Con la
participación del vicepresidente de la Legislatura, Aníbal Ibarra, en las reuniones de
gabinete, Fernando de la Rúa comenzó ayer un proceso de incorporación del Frepaso a la
gestión municipal. La movida culminará a principios del mes próximo, cuando sume a
dirigentes frepasistas a algunas áreas de su administración y la Alianza conforme un
bloque único en la Legislatura. A partir de ahí se abrió una discusión semántica. La
integración es denominada “cogobierno” por los frepasistas que quieren ver a
Ibarra, su pollo para suceder a De la Rúa, mostrando sus dotes de administrador. Pero la
sola mención de la palabrita basta para poner los pelos de punta a los delarruistas.
“Relaciones más fluidas” es la lavada definición que le dan al acercamiento
con sus socios en la ciudad.
La incorporación del Frepaso a la gestión municipal fue algo que comenzó a barajarse
durante la campaña para la interna aliancista y que cobró más fuerza con el claro
triunfo de De la Rúa. Las dos primeras formas de materializar la unión, se estimó en
aquel momento, serían, justamente, la participación de Ibarra en las reuniones de
gabinete y la llegada del socialista Norberto La Porta para ocuparse de una oficina nueva
que se encargará específicamente de proyectos de desarrollo para el sur de la ciudad.
“Lo de La Porta está en un 90 por ciento”, aceptaban ayer voceros del jefe de
Gobierno.
Los problemas surgen cuando se quiere ir un poco más allá en la nueva postura. Por
ejemplo, en el Frepaso aseguran que saldrá de sus filas el futuro secretario de Tránsito
y Transporte de la comuna y también el de Justicia, dos áreas a crearse. Pero en la
Municipalidad aseguran que las incorporaciones serán únicamente en la segunda línea de
esas secretarías. Es que los hombres de De la Rúa no quieren mostrar a su jefe
compartiendo el poder con nadie, ni siquiera con sus aliados.
“La gente lo votó a De la Rúa para que gobierne”, sentencian. Y recuerdan que
ya llevan tres años al frente de la Municipalidad y que sólo faltan meses para las
elecciones de octubre. “Cuando nos vayamos, se va a juzgar al gobierno de De la Rúa,
no al cogobierno de la Alianza”, aclaran.
En lo formal, fueron todas rosas. Ibarra dijo que su incorporación a las reuniones de
gabinete “es una muestra de saludable madurez política”. Del lado radical, el
vicejefe de Gobierno, Enrique Olivera, calificó la novedad como “muy positiva”.
Claro que los delarruistas, con sutileza, resaltaban el carácter de legislador de Ibarra,
que fue la excusa utilizada para justificar su presencia y la de la jefa del bloque de
legisladores radicales, Gabriela González Gass, en el Palacio Municipal. “Va a
contribuir a agilizar el debate y el tratamiento de los proyectos políticos
demorados”, dijo Olivera sobre el legislador frepasista. “La incorporación de
Ibarra aporta una relación más fluida con el Legislativo”, agregó el secretario de
Gobierno, Enrique Mathov.
Además, uno de los participantes de la reunión se preocupó en destacar con tono sutil
que delante de Ibarra sólo se habían tratado temas legislativos y ni uno solo de
gestión. “El Frepaso quieren que se tomen estos meses como un período de
transición para cuando asuma Ibarra como jefe de Gobierno. Pero tienen que pensar que él
ni siquiera es candidato. Y, la verdad, es que no van a manejar ninguna área decisiva de
la gestión de De la Rúa”, remarcaban cerca del jefe de Gobierno.
CORACH CONTESTO LAS ACUSACIONES DE DE LA RUA
“Está en campaña, acostúmbrese”
“El
doctor (Fernando) De la Rúa está en campaña y tendrá que acostumbrarse a sufrir sus
rigores, como pasa con todos los políticos.” Con estas palabras, el ministro del
Interior, Carlos Corach, salió ayer a responder las declaraciones de Fernando de la Rúa.
El candidato presidencial de la Alianza había denunciado una “campaña montada por
el oficialismo” para atacarlo luego de que Carlos Menem lo calificara de “lento
y tibio”.
La polémica entre el Gobierno y el titular de la UCR comenzó el sábado pasado, cuando
Menem utilizó para descalificar a De la Rúa los mismos adjetivos que el peronismo había
usado en los 60 para criticar al ex presidente radical Arturo Illia.
Quizás para refutar al presidente, De la Rúa decidió abandonar por una vez su habitual
cautela y replicó en términos muy duros las palabras de Menem. “El país está
cansado de los ligeros que han dado tanto que hablar de corrupción”, dijo el jefe de
gobierno porteño. En declaraciones a varias radios, el candidato de la Alianza sostuvo
que las críticas se inscriben “en el marco de una campaña sistématica de
ataque”. Finalmente, De la Rúa añadió que la ofensiva comenzó hace un mes, en
base a las sugerencias de “expertos en publicidad”.
La respuesta no tardó en llegar. “No hay ninguna campaña”, aseguró Corach en
la improvisada conferencia de prensa que suele ofrecer todas las mañanas en la puerta de
su casa. “De la Rúa se siente molesto por alguna cosa dicha en sentido jocoso. Pero
está en campaña y tendrá que acostumbrarse a sufrir sus rigores”, advirtió el
funcionario, quien luego agregó que “esto no le hace bien a nadie, ni siquiera a
él”.
A continuación, el ministro aseguró que el Gobierno “nunca le faltó el respeto. Al
contrario, nosotros respetamos y desearíamos que se nos respete igualmente. ¿Qué
podríamos decir nosotros de las cosas que nos dice diariamente la oposición? Imagínese
si nosotros nos pusiéramos nerviosos”, terminó Corach.
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