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“No paramos contra Perrotta sino contra la injusticia”

El máximo representante de los futbolistas  asegura que no le apuntaron a la Justicia al tomar la medida que postergó el Clausura.

Sergio Marchi: “Nosotros somos los jugadores, que la AFA haga lo que quiera”.

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Por Carlos Stroker

t.gif (862 bytes) Contra quién es el paro?
–Es una medida de fuerza y solidaridad con los muchachos que sufren una medida injusta que no fue provocada por los jugadores. Esta medida tendrían que haberla tomado otros, que hablan de solidaridad y no son solidarios. Parecemos los malos de la película. Se lo dijimos al doctor Perrotta: la violencia se combate con la ley. Hay que aplicarla con todo el rigor, sin miramientos, a quien corresponda y aplicando las sanciones deportivas que correspondan, sin mirar a qué equipo le corresponde. Si no, no terminamos más. Es una protesta y la protesta, según el diccionario, es la acción para defender un derecho.
–Ahora habrá cámaras de televisión en los estadios para identificar a los violentos.
–Sí, ponemos las cámaras en los estadios, identificamos al tipo que comete los ilícitos. Pero ese tipo entra por una puerta y sale por la otra. Así, las cámaras no sirven. Entonces, que se aplique la ley. Qué curiosidad ¿no?, se les aplica la ley a Chilavert, a Mondragón y a Belloso y hay un montón de tipos a los que no se les aplica. Se lo dijimos a Perrotta: él nos contestó que la ley tiene distintas interpretaciones y yo le dije que si se detiene para siempre el fútbol los violentos no se iban del país, van a ir a otro sector. Quiero seguridad en los estadios, en los supermercados, en la escuela, en todos lados.
–¿Esta medida de protesta es contra la Justicia?
–Es contra la injusticia.
–En realidad, es contra el doctor Perrotta.
–Protestamos ante la injusticia de una medida que creemos es un despropósito. Esto perjudica a mucha gente. Creo que Perrotta tuvo la mejor voluntad para trabajar contra la violencia, el juez no tiene la culpa de todo este caos. Pero él no conocía el paño, no conocía el ambiente. El no sabía los salarios de los muchachos.
–¿Entonces se equivocó Perrotta?
–Tuvo decisiones desacertadas, no las comparto. Lo que sí me pareció arbitrario es que haya dicho que a los jugadores no les importara que había muertos en las canchas.
–¿Qué piensa, sinceramente, de Perrotta?
–Hoy, en la causa, ya no existe. La causa está en otro juzgado. Ahora se debería ocupar de las tantas causas que debe tener para resolver.
–¿Los jugadores están preparados para resistir una medida a largo plazo?
–Lo importante es que la medida se tomó convencidos de lo que se hacía. Uno sabe cuándo empieza, pero no cuándo termina. Perrotta dijo que estábamos siendo mal asesorados, me parece que subestimó a 350 muchachos. Perrotta tuvo buenas intenciones, ya estuvo un año entre flashes, pero ahora está en otro juzgado.
–Quizá la causa vuelva a él ...
–Pero ahora no está con él, no la tiene. Este parate agudizó los problemas que teníamos. Seamos justos y equilibrados.
–¿No le llamó la atención el apoyo solidario de la AFA?
–Lo que puedan decir o hacer los dirigentes corre por cuenta de ellos. Primero dicen una cosa, después dicen otra. Te aseguro que esto no termina acá. Tiene que haber un cambio profundo. El país cambió y el fútbol debe cambiar. Debe haber dirigencia más austera, se debe respaldar lo que se firma. Hay muchos dirigentes que hacen las cosas bien y hay algunos que no.
–¿No le llamó la atención el apoyo de la AFA?
–Nosotros somos los jugadores, que la AFA haga lo que quiera.
–¿Sirve la medida para que los jugadores cobren el día que tienen que cobrar?
–Le estás dando un enfoque equivocado. Este no es un tema salarial. Antes del ‘96, un jugador se iba del club y no le decían ni gracias. Ahora existe una inhibición, es un acuerdo. Equipo que no está al día con el plantel anterior no puede comprar jugadores.
–Casi ningún club cumple con eso.
–Hubo más de 500 jugadores que cobraron cifras que jamás imaginaron, deudas incobrables.
–¿No hacen ninguna autocrítica de esto, teniendo en cuenta que todo se veía venir?
–Esto era entre Fair Play y la AFA, nosotros estábamos afuera. Más no podemos hacer. Tiene que resolver la Justicia.
–¿No se sienten utilizados políticamente en una pelea entre Fair Play y la AFA?
–Nosotros nos vimos perjudicados económica y deportivamente. Si un jugador no juega, se desvaloriza. El jugador que no juega se oxida. Hay que contemplar todos los aspectos, por eso un día le dijimos a Perrotta que no hablara más. Hay tipos que están jodidos, que están a punto de perder indebidamente el trabajo. Hubo muchachos que ya pudieron cobrar deudas de meses, como en Chacarita, y eso no lo dice nadie. Protestamos por algo injusto. Yo me rebelo ante la injusticia.
–Está bien, pero le pido sinceridad: ¿Usted cree en la Justicia?
–Quiero creer.
–¿Cree? Si tiene una balanza, ¿qué pesa más?: ¿la Justicia o la injusticia?
–Es una pregunta muy jodida. Hay un montón de tipos que se juegan la vida por la Justicia, pero creo que hay que dar nombres y apellidos. El día que se decidió la suspensión del fútbol yo salí impotente del juzgado, porque una misma persona dijo dos veces que se podía jugar, vino otra y dijo que no se podía. Fuimos a ver al doctor Perrotta, estábamos varios muchachos y él nos dijo que se había equivocado. Dígalo entonces, viejo. Es de una enorme grandeza reconocer los errores.
–¿No tienen temor a que la causa se resuelva políticamente?
–Quiero que se resuelva con justicia. Quiero que haya justicia. No se puede vivir sin justicia.

