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 Subtes
interrumpidos, oficinas que no atendían al público y cajeros que no daban plata.
Semáforos que no andaban, los consiguientes embotellamientos en el tránsito. Buena parte
del sudoeste de la ciudad vivió un día de perros por un apagón masivo en unos diez
barrios porteños. El incendio en una subestación de la empresa Edesur dejó sin luz a
150.000 usuarios. Mientras el Gobierno de la Ciudad intimaba a la empresa para que
mantuviera informados a los usuarios, Edesur –que había prometido que en el día se
restablecería la totalidad del servicio– admitía que sólo para el 60 por ciento de
los afectados había vuelto la luz. El 40 por ciento restante tendrá que esperar hasta el
miércoles.“Pasadas las 3 de la mañana se oyó una tremenda explosión, se sacudió el edificio y después hubo dos o tres explosiones menores. Luego, los gritos de la gente de Edesur, evidentemente actuando para combatir el incendio”, explicaba Alfredo Soria, vecino de la subestación Azopardo, de Venezuela 156. Allí, según Edesur, “una falla de un cable de alta tensión originó un principio de incendio que fue rápidamente sofocado”, aunque “quedaron fuera de servicio todos los cables que conectan las subestaciones Once, Independencia y Pozos”. Con lo cual, algunos sectores de los barrios de Almagro, Boedo, Parque Patricios, Once, Congreso, Constitución, San Cristóbal, San Telmo, Puerto Madero y el microcentro, quedaron a oscuras. A la mañana, moverse por la ciudad se convirtió en una carrera de obstáculos. Los porteños tuvieron que lidiar, entre otras cosas, con el uso obligado de las escaleras, embotellamientos, subtes con demoras o sin funcionar y surtidores que no emitían combustible. 240 semáforos dejaron de funcionar y entorpecieron la circulación en gran parte de la ciudad. Debido a eso, la habilidad y audacia de los conductores regulaba el tránsito en las avenidas Rivadavia, Corrientes, Belgrano, Independencia, y Boedo, entre otras. Ante el caos vehicular, el Gobierno de la Ciudad dispuso que la policía organizara el tránsito en algunos cruces críticos, y activó equipos electrógenos para restablecer la luz en otros. Además, alrededor de 40.000 usuarios de los subterráneos, que en su gran mayoría se dirigían a trabajar, se encontraron con el servicio cortado. Claudia Vila, vocera de Metrovías, informó a este diario que, entre las 5 y las 9 de la mañana, la Línea A, que une Primera Junta con Plaza de Mayo, se vio interrumpida por el apagón. Y que el resto de las líneas sufrieron demoras. Para algunos, sin embargo, la odisea por llegar a sus trabajos fue recompensada. El Congreso nacional, el INdEC y el PAMI dieron asueto a sus empleados. “Llegué a las 10 y estaba sin luz todo el edificio. No había ascensores, no había computadoras, no se podía hacer nada. Entonces, a las 12.30 nos dijeron que había asueto”, comentaba ayer Adriana, empleada del INdEC, ubicado en la Avenida Roque Sáenz Peña 609. En el edificio de PAMI, vecino al INdEC, pasó lo mismo: a las 13 los empleados ya estaban en la calle. “No sé qué va a pasar mañana, hay que presentarse y ver qué pasa”, comentó Verónica, empleada del PAMI, consultada sobre la posibilidad de que todavía hoy no hubiera luz. Situación similar se vivió en el Congreso, donde los empleados del edificio anexo del Parlamento se fueron a sus casas ante la imposibilidad de trabajar. Pero a los que eligieron el lunes para hacer trámites, la suerte no los acompañó: se encontraron con las puertas cerradas de las oficinas. Largas colas se registraron en el Registro del Automotor, ubicado al lado de la sede de Edesur de San José al 180, y en la División Documentación Personal de la Policía Federal, de la calle Azopardo. A lo largo de la mañana el vocero de Edesur dijo, a través de diversos medios, que la luz se había restablecido en el microcentro y en Puerto Madero y que, en el transcurso del día, toda la zona afectada tendría luz nuevamente. Horas más tarde, consultado por Página/12 Nicolás Gallo, secretario de Producción y Servicios del gobierno porteño, afirmó que “la solución va a tardar mucho más tiempo de lo que se dice”. El Gobierno de la Ciudad ya había intimado a la empresa a que “explique” a los usuariosla causa del apagón. “No ha habido información, eso es lo más grave. La empresa de servicios públicos, no importa si es privada o pública, tiene la obligación de informar a la población”, agregó Gallo. Luego de esto, la empresa admitió que los trabajos para devolver la luz a toda la ciudad llevarían 48 horas más. Ignacio Sicardi, vocero de Edesur, informó a este diario que aunque “se va a trabajar día y noche para solucionar el desperfecto”, recién “el miércoles tendrán luz todos los barrios afectados”. Y aclaró que el 60 por ciento del servicio eléctrico ya está restituido.
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