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“La dupla Menem-Ortega es la
mejor opción para el peronismo”

Antonio Cafiero explica cómo llegó a ser  candidato del menemismo tras haber enfrentado a Menem y haber patentado la expresión “posmenemismo”.

El senador Antonio Cafiero asegura que ganará interna y externa.
“Soy el mejor candidato para enfrentar a Fernández Meijide.”

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Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) “La dupla Menem-Ortega es la mejor opción para el peronismo”, le aseguró ayer a Página/12 Antonio Cafiero, respaldando así la continuidad del poder del Presidente desde la jefatura del PJ cuando deba dejar la Casa Rosada para que sea otro el que se pose en el sillón de Rivadavia. El actual senador, repentinamente volcado a las filas menemistas, desde donde pretende convertirse en el candidato a gobernador del justicialismo por la provincia de Buenos Aires, también dijo que no está dispuesto a resignar su postulación a favor de otro flamante menemista que aspira a ocupar ese mismo lugar en la lista que enfrentará al duhaldismo el 11 de abril: Alberto Pierri. Salvo que le propongan acompañar a Palito Ortega como vicepresidente. “Yo quiero recuperar la mayoría peronista en la provincia”, prometió después de señalar que Duhalde se equivocó porque “Carlos Menem es quien representa al conjunto del peronismo”.
Antonio Cafiero abandonó su sillón detrás del escritorio de roble y salió al encuentro de Página/12 justo en el centro de la extensa alfombra roja extendida de su despacho del Senado nacional. Traje claro impecable, el nudo de la corbata con el ajuste exacto, la piel tostada en contraste con la abundante cabellera cana donde se permite cierto estilo casual. Cafiero no usa gomina. El “último de los mohicanos”, tal como se define por su condición de histórico del peronismo, aseguró que no está dispuesto a resignar su precandidatura a la gobernación de Buenos Aires:
–Creo que soy el mejor candidato para enfrentar a Graciela Fernández Meijide, y lo afirmo así, sin modestia.
—Hace menos de un mes usted se presentó como prenda de unidad del peronismo bonaerense. ¿Cómo es que ahora resulta ser el hombre que representa al menemismo en la provincia?
–Yo soy el candidato de muchos sectores. Menemistas, duhaldistas críticos, cafieristas que se sometieron a las reglas de juego de duhaldismo pero que aún conservan su corazón cafierista, y el de los dirigentes puros que responden a mi trayectoria política. Hay que tener en cuenta que yo habilité a toda una nueva generación de dirigentes en la provincia, los que hoy conservan un gran reconocimiento hacia mi figura.
—Bien, ¿pero cómo fue que cambió de opinión?
–Sucede que no se pudo alcanzar el consenso necesario para lograr la unidad, ya que Eduardo Duhalde insistió con impulsar en la provincia sus propias listas encabezadas por candidatos impuestos por él, en las que quedaron afuera importantes dirigentes del justicialismo bonaerense. Entonces, si bien yo me podía volver a la tranquilidad de mi banca en el Senado, la convicción de numerosos dirigentes del justicialismo, tanto en el orden nacional como en el provincial, quienes ven en mi figura –a lo mejor están equivocados– las mayores posibilidades de éxito para competir en las elecciones de octubre, me llevaron a aceptar la designación.
–¿En qué se diferencia el peronismo de Menem del peronismo de Duhalde?
–No hay una diferencia ideológica profunda, es lo mismo que si usted me preguntara en qué se diferencia el radicalismo del Frepaso. Han terminado por opinar lo mismo. En el caso de Menem y Duhalde yo diría que mientras uno defiende una gestión de gobierno, el otro se muestra crítico apelando a las asignaturas pendientes. Y si bien ahora Duhalde modificó su discurso, de todos modos se quedó involucrado en un mensaje crítico que se confunde con el discurso de la oposición, y esto no le hace ningún bien al peronismo en su conjunto.
–¿Usted cree que es Menem y no Duhalde quien puede asegurar la unidad del peronismo en las próximas elecciones generales?
–Después de la reunión del martes pasado en Olivos quedó claro que es Carlos Menem quien representa al conjunto del justicialismo a nivel nacional, ya que al apoyo de los gobernadores también se sumó el de importantes dirigentes bonaerenses, como el de Alberto Pierri.
–¿La figura de Pierri resulta controvertida para llevar adelante los proyectos electorales del menemismo en la provincia? –Esta coalición lo incluye a Pierri. Pierri es discutido por sectores del duhaldismo que se olvidan que él fue la mano derecha de Duhalde. Es un hombre con una gran capacidad política en el distrito bonaerense.
–Usted declaró el miércoles pasado que no descartaba acompañar a Ramón Ortega en la fórmula presidencial. ¿También quiere ser vicepresidente?
–No, no. Lo que yo dije fue que si el conjunto del peronismo me pide que acompañe a Palito en vez de buscar ser reelecto gobernador, lo pensaría. Hoy por hoy, no estoy dispuesto a que me arrebaten esta posibilidad histórica de conquistar la mayoría en la provincia de Buenos Aires, que para mí es la clave de la política nacional. Opino que este es el campo decisivo en la batalla electoral y creo que será muy difícil sacarme de mi terreno.
–¿En la cabeza de su lista irá impreso el logo “Ortega Presidente”?
–Es muy probable.
–¿Cómo podría definir las diferencias que separan a Ortega de Menem?
–Menem es un hombre audaz, corajudo, un gran político. Un líder. Yo creo que Ortega también tiene sus atributos, y sólo el tiempo dirá si tuvo la posibilidad de desarrollarlos.
–¿Usted cree que el peronismo necesita de Menem al frente del partido aunque Ortega resulte electo presidente?
–Por supuesto, la dupla Menem-Ortega es la que mejor encaja para el futuro del peronismo; cada uno en su rol. Por una lado la experiencia de Menem y por el otro la continuidad en el gobierno puede asegurar Ortega.
–Menem le ganó las internas presidenciales en el ‘88 con un rejunte de peronistas desplazados del aparato que usted controlaba.
–Así es, y ojalá así sea. En esa oportunidad Menem me ganó justamente porque yo tenía todo el aparato.
–¿Cree que le va a poder ganar al sólido aparato del duhaldismo?
–Usted se va a encontrar con una sorpresa. Yo estoy seguro de que muchos que le juraron fidelidad al duhaldismo, a la hora de votar solamente se van a acordar de las promesas que se hicieron a sí mismos.

