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DE LA RUA Y GRACIELA DESAYUNARON CON CAVALLO
Tribuna opositora en Davos

El desayuno fue convocado por empresarios argentinos, quienes
elogiaron el clima de tolerancia de la reunión. Los aliancistas evaluaron que se consolida el perfil moderado de su candidato.

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Página/12
en Suiza

Por Eduardo Febbro
Desde Davos


t.gif (862 bytes) Fue un día agitado para Fernando de la Rúa. Se frustró una reunión que tenía programada, se postergó otra y hasta se incendió el sauna de su hotel. Pero, según coincidieron fuentes muy cercanas al jefe de Gobierno, su saldo fue positivo para el candidato a presidente por la Alianza, quien mostró el perfil que más le gusta, el de un hombre de gobierno moderado y con experiencia. De la Rúa compartió, acompañado por Graciela Fernández Meijide, un desayuno con el ex ministro de Economía Domingo Cavallo y empresarios argentinos. Ahí el candidato presidencial de la oposición cosechó elogios por el clima de tolerancia de la reunión que, de paso, sirvió para desmentir o al menos para amortiguar las versiones periodísticas sobre un acercamiento entre Cavallo y el peronismo.
El desayuno reunió a casi todos los argentinos presentes en Davos, oficialismo, empresarios y oposición. Domingo Cavallo, siempre una vedette en estos encuentros, habló largo y tendido de economía. La frepasista Graciela Fernández Meijide, candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por la Alianza, destacó el papel de la oposición en este foro. Explicó que la Alianza aprendió que “era importante gerenciar el Estado” y resaltó la necesidad de poner límites a la competencia partidaria cuando se representa el país en foros como éste. La concordia fue amplia. Abarcó incluso una propuesta del economista radical Adalberto Rodríguez Giavarini, quien sugirió que, para los próximos Davos, se llevaran a cabo “reuniones preparatorias” a fin de que se definieran las grandes líneas de los temas que iban a tratarse. Hasta se habló de reuniones de último momento para ponerse al tanto de las últimas evoluciones del mundo y evitar así que crisis como las de Brasil tomen a todo el mundo desprevenido.
El entorno delarruista se mostró complacido con las intervenciones de Graciela, a quien, señalaron, encontraron en perfecta forma. No se escuchó hablar ni una palabra del enriedo de las candidaturas entre radicales y frepasistas para las próximas elecciones nacionales y provinciales en Catamarca, Córdoba, Río Negro y Chubut. También salieron convencidos de que las versiones acerca de un posible acuerdo electoral entre Cavallo y el peronismo son inconsistentes. Cavallo se esmeró en desmentirlas ante todos los micrófonos que se le pusieron delante, que no fueron pocos.
Tantos acuerdos podrían parecer monótonos. Pero los aliancistas vienen a este foro para demostrar moderación y aptitud para gobernar y salieron convencidos de haberlo probado. El presidente de la fundación Invertir, que fue la que convocó al desayuno, el empresario Sebastián Bagó, halagó sus oídos cuando puntualizó “es la primera vez que están juntos oficialistas y opositores en este foro” y mocionó para que esta circunstancia se repita en el futuro.
A partir de ahí el día del jefe de Gobierno porteño pasó a complicarse. Christine Todd Whitman, la gobernadora del estado de Nueva Jersey, tenía que mantener un encuentro con el candidato aliancista pero cedió a la tentadora sugestión que suscitan las nevadas montañas de Davos. Como muchos de los que asisten a este millonario foro económico la señora Whitman se tomó unas horas de libertad para ir a esquiar, pero la aventura le terminó costando un accidente previsible cuando hay tanta nieve de por medio: la gobernadora se quebró una pierna y no pudo asistir al encuentro con De la Rúa.
Al candidato opositor lo esperaban varias citas más. La más importante estaba pautada para las cinco de la tarde en el hotel Belvedere, De la Rúa debía encontrarse con el canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, con quien por presiones de la Cancillería argentina no había podido encontrarse durante su estadía en Alemania. El candidato aliancista tampoco logró verlo: en el mismo momento en que De la Rúa llegaba al hotelde Schröder, el suyo, el gran hotel Schweizerhof, se estaba incendiando. Había tanto humo que no era posible entrar y saber si quienes lo acompañaban estaban adentro. Esa confusión generó el aplazamiento de la entrevista que, si ningún imprevisto se pone en el camino, se realizará hoy a las diez de la mañana.

 

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