 

Los futbolistas esperan el guiño

Los futbolistas se reunirán hoy a las 18 en la sede de Futbolistas Argentinos Agremiados para una nueva asamblea en la que votarán por la prosecución del paro. La temperatura del gremio indica que si reciben algún guiño de la Justicia durante la mañana, podrían levantar la medida.
Es de esperar que el pedido de “una solución rápida” formulado el sábado por el presidente Carlos Menem sea debatido durante la asamblea. Los jugadores por ahora no se han hecho cargo de la solicitud. “Lo que dijo el Presidente de ninguna manera es una presión –opinó el histórico dirigente de Agremiados Carlos Della Savia–. Compartimos el criterio, porque el parate en el fútbol ocasiona un trastorno importante para muchos trabajadores. No encuentro diferencias entre lo que el Presidente dijo y nuestra posición”.
Claro que anoche y por radio Menem volvió a hablar: “Estamos matando la gallina de los huevos de oro porque se están quedando sin trabajo todos los que viven del fútbol”. Abogó por un levantamiento de la medida de fuerza “hasta que se pronuncie la Justicia”, pero consideró priotaria una solución sin demoras del fútbol de Primera A: “Les pido a todos: jueces, dirigentes y jugadores que recapaciten y nos devuelvan la alegría de ver fútbol”.
El fiscal Carlos Sanz le transmitiría a la Sala K de la Cámara de Apelaciones que es partidario de levantar la suspensión y que podrían estar dadas las condiciones para que haya fútbol. La causa llegará hoy a la Cámara y con la recomendación del magistrado, podría haber fútbol.
Si en el gremio de futbolistas se mantiene la cautela, en el bando dirigencial no se registra la misma conducta. Los clubes del Ascenso pidieron ayer un mayor aporte económico de la TV (que hasta el momento es de 4,2 millones de pesos al año) y la aplicación de sanciones más duras por parte de la AFA, mientras que los dirigentes del Interior se quejan de que sus clubes “cargan las culpas de una situación que no generaron ni merecen” como aseguró el presidente de Gimnasia de C. del Uruguay, Edgardo Schmidt.
“La próxima semana vamos a reunirnos con los directivos de Torneos y Competencias, porque creemos que la cifra que nos dan por la televisación de los partidos es irrisoria –dijo el vicepresidente de Chacarita, Armando Capriotti–. Le pediremos un adelanto de 10 millones de dólares para toda la B Nacional.” El directivo basó su molestia en el hecho de que “el año pasado nos dieron por la televisación el uno por ciento de lo que facturó Torneos. Si a River y a Boca les dieran esa cifra, harían un escándalo para ser escuchados”.
Pero como el dinero no parece ser el único camino para la solución de este tema, cuya raíz es la violencia, los clubes del Interior solicitaron mano dura de parte de la AFA, “que debe sancionar a quienes provocan disturbios y no a todos –dijo Hugo Frías, dirigente de Cipolletti–. Es imprescindible que haya penas ejemplificadoras”. El secretario de San Martín de Mendoza, Rogelio Angeloni, afirmó estar “seguro de que la amplia mayoría de los incidentes en el fútbol ocurrieron en los estadios de River, Boca, Racing, y en las cercanías de las canchas de San Lorenzo y Huracán”. Jorge Ledo, presidente de Olimpo de Bahía Blanca, fue más directo: “En Buenos Aires tienen que sacarse la careta. Usan a las barras bravas para ganar elecciones, apretar al cuerpo técnico y asustar a jugadores”.

