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Por F. Y. La interna del PJ bonaerense es un hervidero de intrigas y operaciones. Por un lado el grupo Bauen perdió un integrante, el duhaldista crítico Felipe Solá se abrió del sector díscolo y está a un paso de retornar al ruedo del gobernador. Pero no todo es pérdida para los hombres del Bauen, que evalúan como un logro importante la incorporación de Antonio Cafiero. Sin embargo, el veterano senador no es un dirigente fácil de disuadir. Alberto Pierri no logró, por ahora, convencerlo para que acepte ser el candidato a presidente del PJ bonaerense. Mientras tanto, desde el bunker de Duhalde sus operadores observan con una apenas disimulada satisfacción estas idas y vueltas y brindan por el retiro de la contienda del intendente de Escobar, Luis Patti, quien anunció que participará de las elecciones a gobernador por fuera del justicialismo. Hasta el momento el único sector del PJ bonaerense que está más o menos ordenado es el del gobernador Eduardo Duhalde. La semana que viene anunciarán, con bombos y platillos, la fórmula que competirá el próximo 11. Nadie duda de que Carlos Ruckauf y José María Díaz Bancalari buscarán suceder a Duhalde, que ya regresó de sus vacaciones en Brasil y ayer estuvo encerrado a solas con Ruckauf en su quinta de San Vicente analizando las alternativas de la interna y, seguramente, el posible encuentro entre Duhalde y Alberto Pierri. El anunciado encuentro entre dos antiguos aliados generó múltiples especulaciones, pero la que más adeptos recogió fue aquella que sostiene que la verdadera causa del encuentro es la necesidad de fijar reglas de juego claras para las elecciones del 11 de abril. Nadie quiere que los precandidatos utilicen munición gruesa para bajar al adversario. Tal vez sea ésta la causa que llevó a Pierri a forzar un encuentro. El grupo Bauen, que encabeza el titular de la Cámara baja, no pasa por el mejor momento. El diputado nacional tiene que atender varios frentes de tormenta. A todo esto se suman las denuncias de diferentes operadores de este sector por la presión que el duhaldismo está ejerciendo sobre los intendentes que responden al hombre fuerte de La Matanza. Para colmo de males, Felipe Solá se bajó del colectivo pierrista. Convencido de que él y su sector todavía son duhaldistas, pero de los críticos, anunció que no iba a tolerar que en la cabeza de la boleta esté el nombre de Ramón Ortega presidente y no el del gobernador bonaerense. El caballero audaz, como el propio Solá se autodefine en su contestador automático, está decidido hasta a fracturar su agrupación Nuevo Espacio Peronista (NEP) en caso de que no lo acompañen en su determinación. Un dirigente muy cercano a Pierri confesó a Página/12 que las relaciones no están en su mejor momento y es muy difícil asegurar que Solá permanezca en el Bauen. Pero éste no es el único problema del grupo. La incorporación de Antonio Cafiero también tiene sus consecuencias. Ayer, mientras el senador participaba junto a Pierri y Ramón Ortega de una reunión con el presidente Menem en la residencia de Olivos, anunció que será candidato a gobernador y tras cartón solicitó que las elecciones del 11 de abril se posterguen por un mes. El principal sorprendido por la ocurrencia del veterano político fue el propio Pierri, quien poco después del encuentro presidencial aseguró que él sigue siendo el candidato del grupo Bauen, que quiere que las internas se realicen el día estipulado y que a Cafiero lo invitaron a sumarse como presidente del PJ provincial. Consciente del efecto que causó su frase, Cafiero se instaló a pocos metros de Pierri y desde allí lanzó otro anuncio: Espero que Pierri no escuche, pero a la larga la interna se polarizará entre Ruckauf y Cafiero. El que ahora mira las alternativas de la interna justicialista desde afuera es el intendente de Escobar, Luis Abelardo Patti. Molesto por no tener un lugar en la junta electoral y no poder discutir siquiera la fecha de la interna, decidió pegar el portazo y se fue del peronismo: No es una decisión apresurada, aseguró el comisario retirado a este diario, altiempo que destacó que en pocos días más anunciará su nuevo partido. Lo que todavía no entiende es por qué no recibió ni siquiera una llamada desde la Rosada para apoyar su determinación. Eso sí, el intendente se apresuró a decir que él tampoco llamó.
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