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Por Esteban Pintos La idea de Charly García de utilizar su recital del 27 de febrero en Puerto Madero para rendir un homenaje a los desaparecidos con un concierto que comenzaría con unos helicópteros volando sobre el río para dejar caer muñecos sobre el agua se encontró ayer con un escollo de magnitud: la terminante negativa a participar de las Madres de Plaza de Mayo. La presidente de la entidad, Hebe de Bonafini, le imputó al músico intentar utilizar la memoria de los desaparecidos para concretar un show. El punto central de la discordia fue la idea de García de que los helicópteros arrojen muñecos de tela simulando cuerpos de secuestrados, como una forma de recordar al público que asistirá al show gratuito los crímenes de la dictadura militar. García fue contratado por el Gobierno de la Ciudad para cerrar el sábado 27 el ciclo gratuito Buenos Aires Vivo III, y apenas visitó el escenario ubicado en la zona de Puerto Madero imaginó la idea de utilizarlo para recrear los vuelos de la muerte durante la dictadura, ya que el lugar da su espalda al Río de la Plata. García afirmó que el espectáculo que planea tendría que tener algo de la impronta visual de la película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, con una orquesta tocando arriba de un barco fondeado en el dock de Puerto Madero y helicópteros sobrevolando la multitud. Esa idea, dijo la dirigente a Página/12 luego de su conversación con el músico, es una cosa de locos. Esa parte del diálogo fue así: Charly, vos no podés usar la muerte para un show: ya bastante hemos sufrido con esos vuelos para que vos los recreés. Vos no entendés, Hebe. Mi dolor también vale. Sí que entiendo, Charly. Pero te repito, el dolor de las desapariciones no puede ser bastardeado. Vos no podés montar vuelos de la muerte ni en broma. Pero vos estuviste con Bono y con Sting y a mí me decís que no... Estás equivocado: ellos fueron respetuosos. Vos, en cambio, estás usando a los desaparecidos para un hacer un show. Horas después, todavía molesta por la situación, Hebe descartó ante Página/12 cualquier posibilidad de una mediación en el conflicto. Que quede claro: nosotras no vamos a participar de eso, anunció, y dijo estar extrañada porque en esta ocasión García no se comunicó personalmente con ella. Yo siempre hablo con él, lo llamo para saber cómo está. He ido varias veces a su casa. Por eso mi sorpresa. No es que me tenga que consultar para cualquier cosa, pero me parece que en este tema algo tengo que ver, ¿no? El recuerdo de García y Bonafini sobre Sting se remonta a diciembre de 1987. Muchos se ofendieron, pero hasta Sting nadie había invitado a las Madres a subir a un escenario. No sé, hasta entonces para los músicos de acá trabajar con nosotros era algo así como mezclar las cosas. Después, se dieron cuenta de que nuestra lucha es importante, dijo Bonafini. Después comparó la actitud de Charly con la de otros. Bersuit Vergarabat, Todos Tus Muertos, La Renga y León Gieco que siempre nos dio una mano y va a estar siempre, ya es como parte de nosotras, apoyan incondicionalmente nuestro trabajo, pero a ellos no se les ocurren disparates. Los chicos de La Renga, que son muy humildes y muy buenos con nosotros, nos ofrecen su sonido, lo consiguen y lo llevan adonde sea. Los quiero muchísimo, y estoy segura de que a ninguno se le podría ocurrir un delirio así. La polémica empezó a gestarse el miércoles pasado, cuando la producción de Buenos Aires Vivo se contactó con el músico para conversar sobre la puesta en escena y las condiciones de este concierto, que imaginan como un gran cierre de la serie. En principio, García quería hacerlo en el Obelisco; bajo la certeza personal de que él también es un símbolo de la ciudad. Una vez que lo llevaron a recorrer el lugar en donde se viene desarrollando el ciclo, en lo que sería la prolongación sur de Puerto Madero (justo cuando se junta con el barrio de la Boca), el rocker dio suconsentimiento, marchó atrás con el plan Obelisco y comenzó a imaginar una puesta grandilocuente y efectista. Esa misma noche, García confirmó su participación en el ciclo durante el recital que el grupo que integra su hijo Miguel, el guitarrista Fernando Kabusacki y el baterista Fernando Samalea dio en el Club del Vino del barrio de Palermo, aunque nada dijo de su plan de registrar un disco en vivo. Allí se despachó con sus sueños de orquestas, barcos y helicópteros, preanuncio del inicio del set musical con su versión del Himno Nacional Argentino. En ese marco, y por ese medio, lanzó una invitación a las Madres de Plaza de Mayo para que subieran al escenario. Con las cosas como están, es difícil que la acepten.
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