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ENTREVISTA A UNO DE LOS ESTUDIANTES QUE LOGRO LIBERAR
A UN SENTENCIADO A MUERTE
"Era demasiado agradable para ser asesino"

Junto con cuatro compañeras, Tom McCann, de 21 años, logró demostrar que Porter, preso durante 16 años, no era culpable.Aquí cuenta la historia de esa increíble investigación.

Estúpido: "Durante los últimos 16 años él había dicho que el crimen lo cometieron otras personas, pero todos pensaban que era demasiado estúpido para creerle."

Porter al ser liberado, se abraza al profesor David Protess. Tom McCann, de espaldas.
En la investigación participaron cinco estudiantes, de entre 21 y 22 años, y un detective.

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Por Andrea Ferrari

t.gif (862 bytes) Acaba de salvar la vida de un hombre y todavía no puede creerlo. Tom McCann tiene sólo 21 años. Como parte de una materia de periodismo que cursa en la Northwestern University, de Chicago, investigó junto a cuatro compañeras el caso de Anthony Porter, un hombre negro y pobre que estaba en el corredor de la muerte desde hacía 16 años por un doble crimen. Sólo con el respaldo del profesor David Protess y la ayuda de un detective, los cinco estudiantes lograron descubrir --y demostrar-- lo que la policía y la Justicia habían pasado por alto: que Porter era totalmente inocente. En una entrevista telefónica con Página/12, McCann contó la historia de esa investigación. Que también es la extraña historia de un hombre condenado sin que ninguna evidencia sólida lo justificara y salvado por milagro. Tom cuenta que se siente increíblemente bien con el camino que tomaron las cosas y que aún no se acostumbra a esta súbita fama. "Me siento como Monica Lewinsky", ironiza.

--¿Cómo empezaron a investigar este caso?

--Es parte de una materia que estamos tomando desde septiembre. Este fue uno de los cuatro casos que el profesor presentó a la clase. Yo lo elegí porque era el caso que requería más ayuda, porque Porter iba a ser el próximo ejecutado. El profesor pensaba que no íbamos a poder llegar a investigarlo, que la ejecución iba a tener lugar antes de que pudiésemos empezar. Pero fue pospuesta, porque su test demostró que tenía un cociente intelectual de 51 y ninguna persona con un resultado tan bajo había sido ejecutado antes. Iba a haber una audiencia para analizar si se trataba de un castigo cruel e inusual. De modo que eso salvó la vida de Anthony lo suficiente para que pudiéramos intervenir.

--¿Ustedes lo entrevistaron en prisión?

--Sí, dos veces

--¿Qué impresión les dio? ¿Era consciente de lo que le estaba sucediendo?

--A mí me pareció una persona gentil, muy dulce. Yo no soy un experto, pero me impresionó como menos agudo de lo normal. Durante los últimos 16 años él había dicho que el crimen lo cometieron otras personas, pero los demás pensaban que era demasiado estúpido para creerle.

--Nadie lo tomó en serio.

--El decía que nunca había estado en el parque donde se produjo el crimen. Nosotros cinco fuimos los primeros que realmente nos metimos en el caso. Y lo que descubrimos es que Anthony no tenía ninguna relación en absoluto con el crimen.

--¿Qué fue lo primero que hicieron?

--Primero revisamos cientos de páginas de testimonios de la corte, para estudiar con qué evidencia se contaba. Y cuanto más leíamos, más escépticos estábamos. Porque lo que decían los testigos no coincidían, lo que decían no tenía sentido. Pero el abogado original de Anthony no tenía capacidad, cualquier abogado competente habría demostrado su inocencia. Como era pobre no tenía acceso a una buena asistencia legal: se convirtió en víctima del sistema.

--¿Y qué sucedió con la investigación de la policía? ¿Por qué nunca llegaron a la información que obtuvieron ustedes?

