el plan de autonomía
para Kosovo propuesto por la OTAN, que ya le dio a su secretario
la vía libre para ordenar un ataque sin consultas previas.

na21fo01.jpg (14813 bytes)

na21fo02.jpg (11080 bytes)

Refugiados kosovares huyen de Prizren, en el sudoeste de Kosovo, donde están las tropas serbias.

El secretario general de la OTAN, el español Javier Solana (izq.)


t.gif (862 bytes)  La OTAN continuó ayer en Kosovo su plan de “paz bajo amenaza” que diera resultado en 1995 en el conflicto en Bosnia. Mientras el Consejo Atlántico le daba la facultad al secretario general de la OTAN, Javier Solana, para ordenar sin consultas previas un ataque contra las tropas serbias en Kosovo, el canciller británico Robin Cook obtuvo el “sí” del líder kosovar Ibrahim Rugova y el “ya veremos” del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic sobre la oferta del Grupo de Contacto europeo de iniciar conversaciones de paz en Rambouillet, cerca de París, en menos de una semana. El Consejo de Seguridad de la ONU apoyó la decisión de la OTAN pero evitó la referencia al uso de la fuerza por la oposición de Rusia, país con poder de veto y férreo aliado de los serbios. En Kosovo se produjeron combates y atentados que dejaron un muerto y diez heridos en distintas localidades de la provincia, incluyendo su capital Pristina.
“Milosevic tiene los días contados”, dijo ayer Sandy Berger, consejero de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional. “Esta es la última oportunidad de encontrar una solución negociada, respaldada por una amenaza de recurrir a la fuerza”, dijo Berger, apoyando con la amenaza el entusiasmo de los diplomáticos europeos por la solución ideada: una “autonomía especial” de Kosovo dentro de Yugoslavia, similar a la que el propio Milosevic suspendió 1991. Muchos funcionarios occidentales incluso hablan de Dayton II, en referencia a la localidad norteamericana donde se firmó la paz para Bosnia, pero por el momento no es más que una expresión de deseos.
El presidente yugoslavo ya ha jugado al gato y al ratón con la OTAN del mismo modo en que Saddam Hussein lo hizo en su momento con Estados Unidos. Basta con mirar la orden de acción que la OTAN le dio a su secretario. Se trata de una reactivación de la ACTORD (el nombre con el que se la conoce) ya dada en octubre, cuando a último momento Milosevic aceptó un acuerdo con la OTAN para un alto en fuego en Kosovo. Como el UCK renovó sus ataques, el presidente yugoslavo encontró la excusa perfecta para que las tropas serbias volvieran a reprimir con el método que las hace célebres: las masacres de kosovares acusados de pertenecer al UCK. Las últimas dos de estas acciones, la de Racak (donde murieron 45 personas) y la de Rogovo (24 muertos), reavivaron la voluntad pacifista de la OTAN.
“Milosevic me ha asegurado que está comprometido con una solución política para Kosovo y que estudiará cuidadosamente las propuestas, y ha prometido dar una respuesta lo antes posible”, dijo ayer Robin Cook en Belgrado. “No esperaba conseguir un sí en el momento”, aclaró el canciller británico, que luego viajó a Skopje, capital de la vecina Macedonia, donde se reunió con el líder kosovar moderado Ibrahim Rugova, con el representante político del UCK, Adem Demaci, y con Rexhep Qosja, jefe de un movimiento independentista de línea dura. De Rugova extrajo un “sí”, pero de Demaci logró una promesa de respuesta “en los próximos días”.
De hecho, los líderes albaneses están divididos y el UCK, junto a Milosevic, representa la otra pata de este juego de suma cero. En una entrevista que publica hoy el semanario alemán Der Spiegel, uno de los líderes del UCK, identificado como Remi, dice que la guerrilla puede “posponer” pero no renunciar a sus aspiraciones independentistas. “Nosotros aceptaríamos un gobierno de transición durante tres o cinco años, pero pasado ese tiempo, Europa y Estados Unidos deberán garantizar el cumplimiento de la aspiración popular”, dijo Remi, quien señaló que “tarde o temprano Kosovo será otra Croacia u otra Eslovenia”.
Para romper la intransigencia de ambos bandos, la OTAN parece dispuesta a concretar sus amenazas. Ya hay 200 aviones de combate en Italia y un portaaviones en el Adriático. El vocero del Consejo de Seguridad Nacional norteamericano, P.J. Crowley, desmintió ayer lo publicado por The New York Times sobre el envío a Kosovo de un contingente de más de 2000 soldados norteamericanos. Según el diario, los responsables del organismo iban a presentarle mañana la propuesta al presidente Bill Clinton. El problema de estas amenazas es que, si se concretan, quizás no sirvan de mucho. Para Yugoslavia, el castigo sería el bombardeo aéreo contra tropas serbias sin intervención terrestre, algo que muchos analistas califican de “inútil” citando la situación actual de Estados Unidos con Irak. Y para el UCK ocurriría otro tanto. Como los guerrilleros kosovares no tienen bases fijas, en la OTAN se propuso como forma de atacarlos el corte del suministro de armas provenientes de Albania, país vecino y madre patria del 90 por ciento de los kosovares. Pero esto requeriría el control de la frontera a través de soldados que ninguna potencia occidental está dispuesta a enviar. También se planteó el congelamiento de las cuentas bancarias para la recolección de fondos de la guerrilla. Sin embargo, según servicios de inteligencia occidentales, las mafias albanesas en Europa y Estados Unidos podrán seguir colaborando con la financiación del UCK.

