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Por Laura Vales Al paro de los médicos de cabecera del PAMI se sumó ayer un nuevo frente de conflicto, con la decisión de las clínicas de la ciudad de La Plata de cortar definitivamente la atención a jubilados y pensionados. La red de sanatorios de la capital bonaerense, Berisso, City Bell y Villa Elisa anunció que los afiliados al PAMI "serán considerados a partir de ahora pacientes particulares"; la medida fue dispuesta por un atraso de más de tres meses en el pago de las prestaciones. Mientras tanto, los médicos de cabecera entraron en su tercer día de huelga sin atisbos de llegar a un acuerdo con el directorio de la obra social. En un comunicado de prensa enviado a todas las redacciones, el Instituto calificó el paro como "un verdadero fracaso". La gacetilla puntualiza que "el servicio PAMI Escucha no recibió denuncias sobre falta de atención", que "los 500 médicos en relación de dependencia trabajan normalmente" y que en el Gran Buenos Aires los gerentes de las sucursales "realizaron personalmente un relevamiento que arrojó como resultado que más del 95 por ciento de los profesionales atendió sin alteraciones". Otra es la óptica de los que están en conflicto. Héctor Almada, secretario general de la Asociación de Profesionales para la Atención Médico Integral y Afines (Appamia), estimó en un 85 por ciento el acatamiento a la huelga y agregó que ayer sumaron la adhesión de la Asociación Médica de la República Argentina. "Esto significa que habrá más profesionales en paro, pero lo más significativo es que se ha empezado a conformar un frente con posibilidades de seguir creciendo" explicó Almada. La impresión de los médicos es que el PAMI quiere desligarse del problema para que la negociación sea asumida directamente por las tres redes que, a partir del primero de abril, administrarán el nuevo sistema de salud. En realidad, a lo largo de la semana hubo una serie de encuentros informales con las gerenciadoras. En ellos, según fuentes de Appamia, se informó que las empresas están dispuestas a pagar una cápita de dos pesos por cada beneficiario, una suma muy alejada de las expectativas de los profesionales. En lo económico, el reclamo hacia el PAMI y los futuros empleadores se basa en dos puntos: el monto que recibirán por cada jubilado que tengan a cargo y el cupo cero de pacientes previsto en el nuevo sistema. Los médicos atienden ahora una cantidad fija de beneficiarios, que varía entre 500 y 1200 por cada uno. El primero de abril esos listados quedarán en cero. Los jubilados deberán afiliarse a una de las tres redes y luego volver a elegir a su médico de cabecera. "Vamos a ser la variable de ajuste del cambio de plan" señalan en Appamia, para indicar que además de la disminución en el precio de la cápita perderán buena parte de sus pacientes. El sistema es considerado por ellos como "un método para que las nuevas redes se provean de un colchón financiero a costa de nuestros ingresos." En un intento de mediar en el conflicto, el Colegio de Médicos bonaerense ofreció su mediación, pero hasta ahora las autoridades del PAMI no dieron ninguna respuesta.
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