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Por Pablo Ferreira No hay razones para que los bancos hayan restringido el crédito a los sectores productivos, en particular a las pymes, porque las entidades tienen mucha liquidez y están aumentado los depósitos. La crítica a las entidades financieras fue asumida ayer por Pedro Pou, titular del Banco Central, frente a siete comisiones parlamentarias en la Cámara de Diputados. En el marco de una ronda de consultas para evaluar los efectos de la crisis brasileña, los legisladores se reunieron, además, con el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos, Eduardo Escasany, y con Roque Maccarone. El mandamás del Banco Nación anunció un refinanciamiento para 30 mil deudores de menos de 100 mil pesos enfrentados a juicios por mora que implica repactar unos 600 millones de pesos a un plazo de 20 años. Las reuniones de los diputados incluyeron también a representantes de la poderosa cámara de productos alimenticios COPAL, y a varias agrupaciones agropecuarias que manifestaron su preocupación por el Efecto Brasil. El plenario de comisiones, presidido por el justicialista Emilio Martínez Garbino, hizo hincapié en la situación de las pymes. Estas, como se sabe, son fuertes generadoras de fuentes de trabajo y, al mismo tiempo, son las empresas más vulnerables a la crisis financieras internacionales. Esto explica la presencia de la secretaria de pymes, Ana Kessler, en la Cámara baja. La funcionaria mencionó que su organismo está trabajando para implementar en el corto plazo un fondo de garantías para microempresas similar al FOGABA bonaerense que será financiado con créditos internacionales. El tema financiero fue otro de los focos de atención. El presidente de la Comisión de Finanzas, Esteban Dómina, aseguró que le trasmitieron a Pou la inquietud de que siga habiendo crédito sobre todo para el sector productivo y para las pymes, que bajen las tasas de interés y que el sistema financiero no se vea alterado por la crisis. Respecto a este último punto Pou destacó que el impacto sobre los bancos y sobre el mercado de capitales está resultando muy inferior al que tuvo, por caso, la devaluación rusa. En su opinión los mercados han entendido que la convertibilidad, lejos de ser una debilidad de Argentina, es una muestra de robustez capaz de soportar embates muy significativos. Según aclaró Dómina a Página/12, el jefe del Central prometió flexibilizar algunas normas sobre calificación y previsionamiento de los bancos que dificultan el acceso al crédito de las pymes. Para este legislador las disposiciones vigentes son francamente muy rígidas. Por otra parte, Pou responsabilizó a los banqueros por las decisiones en materia de créditos. Está en manos de ellos, disparó el funcionario, sin contemplar como destacó Dómina que muchos bancos están actuando de manera conservadora. Por su lado, Eduardo Escasany, que encabeza la Asociación de Bancos Argentinos, reciente fusión de las cámaras ADEBA y ABRA, tampoco prometió nada respecto al endurecido financiamiento a las empresas más chicas. Es una decisión de los bancos para cubrirnos de los sacudones del mercado en la que no podemos olvidar la defensa de los fondos de nuestros ahorristas, habría justificado el titular del Banco de Galicia. En tanto, Luis Spanggerberg, de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), señaló que está preocupada por la colocación de nuestros productos en Brasil, Y, sobre todo, por los stocks en ese país que necesitan colocarse en otros mercados, lo cual amenaza con una avalancha de importaciones. El sector alimentario representa casi el 30 por ciento de las exportaciones locales al vecino en crisis. Los sectores más afectados, de acuerdo a la diputada Marta Cardoso del PJ pampeano, son los de la fruta, las hortalizas y los granos, que están perdiendo 500 millones de pesos. La Copal pidió también mecanismos de financiamiento a los exportadores a países fuera del Mercosur.
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