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Un incendio, calificado de intencional por el ministro del Interior, Carlos Corach, destruyó un móvil de la emisora Radio Diez, cuyos directivos estimaron que el acto podría tener relación con la campaña que un programa de ese medio viene realizando en contra de la denominada mafia de los taxis. Tanto las autoridades nacionales como el gobierno porteño expresaron su repudio a lo que se descuenta que fue un atentado, ya que dentro del vehículo una Trafic cuya cerradura fue violentada se encontraron varios bidones de plástico cargados con nafta colocados allí por desconocidos. Jorge Viviani, titular del gremio que agrupa a los peones de taxis, que viene manteniendo una dura polémica con periodistas de la emisora, también condenó el hecho y no descartó que sus autores puedan ser personas vinculadas al sector, aunque aclaró: Por diez o quince que actúan mal no pueden meternos a todos en la misma bolsa. La camioneta destruida por el fuego estaba estacionada en Uriarte 1899, en el barrio de Palermo, donde tienen su sede Radio Diez y la FM News. En ese mismo lugar, el viernes pasado, unos 300 taxistas se congregaron para protestar contra los comentarios que se realizan en el programa El Oro y el Moro, conducido por el periodista Oscar González Moro, con la participación como columnistas de Eduardo Feinmann, Horacio de Dios y Luis Pedro Toni. El director periodístico de la radio, José Luis Pagano, dijo a Página/12 que las amenazas telefónicas recibidas en la radio comenzaron a partir de las notas referidas a la mafia de los taxis. Comentó que hasta ahora nunca se le dio importancia, porque es habitual que un medio reciba amenazas o insultos por los comentarios que se hacen en un programa periodístico. El incendio ocurrió a la 0.40 del martes y en ese momento los custodios de la emisora estaban en el interior de la misma porque la orden es que no estén en la calle para evitar cualquier tipo de incidente que pueda molestar a los vecinos, explicó Pagano. El ministro Corach sostuvo que se trató de un atentado intencional porque vecinos denunciaron que se incendiaba un móvil de Radio Diez y cuando la policía apagó el fuego, encontró bidones de nafta que habían sido introducidos en el vehículo con el fin de posibilitar la destrucción del mismo. Corach, en nombre del Gobierno, expresó su más absoluta solidaridad frente a este atentado que evidentemente tiene que ver con la forma que ustedes (dijo refiriéndose a los periodistas en general) ejercen el derecho a expresarse libremente. El gremialista Jorge Viviani dijo a este diario que ya le había expresado su solidaridad, en persona, a Eduardo Feinmann. De todos modos, insistió en que los responsables del programa se la pasan hablando mal de los taxistas, por una supuesta mafia que no tiene nada que ver con nosotros, aunque muchas veces terminan metiéndonos a todos en la misma bolsa. Para hoy, el sindicato convocó a una conferencia de prensa en la que volverán sobre el tema. Según Viviani, estarán presentes 400 empresarios del sector que también están siendo afectados por una campaña que señala a los trabajadores como si fueran delincuentes. La Sociedad Propietarios de Automóviles con Taxímetro y la Asociación Taxistas de la Capital, que representan a las pequeñas y medianas empresas del sector, expresaron su repudio al atentado porque el respeto a la diferencia de opinión debe ser base indestructible de esta democracia. Las dos entidades criticaron las nefastas prácticas corporativas y las prácticas patoteriles de los que se adueñan de las paradas de los taxis, en lo que se ha dado en llamar la mafia que afecta al sector. También manifestó su rechazo al atentado el secretario del Gobierno porteño, Enrique Mathov, más allá del contenido de las declaraciones que puedan haberse emitido por la emisora.
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