SERBIA VIOLA LOS DERECHOS
HUMANOS A PESAR DE LA OTAN
Torturas con o sin ultimátum
desde Pristina (Kosovo)
La OTAN sigue con la cuenta regresiva suspendida para
intervenir militarmente en la provincia serbia de Kosovo. Entretanto, las autoridades de
Belgrado han lanzado una campaña de arrestos contra los activistas políticos albaneses
étnicos, mientras debaten un ultimátum occidental que les invita a asistir a una
conferencia internacional donde se debatirá cómo concederle a Kosovo una
"autonomía sustancial". Muchas víctimas kosovares son torturadas, con el fin
de extraer confesiones, durante el período de cuatro días en que la policía puede
retener a los detenidos antes de entregarlos a un magistrado.
"Son habituales las torturas con picanas, o la asfixia de las
víctimas con bolsas de plástico", dijo un funcionario de las Naciones Unidas con
base en Pristina, capital provincial de Kosovo. Las cifras de los arrestados resultan
difíciles de fijar, porque las detenciones muchas veces son en plena calle. Pero la
policía retiene a unos 1200 detenidos sin juicio, de acuerdo con el Consejo para la
Defensa de los Derechos Humanos y de la Libertad, un grupo albano-kosovar con base en
Pristina.
La nueva ola de detenciones demuestra que el presidente yugoslavo
Slobodan Milosevic no se sintió obligado a nada por su promesa de octubre de interrumpir
la persecución de personas "por crímenes relacionados con el conflicto de
Kosovo". Pero no ha atraído con ello la crítica occidental. "La comunidad
internacional sólo está interesada en intervenir militarmente o en continuar el diálogo
político, no en los derechos humanos", dijo un funcionario occidental en Pristina.
Una de las tantas víctimas fue Cen Dugolli, de 32 años, un
funcionario de la Liga Democrática de Kosovo. Las fotografías de su cadáver lo muestran
cubierto de golpes. El abogado de Dugolli, Destan Rukiqi, uno de los mejores abogados de
derechos humanos de Kosovo, fue también arrestado y torturado, según informó ayer
domingo. El abogado dijo que el tribunal local le negó repetidamente acceso al expediente
de Dugolli. Finalmente, le entregaron los documentos, pero le prohibieron tomar apuntes.
Cuando empezó a gritarle a la jueza "Usted se está comportando como una policía y
no como una jurista", ella lo hizo retirarse. Fue juzgado y condenado a 60 días de
prisión, donde fue torturado, porque lo acusaron de intentar convertir a los otros presos
a la causa del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK). Sus riñones fallaron; consiguió
una diálisis en un hospital de Belgrado sólo gracias a la intervención de la Cruz Roja
Internacional y a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. El suyo es uno de muchos
juicios iniciados a sospechosos de mantener vínculos con el UCK, a pesar de que Milosevic
se comprometió a discontinuar la persecución política. |