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El clima más relajado que viven los mercados desde que Brasil rubricó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario abrió las puertas para que Economía pudiera endeudarse a más bajo costo. El Gobierno colocó ayer Letras del Tesoro (títulos que se colocan en el mercado local) a la tasa de interés más reducida desde antes de que explotara la crisis en Rusia, a mediados de agosto del 98. Con los 625 millones de dólares recaudados ayer, Roque Fernández se dio el lujo de conseguir más de 1100 millones de dólares en menos de una semana. La avidez del mercado por prestarle al Gobierno quedó evidenciada en el monto de la oferta recibidas por Economía durante la licitación: en total, los bancos acercaron propuestas por 2391 millones de dólares, casi cuatro veces más de lo que necesitaba Roque. La operación de ayer se dividió en dos segmentos. En uno, Economía lanzó al mercado Letes por 250 millones de dólares a 91 días de plazo al 7,7 por ciento anual, y otros 375 millones a 182 días al 8,7 por ciento. Ese nivel de tasas no se registraba desde el 11 de agosto pasado, una semana antes de que Rusia se declarara en cesación de pagos e hiciera estallar los mercados mundiales. Sin embargo, la buena performance de Roque en el mercado crediticio no se reflejó en la Bolsa. Sumergidas en la crisis brasileña, las acciones no consiguen despegar y ayer cayeron en promedio 2,2 por ciento. Si bien el tipo de cambio se mantuvo estable en Brasil el real terminó en 1,91 unidad por dólar, un 0,5 por ciento por encima al valor de anteayer, los papeles empresarios fueron castigados por los magros balances que empezaron a llegar al recinto y que reflejan menores ganancias de las compañías por la crisis (ver aparte). En San Pablo, la caída de los papeles fue del 1,7 por ciento. Pero más que atender a la situación brasileña, ayer los financistas siguieron con atención la performance de Wall Street. La bolsa neoyorquina cedió el 1,7 por ciento, arrastrada por los papeles de los sectores tecnológicos y de Internet. Los índices que miden la evolución de ambos grupos tuvieron caídas record debido a que cada vez hay mayor consenso entre expertos de los Estados Unidos en torno a que esas acciones se encuentran sobrevaluadas. Ajeno a las discusiones en Manhattan, Fernando Henrique Cardoso aceptó ayer que la coyuntura de la economía brasileña es mala, aunque rescató que la situación va a cambiar, vamos a mejorar. Justamente, en un intento más por descomprimir la crisis política que también soporta el país vecino. Anoche el ministro de Hacienda, Pedro Malan, liberó 34 millones de reales (17,8 millones de dólares) a Alagoas, uno de los siete estados que dejó de pagar sus deudas con el gobierno central. La decisión se tomó horas después de que Malan, junto a otros miembros del gabinete, se reuniera con tres de los gobernadores rebeldes para encontrarle una salida a la puja política que desencadenó la corrida contra la moneda brasileña.
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