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Tome dos vasos de tinto por día que se va a curar. Cualquier amante de las bebidas espirituosas habrá soñado más de una vez con escuchar esa recomendación de la boca de su médico. Si bien aún esto no es del todo exacto, dos investigaciones publicadas el último mes en prestigiosas revistas médicas coinciden en que tomar alcohol moderadamente es saludable. Científicos norteamericanos demostraron que quienes tomaban de dos a seis medidas de alcohol por semana tenían menos probabilidades que los abstemios de morir debido a problemas cardiovasculares. Y sus pares dinamarqueses establecieron que quienes tomaban poco o nada corrían mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). Parece que el dios Baco no estaba equivocado, a la hora de elegir con qué endulzar y hacer más saludable la vida, el vino está a la cabeza. Y, si es tinto, mejor. Según un artículo publicado en la revista The Lancet, los científicos norteamericanos basaron su estudio en 5358 pacientes que habían tenido un infarto al miocardio. Y establecieron que, en quienes habían sufrido algún problema cardíaco, el consumo moderado de alcohol hacía decrecer los riesgos de mortalidad, comparados con aquellos que no tomaban nunca. Sin embargo, los especialistas se apuran a aclarar que tomar en exceso incrementa significativamente el riesgo de muerte. No se invita a la gente a emborracharse, sino a hacer un consumo responsable, afirma Saúl Drajer, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina. No es fácil determinar, sin embargo, qué es una dosis razonable. Si bien la mayoría de los médicos coincide en que se pueden tomar hasta 21 unidades de alcohol por semana considerando como una unidad un vaso de vino, un porrón de cerveza o una medida de whisky, para otros el límite se extiende a 35. Los especialistas dinamarqueses dieron un paso más. En una investigación publicada en la prestigiosa revista Stroke, aseguran que se incrementa el riesgo de sufrir un infarto en el cerebro o ACV en las personas que beben muy poco y en las que lo hacen en exceso. En el estudio, que duró 16 años, participaron 13.329 personas, de entre 45 y 84 años. En ese tiempo se les hicieron tres exámenenes médicos. Allí se determinó que quienes tomaban menos de una medida de alcohol por semana tenían más probabilidades de sufrir un ataque cerebrovascular, comparados con quienes tomaban hasta siete medidas por semana. Y que para las personas que tomaban 42 o más medidas por semana el riesgo también era importante. El debate acerca de las virtudes del vino tiene sus años. Casi tantos como la paradoja francesa: a pesar de ser amantes del buen vino y las comidas altas en grasa, los franceses tienen baja mortalidad por problemas circulatorios. Esto desveló por mucho tiempo a médicos de todo el mundo, hasta que descubrieron que el vino era el responsable de semejante contradicción. El ollejo de la uva tiene una sustancia llamada resveratol y sustancias antioxidantes que evitan que las plaquetas se peguen a las arterias, que es lo que produce accidentes cardiovasculares, comenta Drajer. Además, explica el neurólogo Alejandro Andersson, el vino tiene un efecto protector de la circulación a través del control del colesterol: aumenta el llamado colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL). Pero si de elegir manjares bacanales se trata, sin dudas hay que optar por el tinto. El poder antioxidante de los vinos tintos es mayor que el de los blancos. Además, al parecer el tinto tiene un aliado: las barricas de roble en que se añeja. Una investigación realizada en Colonia, Alemania, y publicada en American Journal of Phisiology, demostró que el vino tinto, añejado en barricas de roble, dilataba las células endoteliales, que tapizan el interior de los vasos sanguíneos y protegen de enfermedades coronarias. El Beaujolais Prime, un vino rosado, también tuvo un efecto vasodilatador aunque menor, y el vino blanco no tuvo ningún efecto en este sentido. Esto se explica porque el primero se añeja en barricas de roble menos tiempo que el vino tinto; y el blanco directamente no se añeja, explica Horacio Cingolani, jefe de cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNLP. No todos los médicos, sin embargo, están de acuerdo: para algunos especialistas no está suficientemente demostrado que tomar alcohol sea beneficioso. Otros consideran que es saludable sólo en la población con mayor riesgo de arteriosclerosis: personas de más de 50 años, que han tenido problemas cardiovasculares o que tienen otros factores de riesgo. Producción: Sonia Santoro
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