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Por Adrián H. Mouján Eduardo Duhalde aceptó satisfecho la resolución del Consejo Nacional Justicialista, que ayer presidió él mismo, de fijar de una vez por todas la fecha de la interna presidencial para el 11 de abril. Debió pagar un precio: también tendrá que disputar simultáneamente por la presidencia del PJ en la misma fecha, algo contrario a sus deseos. Quedarán elegidos, a la vez, el candidato presidencial que enfrentará a Fernando de la Rúa y los dirigentes que conducirán el PJ entre el 2000 y el 2004. Además Duhalde envió un mensaje amable a la Casa Rosada, luego de que el gobernador pampeano Rubén Marín le transmitiera que Menem quiere encontrarse con él. El Presidente con muy buen tino resolvió fijar el 11 de abril como fecha para la interna, teniendo en cuenta una postura que teníamos varios gobernadores. Es una decisión histórica para el justicialismo, alabó Duhalde. El siguiente cronograma fue el corolario de la reunión del Consejo, con la asistencia de la mayoría de los gobernadores, varios duhaldistas y los menemistas Eduardo Bauzá, Carlos Corach y César Arias: Convocar ad referéndum de un próximo congreso partidario a elecciones internas abiertas para el próximo 11 de abril a fin de elegir al candidato presidencial. El mismo día, los afiliados peronistas podrán elegir a las autoridades del partido, que asumirán en diciembre del 2000. También instó a la designación para mañana de una junta electoral que estaría encabezada por dos dirigentes históricos del partido y compuesta por cuatro representantes de cada sector. El martes, en un sorpresivo giro, Menem redobló su apuesta para buscar el fin de Duhalde al aceptar que el 11 de abril se elija al candidato presidencial y también al titular del peronismo. Frente a 12 gobernadores en ejercicio y uno electo, el cordobés José Manuel De la Sota, Menem lanzó un abierto desafío a Duhalde al señalar claramente a Ramón Palito Ortega como su delfín y al invitar al bonaerense a subirse al escenario de una pelea por el liderazgo peronista. Si el gobernador resuelve enfrentar a Menem por la conducción partidaria con una lista propia, el jefe de Estado habrá polarizado la interna entre él y Duhalde. La apuesta del Presidente, tal como lo anunciaron todos sus colaboradores, significa ponerle punto final a la historieta de la rereelección, jugar fuerte en favor de Ortega para convertirlo en candidato presidencial y establecer el viejo axioma Ortega al gobierno, Menem al poder. Un triunfo de Duhalde como candidato significaría el inicio de la licuación del poder que ejerce Menem, quien podría perderlo todo si, además, en octubre el bonaerense derrota a De la Rúa. En ese caso, para Duhalde desalojar a Menem de la cúpula partidaria sería apenas un trámite. Sin embargo, luego del encuentro de ayer Duhalde dijo que aún no había decidido si presentará una lista con él a la cabeza para autoridades partidarias. Tengo que conversarlo con algunos líderes provinciales, respondió, abriéndoles el juego a aquellos gobernadores que aún no se subieron al carro del menemismo. En una sorprendente actitud, desde la Casa Rosada acercaron una invitación envenenada: Si él quiere (por Duhalde) la vicepresidencia del partido es suya. Siempre y cuando acepte que Menem sea el líder hasta el 2004. En el Consejo, la reunión se desarrolló con absoluta normalidad y tanto duhaldistas como menemistas negaron que algún alocado se haya descolgado con un exabrupto que hiciera trizas el delicado equilibrio interno. Antes de que todos llegaran a Matheu 130, Carlos Corach y Duhalde se habían reunido en el Hotel Alvear para diagramar el temario. Voceros de ambos dirigentes alegaron que el encuentro fue fortuito, pero luego no supieron explicar qué hacía el ministro del Interior a bordo de la Trafic blanca del bonaerense. Al acuerdo aún le restan varios retoques y la habitual desconfianza mutua frena un avance hacia el consenso. El temario resuelto por el Consejo y la Junta Electoral debe ser aprobado por un congreso partidario, al que aún no se convocó. Los duhaldistas pretenden ir a la reunión de delegados con un núcleo de coincidencias básicas totalmente cerrado y por esa razón buscan la promesa de los gobernadores de que se respetará lo aprobado ayer. El menemismo, mientras tanto, apura a Duhalde para que acepte las condiciones cuanto antes. En ese marco, César Arias presentó ayer la apelación ante la Cámara Electoral del fallo que invalidó el congreso de Parque Norte, que el 17 de julio alentó la re-re. Si este cuerpo judicial rechaza el reclamo del apoderado del PJ, el menemismo jugaría para presionar al duhaldismo con la posibilidad de presentar un recurso de queja ante la Corte Suprema, donde seguramente funcionaría la mayoría automática oficialista.
RECHAZA LA UNIFICACION DE LISTAS Por A. H. M. |