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EL NUEVO PRESIDENTE SE EXPLICA
“Equidistante de todo, eso soy yo”

La reforma constitucional, que inquieta a muchos, es el principal objetivo de Hugo Chávez. El ex golpista explica aquí sus razones, sobre ese tema y sobre casi todo.

El presidente Hugo Chávez y su esposa María Isabel Rodríguez saludan a sus partidarios tras la toma de posesión.

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Por José Miguel Larraya

t.gif (862 bytes) Lanzado al poder por una resonante victoria electoral, Hugo Chávez recibió el 60 por ciento de los votos pese a una dura e intensa campaña adversa de los partidos tradicionales unidos contra él. Transmite la urgencia de un hombre llamado a cumplir una misión: refundar la república de Venezuela, contribuir a la unidad de los pueblos de Latinoamérica. Su discurso es bien recibido por la izquierda latinoamericana sobreviviente y por los sectores más nacionalistas de América latina.
–Usted se declara bolivariano en memoria de Simón Bolívar, que luchó contra el Imperio español. ¿Contra qué imperio lucha usted?
–No. Soy bolivariano en la medida en que fue Bolívar el que parió el primer proyecto que hubo en América latina de país–nación. Bolívar, junto a Miranda y aquellos próceres nuestros, fueron los constructores, alfareros de repúblicas, según dijo algún poeta. Bolivariano en el sentido que Bolívar dijo que el sistema de gobierno democrático debía dar felicidad a un pueblo, y si no lo hace, no era democrático; Bolívar en su visión geopolítica de integrar la América latina en un todo; Bolívar en su concepto de que el ejército y el pueblo deben estar unidos en la construcción de un proyecto nacional; Bolívar, en fin, en el sentido del poder moral.
–Usted afirma que tiene un proyecto para Venezuela. ¿Por dónde va a empezar?
–Antes que nada, no se trata de un proyecto personal; se trata de un proyecto colectivo. Habría que decir, como Bolívar, que el hombre es como una débil paja arrastrada por el huracán, o, como diría el barón de Montesquiuieu, el líder, el hombre del acontecimiento, debe montarse sobre la ola y tratar de conducirla. Y hay una ola desatada, es el poder constituyente.
–Y esa ola, ¿adónde conduce?
–Una de las primeras cosas, lo dijimos en la campaña electoral, será convocar a todos a través de un referéndum democrático, consultivo y preguntarle al país cuál es el camino a seguir. Si seguimos este mismo modelo político, dando vueltas sobre nosotros mismos y hundiéndonos cada día más, o damos un salto adelante convocando una Asamblea Constituyente. –¿Se considera con apoyo suficiente para cambiar la Constitución?
–Ya antes de mi viaje por Europa veíamos una encuesta hecha en Caracas en la que el 78 por ciento de los caraqueños consultados decían “sí” a unas elecciones constituyentes ya. Todo indica que va haber una respuesta positiva al referéndum, luego, en dos meses de plazo, habrá que abrir un período de elecciones generales para elegir representantes nominales a una Asamblea constituyente.
–La permanencia en su gobierno de la ministra de Economía del anterior Ejecutivo, ¿es un gesto de continuidad, para dar confianza a la inversión extranjera?
–No tanto de continuidad –vamos a transformar el modelo económico–, como de reconocimiento a la gran capacidad técnica de la ministra Mari Fe Izaguirre al trabajo que ha hecho en los últimos meses, el equilibrio en las cuentas macroeconómicas. Nosotros hemos dicho que vamos a continuar con el sistema de bandas cambiarias, no vamos a utilizar la devaluación con fines fiscalistas, no vamos a establecer un control de cambios. Ella está de acuerdo con esos planteamientos y nosotros la necesitamos para dar algunas líneas económicas de continuidad. Pero más allá de lo macroeconómico, al fondo, hay también un proyecto de transformación delmodelo económico en Venezuela, ya que el actual no está sirviendo para satisfacer las necesidades de la población.
–¿Cómo se sitúa usted en relación con Estados Unidos?
–Creo que debemos ser grandes aliados. Seremos aliados, sin duda alguna, tenemos áreas comunes, y también diferencias, pero ya las manejaremos.
–¿Y con Cuba?
–Igual. Somos amigos de Cuba.
–¿Es usted equidistante entre Washington y La Habana?
–Póngame equidistancia entre España, Washington, La Habana, Moscú, India y China. Equidistante de todo.
–Su primera visita como presidente electo ha sido a Brasil, Argentina, Colombia y México. Apoya usted la creación de un bloque latinoamericano?
–Eso parte de una visión, como dice uno de mis maestros, del huevo completo. El mundo ya no es bipolar, ni unipolar. Tenemos la necesidad, y la buena perspectiva, de formar un polo de poder en Latinoamérica y el Caribe. Está el polo de poder norteamericano, el polo de poder europeo, y yo me alegré muchísimo de llegar a Europa a poco del gran triunfo político que significa el euro. Estamos pensando pasar una parte de nuestras reservas a euros, cuando sea posible. Aceleraré en lo que pueda los proyectos de integración que hay en América latina. Mercosur, Comunidad Andina, ... seré un actor vigoroso.
–¿Cuál es el mayor riesgo que corre su proyecto político?
–El mayor riesgo que tenemos en Venezuela es la ingobernabilidad en la que ha caído el sistema venezolano. Por ello, la necesidad de la Asamblea Constituyente. Es una necesidad imperiosa. La Constituyente es el mecanismo para reordenar el sistema que cayó en una fase de entropía, previo a la agonía. No funciona nada. Necesitamos darle viabilidad y gobernabilidad al sistema. El único temor que tengo es que si no logramos la Constituyente lo más pronto posible corremos el riesgo de fracasar, porque estaríamos esclavizados por un sistema de corruptelas, a través de mecanismos de todo tipo que se han enquistado durante muchos años.
–Usted sufrió una campaña de prensa muy dura. Se anunciaban los peores males si usted ganaba las elecciones. Y la Bolsa subió un 25 por ciento al día siguiente de su triunfo.
–Sí. Fue un récord histórico.
–¿Se están reorganizando las fuerzas que perdieron las elecciones para volver al ataque?
–Creo que no tienen fuerza de ataque. Están replegándose a posiciones defensivas en profundidad. Yo les he hecho llamados. No se trata de que vayamos a desaparecerlos. Deben admitir que fracasaron. No porque yo los derroté en la campaña electoral, sino porque históricamente fracasaron. Pero hay signos de racionalidad como el del representante del partido Copei, Alvarez Paz, que se ha incorporado a una comisión presidencial por la Constituyente. Creo que deben sumarse al proceso Constituyente, al proceso de cambio nacional, al proceso de cambio necesario, o el barco los deja y se van a quedar en la historia.

 

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