Por Fabián Lebenglik
En la filosofía griega
el accidente es aquello que puede aparecer o desaparecer sin modificar la esencia de un
objeto o de un sujeto. En este sentido, el accidente es una cualidad variable y no
esencial. Pero en la producción de Bernar Venet el accidente es constitutivo de la obra.
Precisamente, lo esencial de su trabajo es de naturaleza accidental.
Venet artista conceptual, pintor, escultor, fotógrafo, músico nació en los
Alpes franceses en 1941, se formó en las artes plásticas de
manera asistemática y a los 25 años se instaló en Nueva York. Desde entonces y hasta la
actualidad vive y trabaja alternativamente entre EE.UU. y Francia. Tiene en su haber más
de un centenar de exposiciones individuales en Europa, América y Asia y
participó en las bienales de Venecia y San Pablo, así como en la Documenta de Kassel de
1977. Además compuso y grabó música contemporánea.
Entre 1969 y 1976 abandonó la práctica artística para dedicarse a la teoría y el
ensayo sobre arte y a mediados de la década del ochenta agregó a sus múltiples
actividades la del arte público, con esculturas monumentales, que fue emplazando en
ciudades de Francia, Japón y EE.UU.
En 1988 creó para la Opera de París el ballet Graduaciones concebido en 1966
en el que cuatro bailarines se desplazan sobre una construcción tubular vertical, una
especie de enrejado metálico que ocupa toda la altura y todo el ancho del escenario. Al
moverse dentro de la estructura, los bailarines dibujan figuras geométricas que se
materializan y permanecen visibles gracias a una cuerda atada a cada uno. Venet no sólo
realizó el escenario, los decorados y la coreografía sino que también ideó la música
del ballet, que era una consecuencia directa del movimiento de los bailarines. A cada uno
le correspondía una familia de instrumentos y las variaciones cromática y de escala
dependían de la altura de los desplazamientos horizontales y verticales por la estructura
metálica.
La muestra que Venet vino a presentar al Centro Recoleta, organizada por la
embajada de Francia, tiene dos partes, de muy diferente resultado.
Para su instalación/performance, el artista colocó un conjunto de enormes y pesadas
barras de acero contra la pared y luego las empujó para que cayeran, como palitos chinos
magnificados, que formaran una estructura aleatoria sobre el piso. La lenta caída de las
barras componía, a su vez, un estruendo de sonidos, como un campanario enloquecido,
poblado de ecos y golpes resonantes y musicales. También la caída produjo trazos
visibles y rayaduras rítmicas en la pared, de modo que hay allí distintos elementos de
composición y análisis, producidos por accidente. Esa suerte de
objetivación del accidente, también es, como un gigantesco juego de mesa, la
objetivación y materialización programada del azar. Ya no controlo -dice
Venet las reglas físicas que constituyen la obra; son las reacciones imprevistas de
las barras las que determinan el resultado final. En esta misma dirección apunta el
texto ploteado sobre la pared de la instalación: El accidente: la incertidumbre
como hipótesis de trabajo y luego, en otra pared, una lista de palabras
orientativas, como si fuera un largo poema: Desorden, inestabilidad, ruptura,
dispersión, desequilibrio, antagonismo, entropía, perturbación,
imprevisibilidad..., etc.
