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Llega el día más esperado por el espíritu americano

Broncos Denver y Falcons Atlanta juegan la XXXIII edición del Super Bowl en Miami. Antes de empezar, ya se batieron todos los records de consumo. Y que gane “el más mejor”.

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Jhon Elway, mariscal de campo de los Broncos que buscan el bicampeonato.

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Eugene Robinson, el back de los Falcon. Es el tercer Super Bowl para él y su equipo.

Por Gabriela Carchak

t.gif (862 bytes)  Llegó el día “S”. Esta tarde, con televisación en directo desde las 19 para 17 países, se definirá la 33º edición del campeonato de la liga profesional de fútbol americano de Estados Unidos, más conocido como el Super Bowl. Cuidado estimado lector, aunque es fútbol no se sorprenda si ve atravesando el aire del estadio Pro-Player de Miami, una pelota ovalada. Este deporte sensación, desconocido y complicado de entender para la mayoría de las personas que no son de origen norteamericano, enfrentará a los actuales campeones, los Broncos de Denver con los Halcones de Atlanta. Esta misma instancia proclamó vencedor a los Broncos el año pasado y colocó a la transmisión como el tercer programa en el ranking de audiencia de la televisión de Estados Unidos. Además de la transmisión en directo (en español por FOX Sports, pero el convenio fue firmado también con la ABC, ESPN y CBS) el evento será televisado en otros 23 idiomas, incluyendo el mandarín, danés, catalán, holandés, noruego, japonés, árabe, griego, hebreo, hindú, turco e islandés entre muchos otros.
Estos espectáculos, intrascendentes para la mayoría de los argentinos, superan en audiencia al béisbol y a la NBA y además han marcado la historia de la televisión de Estados Unidos, pues 36 de los 40 programas de mayor audiencia del país fueron finales de NFL.
Por supuesto un evento que convoca semejante cantidad de espectadores debe ser negocio. Comience a sumar. Las cadenas de televisión pagaron 17.000 millones de dólares por la retransmisión hasta el año 2008 de los partidos y sus finales (13.500 millones más que los Juegos Olímpicos). Los impactos económicos de la Alcaldía de Miami serán de 364,5 millones de dólares en concepto de habitaciones de hotel, vuelos y alquiler de vehículos entre otros ítems. Además quien desee publicitar en la transmisión de la final deberá desembolsar la insignificante suma de 1,6 millones de dólares por 30 segundos de aire, una ganga. Y a esto agregue las camisetas, llaveros, fotos, vasos, pelotas, cascos y demás.
Para amenizar la espera y bajar los niveles de ansiedad de las 75.000 personas que acudirán al estadio, la actriz y cantante Cher entonará el himno de Estados Unidos y dará paso a las actuaciones de Gloria Stefan, Steve Wonder y la banda Big Bad Voodoo Daddy.
Uno de los motivos que aleja a los posibles espectadores de la pantalla del televisor es que no comprenden el juego. He aquí una breve explicación para alertar a los deprevenidos televidentes. Los equipos cumplen funciones ofensivas o defensivas, según el momento del juego. Si el objetivo es atacar, los once jugadores deben impedir que los contrincantes lleguen al mariscal de campo (el galán de la película de enredos universitarios) que tiene la pelota e intentará lanzarla a un compañero que está en campo contrario para que anote en la “end zone”. No se desespere: cuando escuche al estadio explotar y a los fanáticos abrazarse –como cuando Maradona marcó el segundo gol contra los ingleses–, es porque alguno de los once atacantes convirtió un “touch down”, o sea, cuando la pelota llega la zona final o de gol y que le significa al equipo la suma de 6 puntos. Cada equipo dispone de cuatro intentos en los que además debe avanzar en el terreno.
Ahora bien, si a su equipo favorito le toca defender, entonces sus muchachos atraparán a todo adversario que intente pasar a su campo y ganar yardas o procurarán interceptar al mariscal para que no arroje la pelota libremente. Pero no sólo del “touch down” vive el hombre de la NFL, hay otras acciones que otorgan puntos, a saber: “field goal”, que es una conversión a los postes desde cualquier lugar de la cancha y suma 3 puntos, “safety”, es como una recompensa que se da cuando un jugador que tiene la pelota es derribado dentro de su zona de gol. Luego del touchdown, el equipo tiene la oportunidad de convertir dos puntos más a través del “two points conversion” si el jugador ingresa con la pelota a la zona final. El “extra point” se logra pateando a los palos luego del touch down. Ahora sí, querido lector, usted está preparado para sentarse en su sillón predilecto con una hamburguesa en la mano izquierda, la cerveza en el suelo (siempre cerca, claro está) y el control remoto en la mano derecha, por si acaso el partido repetido del Mundial Francia 98 le fuera más atrayente.

 

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