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REALIDAD VIRTUAL, E-MAIL Y ROBOTS EN LA MEDICINA COTIDIANA
Déme un turno para la computadora

Bulimia y anorexia, diabetes, stress y hasta la impotencia. Estos y otros padecimientos podrán ser tratados mediante las telecomunicaciones. Los adelantos previstos para este año.

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The Guardian 
de Gran Bretaña

Por Roger Dobson
Desde Londres


t.gif (862 bytes)  Conrad Newman acaba de revelar su revolucionario nuevo tratamiento para la agorafobia. Su terapia para aquellos que les temen a los amplios espacios abiertos sorprende porque sus pacientes no tienen que salir de sus hogares para comenzar el tratamiento. No más citas con el doctor ni visitas al hospital: llegará a ellos vía Internet. El tratamiento de Newman, de la Universidad de New York, es el primero disponible a través de Internet. La terapia, a la que se accede totalmente a través de la pantalla de una computadora, les muestra a los pacientes la mejor manera de tratar su problema, les habla a través de imágenes de espacios abiertos y finalmente los conduce, por medio de una exposición virtual al afuera real. La relación médico-paciente se hará intercambiando e-mails, por lo menos hasta que los pacientes se sientan capaces de salir a la lucha. Este es sólo uno de los avances en materia médico-informática, que según las previsiones se concretarán a lo largo de este año.
En los próximos 12 meses se verán enormes adelantos en el uso de las telecomunicaciones para ciertos tratamientos. En Gran Bretaña, dos proyectos ya están probando el uso de líneas telefónicas para hacer llegar los resultados de radiografías a los médicos rurales, y se espera que se pongan en práctica los primeros proyectos de salud “tele-social”, donde los pacientes son monitoreados electrónicamente en sus hogares. También hay proyectos sobre los tratamientos con realidad virtual para una serie de enfermedades que incluyen la anorexia, la impotencia, los desórdenes de stress postraumáticos, en los que los pacientes están inmersos en un ambiente virtual y expuestos a imágenes de esos elementos a los que les temen o que los impactan. En Valencia, por ejemplo, el doctor Conxa Tordera está concluyendo los detalles del primer proyecto para utilizar la realidad virtual para tratar desórdenes alimenticios. En la terapia tradicional, los pacientes con anorexia o bulimia son expuestos a las imágenes de ellos mismos muy flacos en la forma de fotos o de videos para intentar que coman. En la terapia de realidad virtual de Tordera, el paciente se pone un casco y entra en un mundo virtual que ya está habitado por su propia imagen tamaño natural en movimiento. Dentro de este mundo virtual ellos podrán caminar al lado o detrás de ellos mismos y obtener una imagen más objetiva y exacta de cómo se ven realmente. Los investigadores esperan que esto ayude a los enfermos a atravesar ese autoengaño, que es parte de su condición.
También se esperan grandes desarrollos en la tecnología para los diabéticos y las mujeres embarazadas. Una de las grandes tareas para los diabéticos es que deben medirse el nivel de glucosa en la sangre regularmente utilizando una aguja. Pero un nuevo aparato diseñado como un reloj pulsera, que se espera que sea aprobado por las autoridades reguladoras este año, les evitará la tarea de medirse el azúcar en la sangre. Fabricada por la compañía norteamericana Cygnus, el pequeño aparato llevado en la muñeca usará una pequeña cantidad de electricidad para sacar la glucosa a través de la piel, sin agujerearla, y depositarla en una almohadilla donde el nivel se mide constantemente. Esto le permitirá a la gente que sufre de diabetes mantener más fácilmente un preciso control de azúcar en la sangre, que ya se comprobó que evita complicaciones como problemas circulatorios y de visión.
Está en pleno desarrollo también un nuevo test de ultrasonido para el síndrome Down, que puede reducir la necesidad de amniocentesis, un procedimiento que consiste en pinchar el útero para extraer flujo de la placenta. La técnica, llamada traslucidez nucal, está basada en el descubrimiento de Kypos Nicolaides del King’s College Hospital en Londres, de que la existencia del síndrome está indicada por un aumento en el grosor de la membranas en la parte de atrás del cuello. Utilizando unescaneo ultrasónico para medir el grosor de este rollo de carne, el test parece poder detectar el síndrome a las 10 semanas de embarazo, en lugar del actual de amniocentesis a las 18 semanas. En los estudios preliminares, el test detectó un 90 por ciento de bebés Down a las 10 semanas.
Es probable que 1999 también vea el desarrollo de la mano artificial más avanzada hecha hasta ahora, en la que los cuatro dedos y el pulgar se moverán por la electricidad generada cuando el paciente mueva los tendones de su antebrazo. La pequeña corriente producida cuando los tendones se rozan entre sí disparará un chip de computadora incrustado en el brazo, que entonces transferirá los mensajes para mover la mano. La mano, desarrollada en la Universidad de Rutgers en New Jersey, no sólo servirá para los amputados sino también para niños que nacen sin un miembro y los investigadores creen que los pacientes podrán controlar la mano robot con tanta precisión con este método que podrían usarla para tocar el piano. La tecnología permitirá que el chip esté conectado con alambre directamente a una computadora, evitando la necesidad de una mano en el teclado o en el mouse.
Ingenieros bioquímicos en numerosos centros también están finalizando trabajos sobre robots que funcionarán como asistentes de los cirujanos. Los robots sostendrán endoscopías, monitores de señales vitales, y hasta llevarán a cabo incisiones menores. Una de las ventajas de los robots es que, programados adecuadamente, son más exactos que los humanos en muchas tareas precisas pero repetitivas. Inicialmente los robots estarán activados eléctricamente utilizando una especie de joystick, pero dentro de cinco años, dicen los expertos, serán controlados por la voz: los médicos simplemente les dirán a sus colegas robots lo que deben hacer.
Pero el mayor desarrollo en la carrera hacia el milenio probablemente esté en la genética. Con el Proyecto del Genoma Humano que apunta a trazar un mapa de todo el genoma humano, nuevas posibilidades surgen diariamente. Uno de los últimos en emerger del proyecto es el concepto de personalizar las drogas para tomar en cuenta las diferencias en el ADN de los pacientes. En Gran Bretaña se cree que hasta 15.000 personas mueren por reacciones adversas a las drogas que les fueron recetadas. Uno de los problemas con el infinito aumento de drogas en el mercado es que las pruebas clínicas no detectan los efectos colaterales menos frecuentes. Si una reacción adversa ocurre en una de 20.000 personas, por ejemplo, una prueba que involucre a 10.000 probablemente no la identificaría.
Están en desarrollo además nuevas familias de drogas hechas a medida basadas en las variaciones genéticas de los individuos. Al identificar y catalogar estas variaciones, será posible detectar las personas que probablemente tengan una reacción adversa a una determinada droga antes que la tome. Ya bien dentro del milenio, el potencial de tecnología genética es que los médicos podrán decir con exactitud quién es susceptible a tal enfermedad, años antes de que la contraigan.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

 

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