Pero por otra parte, el mayor despliegue de espacio en la sala Cronopios está dedicado a
lo más decepcionante de la exposición: una serie de grandes telas gestuales, de formas
irregulares, monocromas, pintadas a brochazos, que resultan de un interés mínimo. No
hubiera sucedido lo mismo si estas superficies indetermindas tuvieran la
contundencia de las piezas en acero cortado a soplete, apoyadas contra la pared, tal como
el propio Venet las presenta en Francia. La versión light, sobre tela, de las
superficies indeterminadas exhibidas en Buenos Aires, no sólo atenta contra
la contundencia y la carga de la escultura del artista, debilitándola, sino que parece,
más bien, una adecuación de bajopresupuesto. (En la Sala Cronopios del Centro Cultural
Recoleta, Junín 1930, hasta fin de mes)
LA MUESTRA PARALELOS/PARALELAS
El Fondo, también en ARCO
El Fondo Nacional de las
Artes de la Argentina tendrá una fuerte presencia en el marco internacional de la Feria
ARCO que se inaugura mañana en Madrid. El Fondo hace una fuerte apuesta estética, con el
nombre Paralelos/paralelas, dividida en dos secciones. Por una parte una
amplia exposición de Raúl Lozza no sólo uno de los grandes artistas del arte
argentino moderno sino uno de los que más influyó sobre los artistas de la década del
noventa, curada por Fermín Fevre director del Fondo y Guillermo
Whitelow y por la otra cuatro muestras de artistas de las nuevas generaciones: Elba
Bairon, Martín Di Girolamo, Karina El Azem y Leandro Erlich, curadas por Luis Benedit,
otro de los directores del Fondo, con producción de Patricia Rizzo. Podemos
encontrar en estos cuatro artistas escribe Benedit técnicas y tácticas
similares, como el moldeo y producción de obras seriadas, las acumulaciones, el uso de
partes o piezas madres sin significado individual, el uso de imágenes ajenas, una
manualidad importante, el uso o la conciencia de trabajar con y en escalas, mecanismos de
percepción real/irreal, falso/verdadero, presencia/ausencia, etc., el uso del muro
formando parte indisoluble de las obras, que transforma el plano vertical en una entidad
diferente, que ya no se percibe como pared/soporte. La muestra se completa con un
buen catálogo, que lleva textos críticos de los mencionados más arriba.
Bienal de Bahía Blanca
La Bienal Nacional de Arte de Bahía Blanca, organizada por el Museo de Arte
Contemporáneo de esa ciudad, convoca a los artistas de todas las disciplinas (excepto
arte electrónico y video) a participar de la misma. Los cuatro premios adquisición
establecidos son, uno de $ 5.000, dos de $ 3.000 y un premio para artista bahiense que
consiste en un pasaje a Nueva York. El jurado de selección y premios estará integrado
por los artistas Luis Benedit y Jorge Gumier Maier y el crítico y curador Marcelo
Pacheco. Los interesados deben enviar al M.A.C. (Sarmiento 450, 8000 Bahía Blanca) un
sobre identificado, conteniendo fotografías de 15 x 21 cm de hasta dos obras por artista,
con referencia de dimensiones, técnica, título y año de realización y datos
curriculares, que llegue a destino antes del 10 de marzo de 1999. Los artistas
seleccionados serán llamados entre el 15 y e 17 de marzo para enviar las obras antes del
25 del mismo mes. Los premios serán discernidos por el jurado, que también otorgará
menciones de honor. El Salón será inaugurado el 11 de abril. Para más información,
dirigirse al teléfono (0291) 459 4006 o al fax (0291) 455 8803.
Un millón por Dalí
La Fundación Gala-Salvador Dalí, de Figueras, España, que está a cargo de la obra del
artista español, presentó ayer el lienzo Paisaje pagano mediano de Dalí,
adquirido a un coleccionista suizo por más de un millón de dólares. El cuadro fue
pintado durante la estancia del artista en las cercanías de Florencia, en 1937.
Argentinos a La Habana
Durante el mes de febrero se presenta en el Parque histórico Morro Cabaña de La Habana
la muestra Arte contemporáneo argentino en Cuba, organizada por El palacio de
las artes de Belgrano R, con el apoyo de la Fundación Mecenas. La muestra incluye
trabajos de más de treinta artistas argentinos (Beatriz Rodríguez Gauna, Marta
Trosolino, Marina del Carmen Valle y Paulina Webb y Claudio Goldini, entre otros).
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