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| TURISMO AVENTURA QUE FUE
DRAMATICO
El "Ana María VIII" navegaba en la noche del miércoles desde Porto Velho hacia la ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonia, y llevaba entre 150 y 200 pasajeros --muchos de ellos turistas--, 2 automóviles y mercadería, aunque la empresa propietaria del barco tenía una lista de 105 personas. A las 10 de la noche, entre las localidades de Manicoré y Humaita ubicadas a 600 kilómetros de Manaos, el barco se fue a pique; tenía 25 metros de eslora y capacidad para 150 pasajeros. La policía militar brasileña maneja varias hipótesis acerca de las causas del naufragio, además de la sobrecarga que llevaba la embarcación. Algunas versiones de sobrevivientes hacen suponer que un grupo de pasajeros que se encontraba mirando un partido de fútbol en la cubierta superior habría hecho volcar la nave al festejar un gol. Otra versión inclina las sospechas hacia la existencia de un remolino o "rebojo" en medio de la crecida del río que habría producido el hundimiento. "Se calculan aproximadamente entre 60 y 70 desaparecidos", informó el teniente coronel Moacyr Carioca, de la policía de Amazonia. "Pero prácticamente se puede hablar de muertos, ya que es muy difícil sobrevivir en estas aguas amazónicas", agregó otro uniformado. Aun en el caso de que los náufragos pudieran llegar a la costa, podrían haber sido arrastrados por la corriente y encontrarse varados en medio de la selva, en alguno de esos lugares donde las comunicaciones son prácticamente imposibles. Hasta ahora se han encontrado los cuerpos sin vida de una mujer y dos chicos.
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