 

El juez perrotta les contesta a sus criticos
“Deben hacer una huelga en serio”

“Esto no es una huelga sino un lock-out” asegura el magistrado.
“Si esto es para presionar a la Cámara, es incorrecto.”

Por Adrián De Benedictis

Sirve la suspensión del Ascenso?
–En el mes de noviembre, ante hechos de violencia importantes, ordené la suspensión de los torneos de Ascenso. Ese día me visitaron (Sergio) Marchi con otros miembros de Agremiados, y (Julio) Grondona. El presidente de la AFA me dijo que se iba a ocupar de que los operativos policiales fueran mejores, que iba a pagar los adicionales de los clubes, y que iba a tratar de que fuera el personal policial necesario. Al otro día de esa charla levanté la suspensión en forma provisoria. Y esto, los futbolistas no lo dicen. Yo me jugué el pellejo en ese momento, porque ante la opinión pública y los medios era poco serio suspender y levantar la medida al otro día.
–¿Cómo toma la decisión de los jugadores de Primera?
–No entiendo la actitud de ellos. Yo dije que ahora no puedo hacer nada, que ya escapó de mis manos, porque procesalmente esto me excede. Aunque quiera que siga el fútbol, no pueden jugar por un tema procesal. Decidí levantar la suspensión imponiendo medidas de seguridad más severas. Si la AFA hubiese aceptado esto o no hubiese apelado, se estaría jugando. Y los futbolistas dicen que yo me equivoqué. Creo que ellos han sido confundidos y posiblemente utilizados para otros fines que no son los propios de ellos.
–¿Qué deberían hacer?
–Tendrían que hacer huelgas porque les pagan tardíamente, porque no tienen seguridad, o porque el fútbol argentino se desenvuelve en una situación precaria. Si hay algo que es precario, es todo lo que tiene que ver con el Ascenso. Tienen que realizar una huelga en serio. Porque reformulando los campeonatos, y jugando en canchas seguras sería distinto. Si se hiciera la huelga para eso, llamaría la atención. Si es una huelga para presionar a la Cámara, es incorrecto.
–¿Por qué?
–Porque se cae en una figura penal como coacción, para obtener desde algún poder algo indebido. Me parece lamentable que se recurra a este tipo de presiones. Puede haber muchos muchachos confundidos, puede haber mucha gente que realmente se vea perjudicada porque no le están pagando un sueldo, pero no es la forma, no es un objetivo sano el que se persigue. No van a lograr nada. La Justicia tiene sus tiempos, tiene los códigos precisos. Hay momentos en que se puede interpretar una norma, pero una vez que está dada hay que cumplirla. Moralmente, si quisieron hacer algo solidario, la buena voluntad ya la pusieron, ahora vuelvan a jugar y no dejen a la gente sin fútbol porque sí, con mayores daños de los necesarios.
–¿Lo sorprendió el apoyo que le dio la AFA a la medida?
–Es relativo porque esto ya no es una huelga, es un lock-out, un parate de actividad para presionar a las autoridades. La AFA lo avala para que las autoridades asuman cierta responsabilidad porque ella entiende que no la asumen bien. Mandar a los jugadores a hacer una huelga, porque creo que en la AFA alguien tuvo que haber movido a los jugadores, no digo Grondona, pero alguien tuvo que haberlos alentado, y encima adherir después a la medida no está bien. Creo que en este país tenemos que ser sinceros. Si la AFA se siente perjudicada porque las autoridades legislativas no actúan correctamente, puede decir: “Paro el fútbol hasta que todo esto se mejore”, y sería más sano. Pero no sería bueno utilizar a los jugadores, y sobre todo apuntar a la Justicia. Porque la Justicia, bien o mal, tiene la misión de proteger a la sociedad, y la cumple en la medida lógica y razonable.
–¿Hay voluntad política para afrontar el fenómeno de la violencia?
–El político acompaña cuando la sociedad se mueve. Tenemos que movilizar a la sociedad. El pueblo tiene que hacer las cosas, porque si no las hace, no hay que esperar todo de los políticos. Esto es un error, si no, volveríamos al estado paternalista.
–¿Puede existir una solución?
–Hay una vía, que es tener ganas de solucionarlo. Y por supuesto, dar los pasos precisos.
–¿Hay alguien a quien le convenga la violencia?
–Aunque parezca mentira, sí. Hay gente que hace negocios con todo esto.
–A un año de haber tomado la causa, ¿cómo evolucionó la actitud de la gente y de los dirigentes?
–En los dirigentes la evolución es pobre. Más que nada están alarmados, tratan de que esto pase, y de que no los toque mucho. Yo creo que ellos no afrontan realmente la situación, y prefieren seguir mirando para el costado.
–¿Qué le dijo su hijo cuando se enteró de que no podía ir a ver a Boca?
–El me pregunta cuánto tiempo demorará esto, pero entiende que a Boca le favorece esta suspensión, por todos los lesionados y los que estaban en la Selección...

