|
|
|
|
|
|
|
|
|
 La lata de
cerveza que en Argentina cuesta 70 centavos, en Brasil se consigue a 30. Una muestra de la
diferencia de precios que amplió la devaluación del real y que tentó a los turistas
argentinos, quienes esta temporada eligieron en un 35 por ciento más que el año pasado
los destinos brasileños para pasar sus vacaciones. Los festejos del Carnaval que hoy
arrancan en el país vecino son otro motivo que aumentó la demanda de pasajes, a lo que
se suma el pronóstico de mal tiempo para lo que queda del mes en las playas bonaerenses.
La crisis, que tiene a mal traer a los habitantes del Mercosur, ofrece un costado
peculiar. Los viajantes argentinos se están abalanzando a las agencias de turismo para
reservar su estadía en Florianópolis, Maceió, Porto Seguro, Salvador, Río de Janeiro,
Angra dos Reis y Buzios, las ciudades más elegidas.Gabriel Sánchez, socio gerente de la agencia porteña All Seasons, confirmó que las reservas para Brasil crecieron un 33 por ciento respecto del verano pasado. Sin embargo, esta temporada dista mucho de los tiempos del turismo masivo: "En 1992 salían 47 charters semanales hacia Florianópolis, que ahora son apenas una docena." "No podríamos estar trabajando mejor", comentó a este diario Julia Vázquez de Chervatín, directora de ventas de la agencia mayorista Consul House. "Desde la devaluación del real, la demanda creció notablemente. La tendencia para marzo es que seguirán creciendo las reservas", añadió. "La gente pregunta cuánto cuestan las cosas en Brasil, y se entusiasman con los datos", aseguró. Por caso, una gaseosa de litro y medio que aquí cuesta 1 peso con treinta, en Brasil vale 81 centavos de dólar. El atado de cigarrillos es en el país vecino un 72,4 por ciento más barato, una camisa, 85,2; un compact disc, 100; un pasaje en colectivo, 84,2, y una entrada al cine, 84,1 por ciento más económica. El director de Varig para América latina, Vicente Servo, indicó que desde la devaluación del real las solicitudes de pasajes de Buenos Aires a Río de Janeiro se expandieron un 30 por ciento, y que ya se agotaron las plazas disponibles para marzo. Las agencias porteñas venden una semana en Porto Seguro, en un hotel cuatro estrellas, a un precio de entre 700 y 750 dólares, mientras que el mismo paseo en Florianópolis se ofrece a entre 600 y 650 dólares. "Los grandes hoteles brasileños calculan que en marzo rebajarán las tarifas un 30 por ciento", reveló Sánchez. "Llegan muchos pero gastan muy poco", aclaró, desilusionada, Liliana Carbonaro, dueña de un comercio de recuerdos para turistas, según retrató ayer el diario carioca Jornal do Brasil. Las expectativas de la brasilera aparte, los argentinos que retornaron de pasar vacaciones en la primera quincena de febrero reportan que "se dieron algunos gustos". "Por ejemplo, ir a comer afuera todos los días sin preocuparse de la cuenta, tomando todas las cervezas que uno quiera", explicó un joven argentino que pasó unos días dorados en Camboriú junto a su novia. Una clave para pasarla bien fue volver a la vieja costumbre nacional de revisar la cotización del dólar todos los días. Los argentinos cambiaron sus dólares de a poco, con los más fanáticos recorriendo casas de cambio para lograr la mejor cotización. "En los días que estuvimos, el dólar pasó de 1,20 a 1,60... imaginate cómo cambió nuestro presupuesto", declaró, radiante, otro turista que volvía cargado de compras.
|
