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Por Fernando Almirón  Alberto Pierri dice que
por ahora su enfrentamiento con Duhalde no tiene retorno y que el gobernador cometió
“un grave error” al impulsar a Carlos Ruckauf como el precandidato a la
gobernación bonaerense por el peronismo. Pierri también dejó trascender que no lo
afecta la ruptura del Grupo Bauen que integraba con Felipe Solá –que parece volver a
las filas duhaldistas– y que será él quien encabece la lista opositora en las
internas del 11 de abril pese a que Cafiero también aspira a ocupar ese lugar. “Si
hay acuerdo bien, sino iremos solos”, sentenció el diputado que, por indicación de
Carlos Menem, podría abrirle las puertas del conurbano a Ramón Ortega. —Duhalde podría bendecir a Carlos Ruckauf como su favorito para sucederlo en la gobernación de la provincia de Buenos Aires. –Yo creo que Duhalde comete un gran error al elegir a un favorito. El, por su peso político y como precandidato presidencial, debería haber buscado el consenso. Sin embargo repentinamente un día nos anunció que ya no éramos sus aliados y nos convirtió en oposición. Después armó personalmente su propia lista en la que se incluyó como candidato a diputado, para que la gente supiera a quién votar. Todo esto me parece un grave error. Nosotros nos damos por enterados... –... de que fueron expulsados del duhaldismo. –... sí, expulsados o marginados. El candidato oficial de una elección interna debería contar con el apoyo generalizado de los dirigentes de Buenos Aires. Por eso el que surja tan sólo con el apoyo del gobernador no va a ser un candidato legitimado aunque gane la interna. El apoyo del gobernador a Ruckauf ya había comenzado antes, cuando el vicepresidente de la Nación fue invitado a regalar trajes de novia en nombre de la provincia de Buenos Aires. Ahí nos dimos cuenta de que era el caballo del comisario. –¿Quién será el candidato a gobernador en la lista que impulsa el denominado Grupo Bauen: Antonio Cafiero, Pierri, Felipe Solá? –Yo voy a ser candidato a gobernador pese a algunas operaciones de prensa que tratan de sacarme del camino. Se afirman muchas cosa falsas. –¿Cuál es su realidad? –Nosotros (la Liga Federal y sus nuevos aliados del menemismo) tenemos una estructura política que abarca toda la provincia de Buenos Aires, y este trabajo que estamos realizando desde hace bastante tiempo lo vamos a consumar presentando listas en todos los municipios. –Si usted dice que será el candidato, ¿qué pasará entonces con Cafiero, que también aspira a encabezar la lista? –Es bueno que todos tengamos aspiraciones. Si es posible ponernos de acuerdo, lo haremos. De lo contrario nosotros ya estamos listos para participar de la interna. –¿Qué logotipo encabezará su lista: “Duhalde Presidente” u “Ortega Presidente”? –Nosotros estamos concentrados en la interna de la provincia de Buenos Aires, de todos modos no vamos a negar que hay un debate sobre el tema de las candidaturas nacionales. La mayoría del Grupo Bauen adhirió en su momento a la postulación presidencial de Duhalde. Pero ahora estamos en otra circunstancia política y habrá que seguir analizando el tema. –Sin embargo se dice que usted va a ser el hombre que, a pedido de Menem, le abrirá camino a Ortega en la provincia de Buenos Aires. –Hay todo tipo de especulaciones. Yo nunca he sido ni menemista ni duhaldista, siempre fui peronista. Aunque lógicamente con Duhalde fueron muchos años de trabajo, casi diez. Tanto tiempo juntos nos permitió desarrollarnos mutuamente, tanto Duhalde que llegó a ser vicepresidente y yo presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. –¿La candidatura de Ruckauf instala una distancia definitiva entre usted y Duhalde? –En política no hay nada definitivo. Esta interna se termina en sesenta días y después se vuelve a hablar, siempre que se hayan respetado los límites y no se haya caído en el insulto, el agravio. Yo no descarto hablar con Duhalde en cualquier momento. –Cuando habla de los agravios, ¿se refiere a las declaraciones de Ruckauf en las que los comparó con Herminio Iglesias? –Hay cosas que no se deberían decir ni aún en el fragor de la batalla. Yo creo que hay que lograr la adhesión de la gente apelando a aquellos temas que a la gente realmente le interesa: los proyectos, las propuestas. –¿Usted cree que la gente se detiene a escuchar proyectos o sólo registra la imagen del candidato? –La gente ve imágenes, y le presta menos atención a las condiciones de los dirigentes políticos. La gente compra imágenes. La política, tanto acá como en el mundo, actualmente funciona en base a las reglas del marketing. Entonces no alcanza con lo que uno tenga adentro, ni con la experiencia, las ideas o el trabajo. Hay que resultar simpático, carismático y además se debe contar con una agencia de publicidad que se ocupe de vender el producto electoral a la gente. –Su imagen no es buena, ¿va a contratar a una agencia? –Mire, los que a veces tenemos que estar en la primera línea del combate político estamos más expuestos a perder imagen. Pero también es cierto que hay mucha hipocresía. Hay quienes que se presentan ante la sociedad detrás de una gran sonrisa como éticos, transparentes y simpáticos, cuando realmente son todo lo contrario. Yo no necesito contratar a una agencia de publicidad, yo soy un militante del justicialismo. Además no nos olvidemos que un mes antes de la elección de gobernador en Córdoba, José Manuel de la Sota tenía más de un 50 por ciento de imagen negativa y sólo un 20 por ciento de intención de voto. Y ganó. Por eso yo creo que los políticos lo que tienen que hacer es no leer encuestas sino leer política. –¿Cuál fue su principal diferencia con Duhalde? –Mi reconocimiento a Menem. Podremos criticar cosas pero no se puede negar lo que ha significado Menem como conductor del Movimiento Nacional Justicialista y el rol que ya ocupa en la historia. Además hay que tener en cuenta que el presidente que resulte electo, ya sea peronista o aliancista, lo primero que va a tener que hacer es sentarse a hablar con Menem. Y esto es y será así, guste o no guste.
EL GOBERNADOR NO NOMBRO A RUCKAUF
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