 

Los abogados de la AFA y la desobediencia civil
Por Diego Bonadeo

El presidente Menem dirá seguramente –o ya lo dijo– que pedir una pronta solución a la interrupción del fútbol es solamente una expresión de deseos de un aficionado más, y que como amante de este juego quiere volver a disfrutarlo cuanto antes.
Como mensaje, se parece bastante a lo que durante mucho tiempo –prácticamente desde el primer fallo del juez Perrotta en mayo pasado– sobrevoló desde casi todos los estamentos vinculados con el fútbol en cuanto a la urgencia para que se vuelva a jugar, sin que importara demasiado si alguien había hecho algo nuevo o diferente para preservar a la gente.
Y aparentemente no se hizo nada. O casi nada. O, en todo caso, mucho menos de lo mínimo exigido razonablemente por la Justicia.
Pero en términos de impudicia dialéctica, quizá lo más grave haya sido lo que desde la asesoría legal de la Asociación de Fútbol Argentino apareció en los últimos días como una especie de burla obscena a las leyes y a la Justicia con aquello de que “la AFA no puede cumplir con lo que pide el juez Perrotta”. Porque la frase no parte de algún circunstancial trasnochado o de algún voluntarista a quien alguien le acercó un micrófono o le encendió una cámara de televisión. Parece entonces que los abogados designados por Grondona o por quien tenga a su cargo nominar a quienes entienden de leyes en el cuerpo máximo de la organización del fútbol argentino intentan cerrar el episodio haciéndole pito catalán a las sentencias judiciales.
Y uno no puede menos que preguntarse qué diferencia hay entre no poder cumplir una sentencia judicial e ignorar la ley. Porque no se dijo que, como no se puede cumplir lo dispuesto por el juez Perrotta, la AFA cerrará sus puertas o se declarará en bancarrota o cesará en sus actividades por cierto tiempo. No: simplemente se trata de desafiar descaradamente al juez y a su sentencia respondiéndole algo así como “por no poder hacer lo que usted me ordena en su fallo, me importa un rábano su fallo y yo seguiré haciendo la mía”. Es la cultura grondonista llevada a su más exquisita y perversa expresión. Y además existe el peligro de sentar jurisprudencia.
¿Qué sucedería, por ejemplo, si de aquí en más cualquier ciudadano o empresario que se viera obligado, por sentencia judicial, a no seguir utilizando el Riachuelo como vaciadero para su curtiembre respondiera de manera similar a la de los abogados de la AFA?
Parecería que el exabrupto pasó demasiado inadvertido, en medio del fárrago de cuestiones tendientes a tratar de que el fútbol vuelva a jugarse lo antes posible.
Sin embargo, tengamos en cuenta que de aquí en más podrán darse otros casos de algún modo emparentados con la desobediencia civil. Si la AFA puede decirle a un juez que no puede cumplir con lo que le exige un fallo ¿por qué tendré yo que pagar más impuestos, respetar semáforos y no putear en la última línea de esta columna de Página/12?

 

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