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UNA MUJER FALLECIO EN SAN MARTIN ESPERANDO SER TRASLADADA
La muerte antes que la ambulancia

La Municipalidad cobra una tasa especial  para emergencias. Pero un padre vio morir a su hija sin que el servicio funcionara.

Juan Carlos Mendito discó seis veces y esperó 40 minutos, pero el esfuerzo resultó inútil.
“No se preocupe. No la mande. Mi hija ya murió”, informó el hombre en el séptimo llamado.

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Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) A Juan Carlos Mendito le quedó grabado a fuego el teléfono del servicio de emergencias del municipio de San Martín. En un lapso de 40 minutos lo discó seis veces, en reclamo de una ambulancia para trasladar de urgencia a su hija a un hospital. Pero el vehículo nunca llegó. Y su hija, de 34 años, murió en su casa sin recibir atención médica adecuada. “Las dos últimas veces que llamé, la telefonista me aseguró que la ambulancia estaba en camino. Por eso la esperé, si no, hubiera pedido un remise o llevado a mi hija en brazos al hospital”, denunció ayer Mendito. “No pedía más que lo que me correspondía como vecino”, agregó. Indignado y sin consuelo, Mendito mostró a Página/12 la última boleta de Alumbrado, Barrido y Limpieza con la tasa especial de 2 pesos en concepto de “emergencias médicas”, que cobra mensualmente la comuna. Para colmo, con la última factura le llegó un folleto que promociona el Servicio de Emergencia Municipal con el siguiente mensaje dirigido a los contribuyentes: “Si Ud. o su familia necesita de nuestros servicios de ambulancia (...), llámenos, estamos para servirlo”. Mendito llamó pero no obtuvo respuesta.
Consultado por este diario, el interventor en la Secretaría de Salud de San Martín, Juan José Dallaglio, informó que ya se inició una investigación para esclarecer el caso. “Se abrió un sumario. Y se le pidió a todas las personas involucradas que hagan su descargo por escrito y luego serán citadas a declarar. La persona a la que le llegó la orden de buscar a esa mujer dijo que recibió un segundo llamado para suspender el pedido y que luego la mandaron a buscar a una madre que tenía a su hijo desmayado para trasladarlos a un hospital”, dijo Dallaglio. El funcionario anunció que los responsables serán sancionados con penas que pueden llegar a la exoneración.
El hecho ocurrió el viernes. Poco antes de las 14, Mendito, recibió un llamado desesperado en el autoservicio que atiende, a unas 20 cuadras de su casa. Era la enfermera que cuidaba a su hija Norma, postrada por un foco infeccioso en el cerebro. “Me dijo que estaba muy mal, que había que trasladarla a un hospital y en 5 minutos estuve en mi casa. Mi hija estaba inconsciente. Primero llamé al Hospital Castex, donde ella había estado internada casi un mes y el 30 de enero le habían dado el alta. Pero las ambulancias que tenían ahí eran sólo para traslados de pacientes internados, no para emergencias”, recordó el hombre, de 65 años, casado y padre de otros dos hijos, de 32 y 37. Fue entonces cuando Mendito marcó el número 4752-5555 del Servicio de Emergencia Municipal. “La operadora tomó nota del teléfono y del estado de mi hija y me dijo que en 10 minutos llegaba la ambulancia. Como pasó el tiempo y mi hija empeoraba, volví a llamar. Esta vez me dijo que en cuanto tuviera un móvil me lo mandaba”, precisó.
Pero los minutos corrían y el vehículo no llegaba a su casa, ubicada en la localidad de Villa Ballester. Mendito insistió: “Mi hija se está muriendo”, suplicó por teléfono. “Las dos últimas veces que llamé la operadora me dijo que la ambulancia estaba en camino, que ya tenía que llegar. Por eso me quedé esperándola.” Pero la ambulancia nunca llegó. Y Norma falleció alrededor de las 14.40 de un paro cardíaco, tres días antes de cumplir 35 años. Mendito discó una vez más: “La ambulancia ya salió”, se apresuró a decirle una mujer del otro lado de la línea. “No se preocupe. No la mande. Mi hija ya murió”, le informó escuetamente el hombre y colgó hecho pedazos.

 

Un impuesto muy oscuro
Por M.C.

La tasa por “Emergencia Médicas” fue instaurada en octubre de 1993 en el municipio de San Martín, durante la gestión el destituido intendente justicialista Antonio Libonatti. El desvío de los fondos recaudados a través de esta contribución especial fue una de las razones por las que el ex jefe comunal fue primero suspendido y luego echado definitivamente de su cargo el año pasado. Anualmente, San Martín recauda poco más de 1.100.000 pesos por esta contribución especial. Según precisó a Página/12 el concejal frepasista y presidente de la Comisión Investigadora que analizó las cuentas del municipio, Libonatti transfirió en varias oportunidades el dinero aportado por los vecinos para la atención sanitaria hacia otros fines. Como ejemplo, mostró a este diario tres pedidos de transferencia dirigidos al gerente del Banco Provincia, sucursal San Martín, firmados por el ex intendente en 1997: 40.500 pesos el 3 de febrero, 17.600 el 3 de febrero y 15.624 el 12 de noviembre. “Como se trata de una cuenta especial los fondos no pueden usarse para otro fin diferente para el cual fue creada esa tasa”, explicó Alonso. La Comisión Investigadora también detectó varias facturas de compras de insumos para el área de salud aparentemente “dibujadas”, entre ellas la de tres proveedores con distinto nombre pero igual domicilio.
El mantenimiento del Servicio de Emergencia Municipal, que debió responder el llamado de Juan Carlos Mendito, debe ser uno de los destinos de esta tasa especial de 2 pesos. El sistema cuenta con 9 ambulancias, para los 420.000 habitantes del distrito: 4 para emergencias, 4 para traslados de pacientes internados y 1 para buscar vacunas e insumos.

 

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