--La policía oyó sobre los verdaderos sospechosos en 1982. La madre de una de las víctimas les dijo que su hija y su novio fueron a encontrarse con Alstory Simon e Inez Jackson al parque y no volvieron nunca. Que creían que ellos podrían haberlos matado. Pero la policía tomó esa información, fue hasta la casa de Simon y en lugar de interrogarlos sobre el crimen, les mostró la foto de Porter y les dijo: '¿Vieron a este hombre esa noche? ¿El cometió el crimen, no?' De modo que quienes habían cometido el crimen terminaron señalando a alguien totalmente inocente. Es decir que la policía lo tenía en la mira, no iban a cambiar: habían construido un caso en contra de Anthony.

--¿Por qué? ¿Qué tenían contra él?

--Tenía antecedentes, como integrante de una pequeña banda. Y para la policía era un mal bicho, aun si no lo había hecho merecía estar en prisión. Era un buen chivo emisario.

--¿Y ustedes? ¿Creyeron en su inocencia apenas lo conocieron?

--Yo tuve un buen sentimiento cuando lo conocí. Por cómo se mostraba, no parecía ser un asesino, era demasiado agradable. Ni siquiera quería gritar delante de las mujeres. Decía: 'No me gusta ponerme pesado frente a las damas'. Era tan agradable y gentil, no era difícil creerle. Pero lo que me hizo convencerme fue entrevistar al testigo presencial.

--¿Quién era?

--William Taylor, era la única persona que dijo 'vi a Anthony Porter matar a dos personas'. Después de media hora de hablar con él, de insistir que era correcto decir la verdad, admitió que la policía lo coercionó para que dijera eso. Le dijeron: '¿De quién tiene más miedo, de Anthony Porter o de nosotros? Lo dejaron toda la noche en la comisaría. Entonces inventó que había visto a Anthony disparar. El sólo aceptó hablar con nosotros cuando supo que los policías que lo amenazaron ya no están en la fuerza.

--Cinco estudiantes, de 21 y 22 años, estaban desentrañando un caso que comprometía fuertemente a la policía. ¿No estaban asustados?

--Nunca estuvimos en gran peligro. Estábamos bien preparados, íbamos a las entrevistas muy seguros. Al final nos acompañó un investigador privado, fue quien finalmente filmó la confesión de Simon.

--¿Cómo llegaron hasta Simon?

--Primero habíamos ido a la escena del crimen, en Washington Park, el lado sur de Chicago. Reprodujimos la situación por la tarde y desde donde estaba el testigo hasta donde sucedió el crimen, no podíamos distinguir una cara con luz de día. Y el asesinato tuvo lugar a la 1 de la mañana. O sea que el testigo no pudo ver nada. Además el testigo dijo que vio a Porter disparar con su mano izquierda. Pero Anthony es diestro.

--Entonces ya estaban convencidos, pero aún necesitaban pruebas.

--Sí, Anthony nos habló de un hombre llamado Walter Jackson, que una vez le mandó un mensaje diciendo que tenía algo que decir. Fuimos a entrevistarlo y resultó ser un sobrino de Inez Jackson y Alstory Simon. El fue la primera persona que nos contó algo de la verdadera historia y señaló a Simon. El tenía 16 años en el momento del crimen y dijo que Alstory volvió a la casa y dijo que "se había hecho cargo" de Jerry y Marilyn, que le debían una fuerte suma por droga. Y puso a dos personas a custodiar la casa, por si la banda rival venía a vengarse. Dos de los estudiantes del grupo fueron después a entrevistar a Simon: él dijo mentiras muy obvias. Nos dimos cuenta de que estaba ocultando algo, pero no podíamos probar nada aún.

--¿Simon no intentó escapar cuando supo que ustedes estaban investigando el caso?

--No, nosotros no éramos más que estudiantes, no éramos amenazadores para él. No dijimos nada que le hiciera suponer que estábamos cerca. Le contamos que estábamos visitando a todos los que hubieran sabido algo del crimen. Y como había estado impune 16 años pensó que seguiría así.

--¿Y cómo lograron que finalmente confesara?