EE.UU. LANZO 17 MISILES “EN DEFENSA PROPIA”
Otro día de furia sobre Irak


t.gif (862 bytes) Mosul, zona norte de exclusión aérea sobre Irak. “Doce escuadrillas provenientes de Turquía realizaron un ataque contra nuestras fuerzas de defensa antiaérea –afirmó un comunicado oficial iraquí– lanzando 17 bombas y misiles, y regresaron a sus nidos de malevolencia.” Este enfrentamiento fue confirmado por el Pentágono, que precisó que fueron cuatro ataques individuales, todos en “legítima defensa”, y cuyos daños “todavía se están evaluando”. Hasta ahora éste es el mayor nivel de actividad militar que se registra desde los ataques “Zorro del Desierto” de diciembre, pero ambas partes se mantienen firmes. Aunque la escalada llevó a Turquía a negar en la última semana el uso de sus bases para misiones “ofensivas”, aparentemente las acciones de ayer no caen bajo esta definición.
Al mediodía de ayer (en Irak), operadores de radar de un emplazamiento antiaéreo “Skyguard” en la región de Mosul (al norte) apuntaron sus equipos a una patrulla de caza-bombarderos F-15 “Strike Eagle” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAAF), que realizaban patrullas de rutina. Esto puso la bola a rodar. Los aviones respondieron lanzando dos bombas teleguiadas GBU-12 y un misil AGM-130 contra el emplazamiento, aparentemente cegándolo. Media hora después, otro intrépido radar iraquí tentó a una escuadrilla norteamericana a someterlo a un bombardeo combinado de bombas y misiles, nuevamente con daños indefinidos. Una hora después, fue el turno de los aviones de la infantería de marina norteamericana de entrar en el baile. Uno de sus aviones EA-6B “Prowler” lanzó un misil antirradar contra una batería antiaérea, que usaba el radar para “localizar” a la aeronave. Sus camaradas de la USAAF cerraron el día lanzando misiles GBU-12 contra un emplazamiento de cañones antiaéreos en la región.
Fue fácilmente el día más agitado para las fuerzas anglonorteamericanas que patrullan las zonas de exclusión aérea. Aunque Bagdad lleva a cabo una campaña de provocaciones contra sus aviones desde diciembre –cuando anunció que consideraría cualquier patrulla como una “violación al espacio aéreo”– es evidente que ahora Saddam Hussein está llevando el nivel de tensión a un nuevo punto.
Hasta ahora, ni Gran Bretaña ni Estados Unidos quebraron y parecen dispuestos a mantener el actual curso de acción por tiempo indefinido. Ayer, el subsecretario de Estado norteamericano para asuntos del Medio Oriente, Martin Indyc, afirmó que su gobierno sabe que la tarea de lograr un “cambio de régimen” en Irak es “difícil y complicada”. Indyk sin embargo desmintió un interesante informe de la prensa kuwaití por el cual Estados Unidos estaba formando un “Ejército de Liberación” de 20.000 hombres en Kuwait para derrocar por la fuerza al régimen de Saddam.

 

PRINCIPAL