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La coproducción argentino-española Tango, dirigida por el español Carlos Saura, fue nominada para representar a la Argentina en el rubro mejor película de habla no inglesa, en la próxima entrega de los premios Oscar de Hollywood. Al ser candidato al Oscar te sientes como si hubieras escalado el Himalaya, declaró Saura al conocer la nominación de su film, que competirá con la italiana La vida es bella la favorita, del actor y director Roberto Benigni, la brasileña La estación central, la española El abuelo y la iraní Los chicos del cielo. Entre las películas de habla inglesa, la comedia Shakespeare in love (que aquí se estrenará el 11 de marzo como Shakespeare apasionado) se llevó la mayor cantidad de nominaciones: trece. Le siguen, en esta peculiar tabla de posiciones, el drama bélico de Steven Spielberg Rescatando al soldado Ryan con once, la biografía sobre la reina Isabel I de Inglaterra Elizabeth (que aquí se estrenará el 4 de marzo), The Thin Red Line (La delgada línea roja, otra historia de la Segunda Guerra Mundial, que se verá a partir del 25 de febrero) y La vida es bella, todas con siete. La ceremonia de entrega se realizará el próximo 21 de marzo, desde las 18, hora de Los Angeles, en el tradicional ámbito del Dorothy Chandler Pavillion. Tango es la cuarta realización argentina, después de La tregua, Camila y La historia oficial (la única que lo ganó), que tiene el privilegio de una nominación para el premio considerado por su repercusión el más importante del mundo. Aunque la historia de la nominación viene con bastante polémica alrededor. La película del director de Mamá cumple 100 años y Deprisa, deprisa tuvo, según se informó en su momento, un 70 por ciento de capitales argentinos y un 30 por ciento de capitales españoles, con un costo total de 6.700.000 dólares, lo que representa el presupuesto más alto de la cinematografía nacional. La elección, realizada el 27 de octubre del año pasado por un jurado de representantes de las entidades cinematográficas nacionales, trajo discusiones públicas antes y después de la resolución, por su cuestionada nacionalidad. La directora y productora Lita Stantic renunció a la presidencia de la comisión a cargo de aquella elección porque declaró en su momento no recibí un documento que me garantizara que el control creativo de la película esté en manos de Argentina Sono Film y no de Saura. También Saura aludió al tema: los argentinos hicieron la mayor parte de la película, dijo. Este no parece ser el único problema con que arrancó Tango en su carrera hacia el Oscar. La crítica argentina no la trató muy bien en general y en buena medida, aunque no tenga que ver directamente con su origen económico, refleja un poco la misma cuestión de nacionalidad o identidad si se quiere. La incursión de Saura por la música de Buenos Aires no pretende contentarse con el mero documento como lo era Sevillanas y como aún, a pesar de Storaro, seguía siendo Flamenco, sino que aspira a hacer del film una suerte de show, cuyo resultado no parece demasiado distinto de aquello que les suele ofrecer a un charter de turistas despistados en una salida nocturna por locales de lujo de San Telmo, resalta uno de los párrafos de la crítica publicada por Página/12 el 7 de agosto del año pasado. Tango es un musical protagonizado por Miguel Angel Solá y Mía Maestro, con las presencias del tanguero y coreógrafo Juan Carlos Copes, el bailarín Julio Bocca y el humorista Enrique Pinti. También cuenta con el prestigioso director de fotografía Vittorio Storaro, quien justamente con esta película ganó un premio en el Festival de Cannes el año pasado. Storaro viene de ganar tres Oscar por Mejor Fotografía por títulos tales como Apocalipsis Now, Reds y El último emperador. La música original -además de contar con la presencia del venerado pianista Horacio Salgán corresponde a otro nombre argentino de prestigio en el mundo: Lalo Schiffrin, compositor de numerosos temas de series y películas, cuatro veces ganador de un Grammy y seis veces nominado para el Oscar. La película fue rodada íntegramente en los Estudios Baires de la localidad bonaerense de Don Torcuato, durante diez semanas, entre junio y agosto de1997. Como dato curioso, debe mencionarse que la productora de la película, Argentina Sono Film, también realizó el primer film sonoro en el país, justamente titulado Tango.
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