--Otra estudiante y yo finalmente encontramos la dirección de Inez Jackson en archivos. Habíamos ido todos a Milwaukee y nos prometimos no volver hasta encontrarlo. Finalmente le tocamos la puerta. En la conversación insistimos mucho en que un hombre inocente iba a ser ejecutado y finalmente ella dijo la verdad y lo filmamos. Y el martes pasado, el detective privado Paul Ciolino y yo volvimos a Milwakee a ver a Simon. Y él volvió a negarlo. Pero pasó algo increíble: la televisión estaba prendida en la otra habitación y estaban pasando las noticias sobre este caso. Y le dijimos: 'Alstory, están contando la historia'. Y él vio el video de su propia ex mujer implicándolo en el asesinato. Y tanto lo tomó con la guardia baja, que terminó confesando, y lo filmamos. Tres días después Anthony estaba libre.

--¿Cómo se sintieron cuando todo terminó?

--Increíblemente bien. Siento que por primera vez en mi vida ayudé realmente a alguien. Sé que Anthony nunca lo olvidará y que yo nunca olvidaré a Anthony. Una cosa era ver su foto y leer sobre él y otra verlo, conversar con él, bromear con él. Pensando en que si todo iba mal él podía llegar a recibir la inyección letal. Ese tipo de emociones corren fuerte en el interior de uno.

--Es extraño pensar que un grupo de estudiantes resolvió un caso en el que la Justicia y la policía habían errado tan brutalmente.

--Sí, a una persona de 21 años la hace sentir muy poderosa. No sólo cambiar la vida de alguien, sino cuestionar así a la Justicia. Ahora políticos importantes están hablando del caso, y se discute mucho sobre la posibilidad de decretar una moratoria o incluso abolir la pena de muerte.

--¿Qué pensaba antes de esto de la pena de muerte?

--Realmente no tenía una opinión, no había pensado mucho en ello. Pero después de investigar y ver que el sistema legal está tan lejos de lo perfecto, estoy en contra. Hay tantos errores probables, es tan fácil para un inocente ser condenado. Si se necesita a gente fuera del sistema, como estudiantes y voluntarios, para encontrar la verdad, ¿cómo puede el sistema legal jugar con la vida y la muerte de ese modo?

--Sus vidas deben haber cambiado enormemente con esto. Se convirtieron en estrellas.

--Sí, nos estamos acostumbrando. Estamos recibiendo llamados de diarios, revistas, la televisión quiere nuestra historia. Esto nos toma por sorpresa. Me siento como Monica Lewinsky.

--Es la historia perfecta para una película. Seguramente habrá una.

--No sé, tal vez. Ojalá elijan a alguien buen mozo para hacer mi papel.

 

La historia del crimen

Jerry Hillard y Marilyn Green, de dieciocho y diecinueve años, fueron asesinados en Washington Park, al sur de la ciudad de Chicago, el 15 de agosto de 1982. Anthony Porter, entonces de veintisiete años, miembro de una pandilla y con una condena por robo, fue detenido dos días después.

Recién ahora, a través de las investigaciones hechas por los estudiantes, se pudo ubicar al sobrino de un matrimonio que había sido visto junto a la pareja asesinada y a la ex mujer del asesino: ambos inculparon a Alstory Simon. El asesino accedió a grabar un video con su declaración (ver nota central). Allí relató que Jerry Hillard había contraído con él una deuda por drogas y se había resistido a pagarle; cuando el encuentro en el parque se produjo, la tensión aumentó, y ante un movimiento de Hillard por el cual se sintió amenazado, comenzó a disparar para defenderse, relató Simon en el video. "Fue un accidente, la chica (Marilyn Green) no tenía nada que ver", se defendió.

Al día siguiente la policía llegó a su casa a hacerle algunas preguntas, pero sin considerarlos sospechosos a él o a su esposa: sólo señalaron a Porter. Su ex mujer, Inez Jackson, contó que cuando la policía llegó le mostró la foto de Porter: "Me dijeron quién lo había hecho. Me lo dijeron. Yo no tuve oportunidad de decir nada, porque no me preguntaron nada".

 

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