 

COMPARACION DE PALITO CON CAMPORA
“Es un insulto a Ramón”

T.GIF (862 bytes) Eduardo Duhalde y Ramón “Palito” Ortega coincidieron en algo: Palito no es Cámpora. Es decir, no es una figura destinada a servir de fusible para ser reemplazado por Carlos Menem como Cámpora lo hizo con Juan Perón. Los dos precandidatos del PJ expresaron este acuerdo mientras dialogaban en un programa radial conducido por Alfredo Leuco.
Tras la confirmación del 11 de abril como fecha de la interna justicialista, comenzó a rodar un rumor: el presidente Carlos Menem busca repetir la estrategia que utilizó Juan Domingo Perón en 1973 con la candidatura presidencial de Héctor Cámpora. Veintiséis años más tarde el Cámpora de Menem sería el tucumano Ramón “Palito” Ortega.
Pero esta posibilidad fue repudiada, hasta ahora, por Ortega y recibió la solidaridad de su adversario, el gobernador Eduardo Duhalde, durante un cruce telefónico que realizó el periodista Alfredo Leuco:
–Gobernador Duhalde, ¿cómo le suena ese lema que ha vuelto a cobrar fuerza en los últimos días que dice “Palito al gobierno, Menem al poder”? –le preguntó a Duhalde, quien respondió con un tajante: “Una falta de respeto para con Ramón”.
–¿Y usted, Ramón, cómo lo siente? –inquirió el periodista al tucumano.
–De la misma forma. Yo creo que a nadie se le puede ocurrir que un hombre que está luchando para alcanzar semejante responsabilidad lo va a hacer para ser simplemente una cara visible –respondió el ex gobernador de Tucumán antes de decir que seguramente todo se debía a una broma.

Otras voces

Domingo Cavallo
(Acción por la República)

“Ramón Ortega se desvalorizó cuando comenzó a ser utilizado por el presidente Menem. Pero igual, como no hay otra reelección, lo que quiere el primer mandatario es que lo reemplace alguien de distinto signo político al suyo.”

Luis Alberto Quevedo
(Sociólogo)

“Carlos Menem aceptó el 11 de abril como fecha para que se realice la interna del Partido Justicialista por la jugada política que le hizo Duhalde, que volvió a llevar a la provincia de Buenos Aires los temas que el Presidente se niega a tratar a nivel nacional. En ese contexto, Menem no soportaría una legitimación del gobernador en su territorio. Pese a su enorme poder, el primer mandatario se ha dado cuenta de que no las tiene todas consigo y el bonaerense se encargó de mostrarle sus límites. Lo hizo a través de maniobras políticas, no tanto judiciales. Por todo esto, Menem está jugando a muerte a ganarle la interna al gobernador. Perder significaría un deterioro importante de su poder porque, por ejemplo, se quebraría el bloque de los gobernadores, que ahora lo apoya casi incondicionalmente. La gran carta que tiene ahora el Presidente es ser el jefe de la oposición y el líder del peronismo. Pero ya es difícil que pueda pensar en re-elección. Aun en el caso de que Ortega se imponga en la interna, el tema está agotado desde el punto de vista político e institucional, aunque todavía es funcional desde el punto de vista estratégico. Pienso que el proyecto de re-elección muere el mismo día de la interna, gane el que gane. Ni hablar si el candidato es Eduardo Duhalde.”

 

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