El País
de Madrid
Por J. J. Aznarez
Desde Caracas
En el año 2004
terminará el primer gobierno del venezolano Hugo Chávez. Para llegar a entonces, esta
semana anunciará las medidas que aplicará en el primer año. ¿Podrá Chávez cumplir
con sus radicales promesas de cambio? Parece casi imposible en las actuales
circunstancias. A corto plazo habrá que endeudar más a la República o devaluar la
moneda, sostiene Omar Enrique García-Bolívar, profesor universitario. La deuda
exterior del Estado se aproxima a los 30.000 millones de dólares, monto al que debe
agregarse la llamada deuda pública social, otros 16.000 millones. Cargas que
obligan a pagos puntuales de casi 9000 millones de dólares al año. Y para colmo de
males, la acelerada caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales
resta al presupuesto 3500 millones de dólares, y una cantidad similar, a otros sectores,
y el crédito en los bancos multilaterales cotiza alto y es escaso.
Pero como deberá actuar para que la gente vea que hace algo, alguien será arrojado
a los leones. Y lo más barato es meter en la cárcel a algún político o funcionario
corrupto y televisar su entrada en el furgón policial, predice un observador.
A los empresarios no se les va a tocar ni con el pétalo de una rosa. No está la
cosa como para asustar a los inversores. Están por ver cuáles serán las medidas
económicas de los nuevos administradores, aunque algunos inversionistas, entre ellos los
bancos españoles Santander y BBV, apostaron años atrás por este país. Lo hicieron a
sabiendas de que, a mayor riesgo, más barata es la instalación y mayor el margen de
beneficios. Pero algunas privatizaciones se las traen. Licitadores interesados en una
empresa metalúrgica descubrieron espantados que el 60 por ciento de los 5000 empleados en
planta figuraba en el organigrama como cuadro directivo.
Concluidos los discursos patrióticos de la investidura y las románticas arengas
bolivarianas, el presidente Chávez analiza una decisión que puede enemistarle con los
suyos. Este año se vencen los convenios colectivos de trabajo, y el incremento prometido
en campaña fue alto. Si aprueba una subida del salario mínimo (174 dólares) por encima
de la inflación calculada para 1999, un 25 por ciento, cerrará entre el 75 y el 80 por
ciento de las empresas, advierte Vicente Brito, vicepresidente de la patronal
Fedecámaras. La mayoritaria Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) exige un salario
mínimo de 425 dólares, y la propuesta es secundada por varios dirigentes del Polo
Patriótico, la coalición encabezada por Chávez que fue la ganadora en las
presidenciales de diciembre. Y lo peor de todo es que la mayoría cree que Chávez
cura la gripe, dice la prensa. Fue por eso que el 6 de diciembre los venezolanos
entronizaron un mesianismo percibido en un redentor personalizado: un comandante de
paracaidistas que el 4 de febrero de 1992 irrumpió a tiros en las calles de Caracas
tratando de derrocar y detener al socialdemócrata Carlos Andrés Pérez.
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